dementores.

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- ¡Draco! - El rubio rió. Luego la miró y le repasó todo el cuerpo. Deseaba tocarla, deliraba con el día que pudiese hacerla suya. Pero no le metería prisa, a ella no. - ¿En qué piensas?

- En tumbarte ahora mismo sobre la cama y hacerte mía. - Una de calor recorrió el cuerpo de la chica, ella también quería que lo hiciese, pero no estaba lista, aún. Se sonrojó y su chico rió. Se levantó, la agarró de la cintura y la besó. - Hoy tengo patrulla con Diggory. - Hermione abrió los ojos como platos.

- Mierda, no me acordaba. Prométeme que no le partirás la cara, de nuevo. - El rubio la miró mal.

- Está bien, lo prometo... Pero a cambio me dejarás dormir contigo. - Ella asintió riendo, Draco se volvió a sentar en el sillón y la observó. Hermione se puso su uniforme, cogió su varita, la guardó en la capa. Bajaron a la sala común y se despidieron antes de salir. Draco la agarró de la cintura y ella subió las manos a sus hombros.

- Pórtate bien Draco. - Dijo ella muy enserio.

- Que sí mamá, no me lo digas más. - Ambos ríeron, Hermione se puso de puntillas y le dio un casto beso en los labios, él le besó la frente; y salieron de su sala común por separado, sin saber lo que muy pronto se avecinaba...

Hermione entró al comedor, y se dirigió directamente a la mesa de Hufflepuff. Cuando vio la cabellera pelirroja, se acercó, y se sentó junto a él. Ella le agarró del mentón y le giró la cara, para examinarlo.

- Oh, gracias a Dios que estás bien... - Los dos se abrazaron.

- ¿Qué tal estás Hermione? - Preguntó él.

- ¿Qué mas da como esté yo? ¿Cómo estás tú? - Ambos se sonríeron con complicidad.

- Estoy bien, la magia hace maravillas. - Ella rió.

- Cedric, ¿quieres que haga yo las patrullas? No quiero que estés mal o incómodo por lo que ha pasado con Draco. - Cedric le lanzó una mirada tranquilizadora.

- Tranquila Hermione, es más importante tú seguridad. - Luego de un rato hablando se despidieron y Hermione se fue con sus amigos. Estuvieron hablando toda la cena, y finalmente Ginny y Hermione se fueron a pasar un rato juntas hasta que las patrullas comenzara y tuvieran que volver a sus torres, al llegar la hora. Ambas se despidieron con un abrazo y Hermione se dirigió a la torre de premios anuales, para así poder dormir. Cuando llegó, no lo dudó ni un segundo y se metió entre las sábanas, cerrando los ojos, y pensando en su chico... Draco, Draco Malfoy.

El rubio se encontraba de camino a la sala de adivinación, donde Hermione y ella se reunían para comenzar las patrullas, pero esta vez, vio a un chico unos centímetros más alto que él, pelirrojo, y de Hufflepuff. Cuando llegó cruzaron miradas y comenzaron a a caminar.

- Acabemos esto cuanto antes - Dijo el rubio. - Cedric no voy a partirte la cara de nuevo, así que ignorémonos toda la noche, hagámoslo por Hermione. ¿Vale? - Él asintió, y así pasaron la patrulla. Cuando terminó, cada uno volvió a su torre y draco se puso su pijama, y se dirigió a la habitación de Hermione. Se acostó junto a ella, que ha estaba dormida, la observó un buen rato, y le acarició la mejilla, para luego quedarse dormido, a su lado. A la mañana siguiente ambos despertaron a la vez, Hermione había descansado muy bien. Draco, no tanto. Comenzaron a mimarse, y a darse besos y abrazos mañaneros.

- Amor hay que levantarse. - Dijo Draco, ella refunfuñó, el Slytherin la agarró de la cintura y la sentó a horcajadas sobre él. Le agarró la cintura, y la miró a los ojos, acercaron más sus cuerpos, hasta que le chica notó la erección mañanera de su chico. Lo miró provocativa y sus bocas chocaron como dos imanes. Sus cuerpos hacían fricción y ambos soltaban profundos suspiros, draco besó el cuello de la Gryffindor, hasta que Hermione notó como comenzaba a hacer frío en la habitación, se percató de ello y miró al ventanal, comenzó a congelarse.

¿Malfoy? ¿Granger? | DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora