amortentia.

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- Si no te conociera diría que eres Slytherin. - Ambos ríeron, se levantaron, y bajaron a la sala común. Los fines de semana, los chicos de septimo año y mayores tenían permiso de vestirse como quisieran. El problema es que Hermione no era buena eligiendo ropa, y quería lucir bien hoy. Sabía de una chica que seguro que le ayudaría a estar preciosa. Le mandó un patronus y a los 5 minutos apareció en la sala común. Abrazó a la chica.

- Pansy, te debo una. - La pelinegra rió y Draco las miró extrañadas.

- ¿Qué tramáis? - Dijo él.

- Tu solo espera. - Pansy y Hermione subieron a la habitación. - ¿Que tienes en mente?

- Hoy me siento bien y quiero estar reluciente. - Ella asintió. Sin hablar, abrió el armario de la chica y sacó, una falda de cuadros que se ajustaba a su silueta y le llegaba por la mitad de los muslos. Luego sacó un jersey rojo, que le llegaba hasta el comienzo de la falda. Y finalmente sacó unas botas de tacón negras altas que llegaban hasta la rodilla.

- Sin dejar de lado los colores de tu casa. - Hermione miró el conjunto, era maravilloso, pero ¿quedaría realmente bien en ella? Se lo puso sin pensárselo y se miró maravillada al espejo. Moldeaba su figura a la perfección, y oh dios, se veía perfecta.

- Dios mío Pansy... tienes un don para esto amiga. - Dijo Hermione.

- Falta el maquillaje. - Señaló la Slytherin.

- Quiero que sea natural, nada cargado, pero atrevido. - Pansy asintió y se puso manos a la obra, cuando le aplicó lo básico, como el corrector; le puso un pequeño eyeliner y le aplicó rimmel, haciendo que sus pestañas se viesen largas y preciosas. Puso rubor, e iluminador. Y finalmente sacó un pintalabios rojo matte. Se lo aplicó a su amiga, y luego de peinarla dejándole el pelo suelto, quedó fascinada. - ¡Por Merlín, estás preciosa! ¡Serás la envidia de Hogwarts, Hermione! - La castaña se sonrojó. Pansy también iba preciosa, con un vestido verde oscuro que se ajustaba a sus curvas, unos tacones negros y un maquillaje natural.

- Pansy, hoy conquistaremos a todo el colegio. - Dijo Hermione; se miraron al espejo.

- Estoy de acuerdo. - Ríeron, y ambas bajaron a la sala común ríendo. Draco, que estaba bebiendo agua en la cocina, casi la escupe al ver a su chica. Él iba con su tan característico traje negro, que le quedaba de perlas. Hermione sonrió a su novio.

- Madre mía... - Murmuró él mientras se tragaba el agua. - Pansy eres una artista. - Ella sonrió, luego Draco se acercó a Hermione, y la agarró de las caderas. - Estás, impresionante.

- Gracias. - Dijo ella, se dieron un leve beso y cogieron sus varitas con intención de ir a desayunar. Debían admitir que estaba bien ir los fines de semana con su propia ropa. Era el primer día que ellos hacían eso, y todos iban bastante bien vestidos. Entraron al gran comedor y todos fijaron su vista en Hermione y Draco; que iban con las manos entrelazadas. Se dirigieron a una mesa con los Gryffindor, los chicos vieron llegar a Hermione y se quedaron perplejos. Blaise, Oliver y Ron se quedaron mirándola de arriba a abajo, Draco se percató de ello y les fulminó a los tres.

- Guardaros las miraditas. - Dijo Draco celoso.

- Draco, celoso. - Dijo Blaise.

- Blaise cállate si no quieres que te mate. - Todos ríeron y se sentaron. Comenzaron a desayunar, Hermione se sentó entre Draco y Harry, enfrente de su mejor amiga y de Oliver.

- ¿Qué tal habéis dormido? - Preguntó Oliver mientras levantaba su taza y bebía de ella.

- Mejor que nunca - Dijo Draco sonriéndome.

- Luego hablaremos de esto amiga. - Dijeron Ginny, Pansy y Astoria a la vez. Ríeron y desayunaron. Ron tenía cara larga, los chicos suponían que era por Luna. Todos estaban preocupados por Theo, sabían que lo habían trasladado a san mungo.

¿Malfoy? ¿Granger? | DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora