PRIMERAS IMPRESIONES

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Es hoy, el día que veré al desconocido, bien pude investigar su aspecto en google, pero prefiero darle el beneficio de la duda, aunque sé que probablemente se trate de un hombre calvo de más o menos cincuenta a sesenta años con tendencia a la pedofilia, me da asco de solo pensar que podría estar en lo correcto. Ayer pase todo el día después del desayuno maquinando un plan para evitar este matrimonio, si lo que pienso a cerca del extraño es cierto haré todo lo posible para que se harte de mi comportamiento hasta que decida cancelarlo todo.

La primera parte de mi plan es actuar como si nada de lo que dije ayer durante el desayuno hubiera pasado, así que me levanto y me visto rápidamente para salir a desayunar.

―Buenos días― digo ocupando mi lugar en el comedor.

―¿Te encuentras bien? Ayer no comiste nada ―Dice mi madre escrutándome con la mirada.

―Estoy bien ―digo con una sonriendo.

―Me alegra escuchar eso, porque hoy es un día importante― interviene mi padre.

―¿Lo es?― Murmuro en tono sarcástico.

―Hoy al medio día nos visitara el señor Becket, así que espero que lo recibas y trates con cortesía― dice mi padre mirándome fijamente a los ojos.

―Lo haré.

Después de eso el desayuno continuo en silencio, solo me limite a responder con monosílabos cuando se requería mi opinión.

***

Después del desayuno me encierro en mi habitación y comienzo a arreglarme para mi estúpida e indeseada cita. Opto por un vestido casual pero recatado, quiero darle la impresión de una mujer que no se deja atremendar y no una colegiala que se sentara en sus piernas pidiendo más.

Me arreglo el cabello y uso un poco de maquillaje, trato de verme lo más joven posible, espero que al ver lo joven que soy se ablande y decida que ser un anciano y casarse con alguien que prácticamente es una niña es algo asqueroso.

***

llevo media hora sentada en mi cama, estuve lista para salir antes de tiempo, así que ahora tengo que esperar. Miro la hora, faltan tan solo unos minutos, quisiera terminar con esto de una vez.

―Señorita ― escucho que dice alguien al otro lado de la puerta.

― ¿Si? ― digo en respuesta.

―El señor Becket ha llegado, él y sus padres la esperan en la terraza― murmura.

―Ahora bajo, retírate.

Es hora. Me levanto y reviso mi maquillaje antes de salir.

Bajo las escaleras con cuidado, cuando llego a la planta baja puedo escuchar voces y risas, me aliso el vestido y salgo a conocer a mi próximo infierno personal.

―Y ahí esta ella ― dice mi padre dirigiendo su mano hacia mi.

Lo que veo a continuación hace que me detenga en seco, el señor Becket no es un pedófilo calvo, es un hombre joven, alto, fornido y apuesto, mierda.

―Lamento la tardanza ― digo apartando la mirada de él, pero él no la aparta de mi.

―Los dejaremos solos para que se conozcan― dice mi madre tomando del brazo a mi padre, para luego arrastrarlo dentro de la casa de nuevo.

Ahora estamos solos, los dos. ¿Qué hago?

―Hola Mackenna ― dice acariciando mi nombre mientras me ofrece una copa de vino rosado.

―Es un gusto conocerlo señor Becket ― digo recibiendo la copa.

―Llámame Scott ― Dice tomando de su copa de bourbon ― Después de todo, creo que por la cara que pusiste cuando me viste supongo que esperabas a un vejete.

―Efectivamente, esperaba alguien que no fuera tan tú―Digo llevando la copa a mis labios .

― ¿Tan yo? ― indaga mirándome expectante. Al ver que no respondo decide seguir hablando ― ¿entonces no esperabas un hombre culto, de buena familia, guapo y encantador, además de una virilidad de tamaño descomunal? ― Dice con malicia. Con que es esa clase de chico, si quiere jugar, juguemos entonces. Mi primera reacción es lanzar una carcajada.

―Para ser un hombre resultas bastante infantil, además la virilidad no se mide en el tamaño de micro pene ―Digo mirándolo.

― Créeme soy todo menos infantil. Y esto que ves, no es un micro pene ― dice con aire socarrón.

―Ciertamente lo dudo ― murmuro dejando la copa en una mesilla

―Si no fuera porque tus padres están dentro te mostraría de lo que soy capaz en esa mesa —dice relamiendo sus labios al mismo tiempo que inclina la cabeza hacia la mesilla donde he dejado la copa.

Que intenso

― ¿Eso suele funcionarte con frecuencia? ― pregunto mientras contengo la risa

― Por lo general así es ― dice acercándose

― ¿déjame adivinar? Solo tienes que decir esa absurda frase y las chicas se desnudan y se lanzan sobre ti ― digo en tono sarcástico.

― La verdad es que no sé porque aun sigues con ese vestido puesto― dice mirándome, bueno mi cuerpo. ¿Es en serio? No es un pedófilo, pero, por dios, está claro que toda su vida se resume a sexo.

Me acerco a él a una distancia peligrosa, lo suficientemente peligrosa para que solo él pueda escuchar lo que estoy a punto de decirle.

―Dejemos algo claro, no seré yo quien se desnude. Y si solo viniste por sexo puedes regresar al burdel del que has salido ― sentencio arrebatándole la copa de bourbon bebiéndome el contenido en un solo trago.

Comienzo a caminar y es en ese momento cuando siento que algo me retiene, es el que me ha tomado del brazo obligándome a encararlo.

― Escucha bien, te guste o no, serás mi esposa, y haré contigo lo que me venga en gana ― dice acercando su boca a la mía, puedo sentir su aliento tibio sobre mis labios

―Eso lo veremos ― sentencio soltándome de su agarre y sin más comienzo a andar de nuevo al interior de la casa.

🌟🌟🌟🌟

la verdad es que no suelo hacer notas de autora, pero una personita me dijo que seria mejor hacerlas para interactuar con todos ustedes. espero que hasta ahora la historia no les haya parecido sosa y continúen leyendo.

atte: luescnov🌠

UNKNOWN [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora