la biblioteca.

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- Madre mía tu... - Y apretó su culo con ambas manos. La tumbó y comenzó a darle besos en el cuello. La chica suspiraba. Draco no podía parar de sentir su cuerpo con las manos, tocaba su vientre, su cintura, sus caderas, su culo, sus mejillas, absolutamente todo le atraía de ella, incluso su inteligencia. Hermione se sentía embriagada, simplemente cegada por la lujuria. Cada caricia de sus dedos en su piel por debajo de la camisa era como una descarga eléctrica. Quien lo iba a pensar, una Gryffindor con un Slytherin, Hermione Granger con Draco Malfoy. Volvieron a juntar sus labios, cuando de repente... una lechuza comenzó a tocar la ventana como una loca. - No me jodas, que asco de pajarracos, enserio. - Hermione comenzó a reír debajo del rubio. Se escurrió de su agarre, y se levantó del sofá, tenía la falda subida hasta la cintura, la camisa por fuera y la corbata del revés. Se miró en uno de los espejos que había en la sala al pasar.

- ¿Que has hecho conmigo Malfoy? - Dijo señalando sus pintas. Ambos rieron, y Hermione abrió la ventana, cogió el pergamino que llevaba la lechuza y la cerró.

"Los prefectos, vengan a mi despacho en 5 minutos"


Albus Dumbledore.

- Dumbledore dice que vayamos a su despacho en 5 minutos.

- Ay Dios mío, haber que nuevas noticias nos tienen ahora. - Hermione miró a Draco, tenía la camisa medio desabrochada, la corbata desanudada, y el pelo revuelto. - Madre mía Granger, te digo lo mismo que me has dicho tú, eres una fiera. - Hermione le sonrió orgullosa. Se arreglaron el uniforme y se peinaron un poco. Cogieron la capa y salieron de su casa, llegaron hasta su despacho, y cuando abrieron la puerta, ya se encontraban allí Hannah y Kevin.

- Bien, tengo noticias para vosotros. - Añadió Dumbledore. - Me temo deciros que vais a vigilar los pasillos de Hogwarts por las noches, los turnos serán de 11 a 3. - Los cuatro suspiraron. - Lo sé, lo sé, pero desde que terminó la guerra hemos puesto medidas de seguridad, solo por prevenir. Porque nunca se sabe que puede pasar. - Ellos asintieron. - Iréis en parejas. Draco y Hermione, os encargareis de toda la parte sur, y oeste. Hannah y Kevin, os encargareis del ala norte y este. Ah y una última cosa, tenéis absoluto derecho y potestad de usar la varita si necesitáis defenderos.

- Gracias Dumbledore - Dijo Kevin.

- A vosotros por venir. - Añadió el director. - Ya podéis iros. - Todos salieron de su despacho. Hermione y Draco se dirigían a su habitación cuando la castaña se acordó de que había quedado con sus amigos en la sala común de Gryffindor.

- ¡Mierda! He quedado con Ginny, Harry y Ron el la sala común de Gryffindor. Me voy Malfoy.

- Y yo había quedado con Pansy. - Soltó el rubio. Hermione rodó los ojos y se dio la vuelta para irse. Draco la agarró del brazo y la pegó a él. -¿Celosa, Granger? - Le susurró.

- Para nada Malfoy. Vete con Pansy. - La castaña se soltó de su agarre y se fue. Cuando llegó al cuadro de la dama gorda dijo la contraseña y entró. Sus amigos se encontraban recostados en un sofá. Ginny se levantó al verla entrar y la abrazó. - ¡Hola chicos! - Se sentó con ellos en el sofá. Hasta que la pelirroja habló.

- Hermione, ¿Qué ocurre con Draco? - Ella se sonrojó y se acaloró al pensar lo que había pasado hace 20 minutos escasos.

- Nada, no ha pasado nada. - Dijo alargando la "a" final. - Ahora los prefectos vigilamos por las noches hasta la 3 de la mañana.

- Menos mal que no soy prefecto. ¿Bajamos a comer? - Dijo Ron Weasley.

- Claro, vamos. - Salieron de la sala común y bajaron al comedor. Hermione se sentó al lado de Ginny y enfrente de Ron y Harry. Mirando hacia la mesa de los Slytherin, con al esperanza de ver al rubio. Pero vio dos sitios vacíos, efectivamente, el de él y el de Pansy, rodó los ojos y comenzó a comer con sus amigos. A los 10 minutos, el rubio bajó con la mano de Pansy enganchada a su brazo, la castaña les miró, pero decidió apartarla antes de que coincidiesen y se hiciese más incómodo. Se sentó junto a Pansy en la mesa, mirando a la mesa de los Gryffindor. Terminaron de comer, y los cuatro se levantaron y salieron del Gran Comedor. Hermione se llevó a Ginny a la casa de los premios anuales, y le enseñó su cuarto y la sala común. Se sentaron en el sofá, y Hermione le miró.

¿Malfoy? ¿Granger? | DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora