DESAYUNO, ¿O INTERROGATORIO?

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POV MACKENNA

La propiedad de los Beckett está cada vez más cerca, Estoy comenzando a sentirme nerviosa, ¿y si digo algo malo? O peor aún ¿ni no digo nada en absoluto? Trato de relajarme intentando leer todo lo que he escrito en mi agenda.

― ¿se encuentra bien señorita? ― La voz del chofer logra devolverme a la realidad, puedo ver sus ojos en el espejo retrovisor. Gracias a dios que no estoy conduciendo este auto, sino ya hubiera provocado un accidente.

― Sí, estoy bien. Es solo que no todos los días desayunas con tu futura suegra que acabas de conocer la noche anterior. ― Dije todo tan rápido que puse en duda mi afirmación sobre estar bien.

― No tiene que fingir conmigo, se lo que en realidad está pasando, y es más de lo que puedo decir de las demás personas en la ciudad ― ¿Por qué no iba a saberlo? todo el servicio lo sabe.

― Es complicado ― dije esquivando su mirada en el espejo.

Nos quedamos en silencio el resto del camino, la verdad es que temía que, si seguía hablando, mi corazón escaparía por mi garganta.

― Llegamos ― ni siquiera soy consciente de ello, y mucho menos de que el chofer ha abierto la puerta del auto, ¿o debería decir limusina?

― Gracias. Necesito que te quedes, por si necesito irme antes de lo esperado.

Ni siquiera me he acercado lo suficiente a la puerta, pero esta ya está abierta casi por completo, y en medio de ella se encuentra la señora Beckett mirándome.

Después de un breve saludo me hace pasar dentro de la casa. El vestíbulo es simplemente esplendido, cada centímetro de este emana perfección y delicadeza.

― Impresionante ― susurro acercándome a un retrato de la familia, es obscenamente lujoso como todo lo demás en el lugar.

― Andrew insistió en hacerlo, al parecer en su familia siempre fue costumbre el retratar a la familia para la posteridad. Quien sabe, en un futuro tendrás uno en tu hogar ― Hogar, no sé si algún día podré llamar así a la monstruosidad que Scott llamara casa, porque a ver este lugar estoy segura que en donde vivamos será igual.

― No creo que esto vaya con el estilo del departamento de Scott

― Tonterías. Ese retrato estará en la mansión que Scott ha comprado para ti querida ― ¿Qué? Controlo mi sensación de sorpresa lo mejor que puedo.

Adalid ha empezado a avanzar y me pide que la acompañe. Caminamos hasta llegar a un espacio donde hay una hermosa terraza. La mujer me hace un ademan para que tome asiento en una de las lujosas sillas de una pequeña mesa que ha sido instalada en ese espacio.

Estuvimos hablando sobre cosas triviales por casi dos horas, la mayoría de esas cosas eran un tanto absurdas, y todas mis respuestas eran casi falsas, debido a que algunas de esas preguntas eran sobre mi supuesta relación con Scott. Si hubiera sabido el giro que daría esta conversación, me hubiera esforzado un poco más para alargar mis mentiras.

―Y, ¿a qué te dedicas actualmente? ¿trabajas o algo así? ― Esa era una pregunta simple, desde hace un año solo me había dedicado a ser una de las tantas estatuas que existen en mi casa.

―Bueno, em, la verdad es que no trabajo desde hace un tiempo, un año para ser exactos. Pero antes era directora ejecutiva en la sede principal de Moldovan Industries, una empresa rumana dedicada a la refinación de petróleo.

― Tengo entendido que mantuviste una estrecha relación con uno de los tres herederos del clan Moldovan ― eso si me ha tomado totalmente desprevenida.

UNKNOWN [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora