¿Malfoy? ¿Granger? | Dramione

partido.

Se fueron a su mesa y saludaron a sus amigos, que también iban con las equipaciones, tanto Ginny, como Harry y Ron. Y en Slytherin, Pansy, Blaise y Draco, iban vestidos con su equipación, a los 5 minutos llegó un grupo de Gryffindors y Slytherins con su respectiva equipación. Comieron nerviosos, era el primer partido del año. Cedric se acercó a Hermione y le deseó suerte, ella se lo agradeció, cuando terminaron de desayunar, se fueron al campo de Quidditch, a los vestuarios, cogieron sus escobas, y se colocaron frente a la puerta. Cuando Lee Jordan los presentó, salieron saludando entre los aplausos de Gryffindor y los abucheos de Slytherin. Cada uno se colocó en su posición, la castaña se elevó unos metros en el aire encima de su equipo. Luego salió Slytherin, se colocaron enfrente de los gryffindor, Malfoy se elevó en el aire justo enfrente de Hermione. Le guiñó un ojo. Los guardianes se fueron a su correspondiente sitio. Lee Jordan indicó el inicio del partido, Slytherin atrapó la quaffle. Pansy era cazadora, se acercó al aro de Gryffindor, lanzó, pero Oliver Wood consiguió parar el balón. Gryffindor aplaudió. A los 40 minutos, Slytherin sobrepasaba a Gryffindor por 20 puntos, y Draco y Hermione no conseguían ver la snitch. Cuando de repente, ambos escucharon un aleteo metálico, Hermione miró a su derecha, y ahí estaba la dichosa bola dorada. Voló detrás de ella sin pensárselo, una bludger le golpeó a Draco en el pie y eso hizo que él se balancease en la escoba. Ella aprovechó y voló detrás de la snitch a gran velocidad, Draco fue detrás suya, y se pusieron uno al lado del otro, se miraron, arqueando las cejas.

- Te ganaré preciosa. - Ella lo miró y se rió.

- Sueña, Malfoy. - Aceleró aún más y la snitch subió al cielo unos 10 metros para luego caer en picado. Sin miedo, la castaña comenzó a caer hacia el suelo con Draco intentando alcanzarla. La presión era tan fuerte, que el equipo de Gryffindor y el de Slytherin se quedaron quietos en sus posiciones, mirando atentamente a los dos buscadores. La snitch se metió por debajo de las gradas, Draco siguió detrás de la bola dorada, pero Hermione siguió la técnica que hizo en el último entrenamiento y se metió por el lado contrario; Harry grito su nombre y ella aceleró. Se metió por debajo de las gradas esquivando vigas y madera, escuchó el revoloteo de aquellas alas metálicas y la escoba de Malfoy. Se soltó de la escoba con su mano izquierda, y sin pensárselo. Atrapó la snitch con un grito de victoria. Salió de las gradas, y enseñó la snitch al público. Gryffindor había ganado, sus compañeros aplaudían y la vitoreaban. Draco salió detrás suya rodando los ojos, pero a la vez riendo, la castaña bajó de la escoba, abrazó a su amigo Harry, y a Ginny.

- ¡Gryffindor! ¡El ganador del primer partido de la temporada! - Exclamó Lee Jordan, la profesora de la casa Gryffindor; Mc Gonagall, aplaudía y vitoreaba a Hermione. Ron, que estaba en las gradas, la abrazó, y le besó la mejilla. - El rubio miró con asco a la comadreja desde su escoba. "Comadreja asquerosa", pensó él. ¿Celos? ¿Draco Malfoy con celos por Hermione Granger?

Ambos equipos se retiraron, dejaron las escobas en sus vestuarios, y salieron del campo de Quidditch aún sobresaltados y felicitando a Hermione. Slytherin, iba detrás de ellos, callados, sin decir nada. Hermione giró la cabeza, y vió aquellos ojos grises, fijos en ella, le guiñó el ojo y siguió su camino hacia el castillo. Era la hora de comer, con lo cual fueron directos al gran comedor. Las banderas de Gryffindor estaban colgadas por todo el comedor, todo el equipo de los leones se sentaron juntos sin dudarlo; comentaron el partido y repetían sin parar la técnica que había usado Hermione. Pasada una media hora, alguien tocó el hombro de la chica, era Cedric Diggory.

- Enhorabuena novata. - Ambos ríeron y Hermione le dió un abrazo. - Creo que ya te tengo miedo. - Volvieron a reír y Cedric se sentó en su mesa, giró la cabeza. - Nos vemos, Hermione.

- Gracias Cedric, nos vemos. - Se sonríeron y volvieron a sus mesas. 20 minutos después, todos se fueron a sus respectivas casas para darse una ducha y luego tendrían el resto del día libre. Hermione comenzó a subir las escaleras, hasta llegar al cuadro de su casa. - "Absurdo" - El cuadro se abrió, dejando pasar a Hermione, la estancia estaba cálida, iluminada por el fuego de la chimenea, observó que Draco no estaba allí, así que optó por darse una ducha. Subió a su habitación y así hizo. Cuando salió, se puso su bata, y una toalla pequeña, para su pelo. Bajó a la sala común, ya que en su habitación había muchísima humedad y no se secaría. Se sentó en el sofá, frente a la chimenea y cruzó las piernas, Draco seguía sin llegar. "¿Estará con Pansy?" Al pensar eso, soltó un bufido involuntario, y la puerta de la casa se abrió, dejando ver a un rubio apuesto, que clavó sus ojos grises en ella. Ella se giró, le daba vergüenza que le viese con la toalla en la cabeza, así que se la quitó de inmediato, la dobló, y la dejó en la mesa. Él se le acercó, ella se ruborizó, ya que si seguía acercándose más se daría cuenta de que no llevaba nada debajo de esa bata. Se sentó a su lado, y ella por instinto, descruzó las piernas. La castaña notó de repente un agudo dolor de cabeza que duró dos segundos. Alguien había entrado en su mente, miró a Draco, y al momento supo que había sido él; que le miraba con una sonrisa socarrona. Él se acercó a su oído, puso una de sus manos en la rodilla de la chica.

- Creo que he descubierto lo que no querías que descubriese, Granger. No llevas nada debajo de esto... ¿Verdad? - Se lo susurró al oído, mientras bajaba su mano hacia el muslo de la chica. Se paró muy cerca de su intimidad, y le dió un apretón.

- Siempre... te sales... con la... tuya... Malfoy... - Dijo ella entre suspiros. El rubio se acercó a su cuello y comenzó a besarlo. Hermione quería parar, pero su cerebro no reaccionaba, sus sentidos estaban paralizados, estaba embelesada con el ojigris. No podía parar, y en el fondo ella no quería.

- Soy un Malfoy querida. - Sin siquiera planteárselo, ella se lanzó a su boca y hundieron su lengua en la boca del otro.

- Si... pero te... he ganado en... Quidditch... - Él le sonrió seductor.

- ¿Que te pasa Hermione Granger? ¿Quieres que haga esto? - Deslizó su boca a su clavícula. Su mano seguía en su muslo, acariciandolo en círculos. Deslizó la mano al lazo de su bata y lo desabrochó lentamente. Su bata se abrió un poco, dejando ver su escote, pero no su pecho. Él bajó su dedo índice, desde su cuello, bajando por su pecho, hasta su vientre. Se volvieron a besar con pasión y lujuria. Draco la cogió en brazos, ella enrolló las piernas en su cintura, y él se dispuso a subirla a la habitación del Slytherin. Cuando alguien aporreó la puerta de la casa. - Dios... No me lo creo. - Hermione bajó de sus brazos y se acomodó bien la bata. Draco abrió la puerta y se encontró a Ron Weasley. Entró sin ni siquiera decirle hola. Cuando entró se encontró a Hermione en bata, los miró a ambos.

- ¡¿Que ha pasado aquí?! - Dijo alterado, apuntó a Draco con la varita. Él se alejó.

- Expelliarmus. - Dijo Hermione. La varita de Ron voló hacia sus manos. - Ron, sé un adulto, déjate de niñerías. ¿Qué pasa?

- ¿Qué haces así Hermione? ¿Qué habéis hecho? - El pelirrojo pecoso se acercó a ella y la miró.

- Ron, no te importa lo que hayamos hecho, tú y yo no somos nada, somos amigos, además creo que ya soy suficientemente mayorcita para decidir lo que debo hacer, y no para que tú me lo digas. - Dijo devolviéndole su varita.

- Está bien, perdona. Venía a deciros que Dumbledore ha informado a todos los alumnos de las 4 casas mediante lechuzas que esta noche habrá un baile para dar comienzo a la temporada de Quidditch.

- Y, ¿por qué? - Dijo Draco.

- Dice que ahora que todo ha pasado se necesita más alegría. Vine porque deducí que a vosotros no os llegaría ninguna lechuza. Dumbledore dice que vayamos vestidos con los colores principales de la casa correspondiente. Por ejemplo, Draco de verde y plateado y tú Hermione; de rojo y dorado. En parejas. Yo iré con Luna Lovegood y Harry irá con Ginny. Nos vemos esta noche. - Se despidió con un abrazo a Hermione y un movimiento de cabeza a Draco. - ¡Ah! Comienza a las 10 en el gran comedor.

- Gracias Ron. - Él asintió y se fue cerrando la puerta.

- ¿Vendrás conmigo no? - Dijo el rubio.

- Mmm, y ¿Por qué no vas con Pansy? Y yo, con Cedric.

- ¿Estás segura de eso Granger? - La castaña negó y rió.

- Claro que iré contigo hurón oxigenado. - Él hinchó sus mejillas poniendo morritos. Hermione se acercó y le dio un pequeño beso en los labios. El rubio le dio un beso en la nariz. - Voy a ponerme cómoda, ahora bajo. - Él asintió.

- Yo voy a ducharme. - Ella asintió. Subió a su habitación y se puso lo mismo que la noche que vieron la película. Se peinó y bajó a la sala común con un libro en las manos. Cuando fue a abrir la portada, se fijó en la cicatriz de su brazo izquierdo "mudblood". Se estremeció y en su mente brotaron los recuerdos de la mansión Malfoy, con Bellatrix Lestrange, torturándola, y clavando el puñal en su brazo; dejando esa marca para siempre. Sufrió mucho. Volvió a estremecerse y ahogó un grito, acompañado de lágrimas. Cayó de rodillas en el suelo, no paraba de tocarse la cicatriz, intentando alejar de su mente esos recuerdos horribles. Draco abrió la puerta de su habitación, con unos pantalones grises y una camiseta blanca. Él oyó los sollozos de la castaña, y bajó corriendo. Se acercó al suelo de la sala común, y la levantó sentándola en el sofá.

- ¡Ey! ¿Herm... Granger? ¿Qué pasa? - Le acarició la cara, y cuando vió que ella no paraba de tocarse la cicatriz de su antebrazo una y otra vez; la abrazó, la abrazó como si fuese la única mujer en el mundo. Él no quería admitirlo, pero se estaba enamorando de la dichosa Hermione Granger. Le acariciaba el pelo, la espalda, y la cara. - Shh, ya está Hermione. - Ella se separó de él y lo miró extrañada.

- M-me has dich-dicho, ¿Herm-Hermione?