UNKNOWN [Editando]

ATISBOS DE ADOLESCENCIA

La noche pasó entre besos, abrazos y manoseos, pero nada más. Al final de la noche Grayson se escabullo por mi balcón, o al menos en eso estaba cuando decidí que yo también lo haría.

― Espera... ― le dije mientras bajaba por la barandilla

― ¿Qué sucede? ― Dijo deteniéndose en seco, sus ojos me miraban expectantes.

― Quiero hacerlo, quiero bajar también ― al decir eso logré sacarle una sonrisa, esa sonrisa que nunca quise admitir que me gustaba.

― ¿estás loca? Podrías resbalar, o peor romper ese hermoso vestido ― su tono de voz era tan fresco, tan lleno de humor.

― Bueno, si el vestido es el problema, creo que podría quitármelo antes de bajar ― su reacción es instantánea, sé que el decirle que me desharía del vestido frente a él despertó algo en su interior.

―En ese caso, me temo que tendría que subir de nuevo para asegurarme de que nadie más que yo sea quien te vea desnuda ― aunque la terraza no este del todo iluminada, puedo ver claramente como encarna una ceja al decir eso.

― Suena tentador. Pero por ahora solo hazte a un lado que pienso bajar

como puedo me arremango el vestido y bajo descalza por las barandillas del balcón, Grayson me ayuda a llegar al suelo deteniendo mi cuerpo con sus brazos. Al bajar quedamos demasiado cerca el uno del otro, siento su aliento en mis labios, y él puede sentir mío en los suyos también. Puedo escucharlo jadear, puedo sentir el bulto que crece en el fondo de su pantalón.

― Esa cara tierna no es suficiente para esconder tu perversión, ¿lo sabias? ― Me acerco a su rostro como si fuera a besarlo, pero en el último instante me separo y salgo corriendo hacia el jardín lateral de la casa, puedo oír como Grayson susurra un "no tienes ni idea" tras de mí.

No logro correr demasiado cuando siento sus brazos rodear mi cintura, no puedo evitar soltar un pequeño gritito al sentir sus manos heladas en mi. Quizá ninguno de los dos midió su fuerza, o quizá el césped se encontraba demasiado mojado por el sereno, porque en un instante perdimos el equilibrio y caímos en él. A pesar de haber caído, no podíamos parar de reír, afortunadamente para mí, el cayo primero, así que su cuerpo logro amortiguar mi caída.

― Shh no hagas ruido, podríamos despertar a alguien ― susurra Grayson tratando de contener la risa. Pero no puedo evitarlo, no puedo evitar que la felicidad que siento escape de mí en una carcajada. Creo que Grayson se ha dado cuenta de que pedir silencio usando palabras es imposible, así que ahora intenta hacerme callar juntando sus labios con los míos.

Es un beso tierno, de esos que te catapultan de nuevo a esa época en la que el besar por primera vez a tu primer amor era lo más maravilloso que pudieras experimentar en esta tierra.

Creo que en otras circunstancias esta noche hubiera sido aún más perfecta. Aquí y ahora, sentía que era yo misma, no era un nombre escrito en un trozo de papel, no era una fotografía en una revista, no era el blanco de ningún paparazzi, no era una empleada en una nómina, solo era yo; y él, era solo él. No teníamos nombres ni apellidos, solo éramos dos personas tratando de encontrarse a sí mismos, cada uno apoyándose en el otro.

― Sabes, creo que esta ha sido la mejor noche de mi vida. Bueno, solo esta parte y la de mi habitación― Admito acercándome más a él.

― Para mí también lo es, aunque no puedo evitar pensar en que pudimos haber disfrutado de más noches como esta. ― Me quedo en silencio, no sé qué pueda decir que no haya dicho ya. ― Debo irme

―Lo sé. Espera, ¿y tú auto? No sigue dentro, ¿o sí? ― Si la respuesta fuera si tendríamos un problema.

― Descuida, mientras sonreías para las fotos fui por mi auto y lo estacioné justamente detrás de ese muro de allí ― dijo señalando el muro que se encuentra justo detrás de nosotros.

Ambos nos ponemos de pie y empezamos a caminar hacia el muro que separa a la propiedad del resto de la ciudad. Lo último que hace es besarme, y rodearme. Después de eso, lo veo desaparecer en la penumbra.

Di media vuelta pensando en todo lo que había pasado durante la noche. La verdad es que a pesar de que la noche no había iniciado bien, había tenido un final casi perfecto. No podía evitar desear que esta noche no fuera el final.

Al menos no para nosotros dos...