DESAHOGOS

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Ayer fue… ni siquiera tengo un término para definirlo. Después de todo lo que paso solo me quede en mi habitación sin dar señales de vida, pero el tiempo seguía corriendo, así que me levante de la cama para seguir con mi rutina. Era temprano, aunque no demasiado, me dirigí al baño para darme un baño, no una ducha, un baño. Al mirarme al espejo pude darme cuenta de que ni siquiera me había puesto un piyama ayer por la noche, sino que aun tenia puesto el vestido que usé para conocer a Scott.

Preparé todo para tomar un buen baño, me desvestí y entre en a tina. Me sumergí al grado de que solo mi nariz sobresaliera fuera del agua. Y así estuve durante un buen rato hasta que alguien toco la puerta, era mi madre, pude escuchar cómo me llamaba desde fuera.

― Salgo enseguida ― dije saliendo del agua, me pongo el albornoz y Salgo del baño

―No quería interrumpirte, es solo que quiero hablar contigo ―Dijo mi madre desde el mini sofá de mi habitación.

― ¿De qué quieres hablar? ―Pregunté sentándome frente a ella.

―Primero quiero que sepas que ni tu padre ni yo queríamos esto para ti, es solo que después de… ― Murmura mientras sus ojos se empiezan a cristalizar.

―Lo sé― digo poniendo una mano sobre la suya―Nada es igual desde que eso paso.

Recordarlo todo, revivir aquello era doloroso.

―Tu padre hizo lo que pudo para que pudieras tomar el cargo sin necesidad de todo esto, pero no funciono, ninguno de los miembros de consejo estaba dispuesto a que una mujer de tu edad liderara semejante emporio, o más bien a ellos, dijeron que solo te aceptarían como la cabeza del equipo si era un hombre el que tomara tu lugar en la silla ―Habló mi madre.

―Hubiera deseado al menos poder haber elegido con quien compartiría no solo el resto de mi vida sino mi legado también, solo eso hubiera querido ― Murmuré con absoluta sinceridad. Era verdad, lo que más me enfadaba no era el hecho de casarme sino el no poder elegir con quien lo haría.

― Lo sé, hubiera querido que pudieras hacerlo.

― ¿Entonces por qué no le dijiste que me dejara hacerlo? Tenía derecho a elegir ― Dije con desgano.

―Tu padre pensó que sería mejor si te casabas con alguien que no solo fuera bien visto por nosotros, sino que también fuera beneficioso para el negocio, así que busco al señor Beckett ― Se excusó mi madre.

― lo entiendo, pero, ¿Por qué tenía que ser él? ― Le cuestioné.

―Porque él es el único que puede ayudarnos.

― ¿Ayudarnos?

― Si, en caso de que la compañía tuviera un problema Beckett industries seria nuestro respaldo, además el padre de Scott siempre quiso adquirir la compañía, pero tu padre nunca lo permitió.

― Así que esa es la oferta irrechazable que mi padre le hizo, la compañía a cambio su apellido, oh y espera yo voy de regalo con la compañía― espete llena de cólera.

―No lo entiendes, no quise...

― Por favor vete ― dije levantándome para abrir la puerta.

UNKNOWN [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora