¿PROMESAS?

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La noche por fin había terminado. Solo tuve que brindar y sonreír un poco más para que todo terminara. Scott insistió en quedarse hasta después de la fiesta para hablar con mi padre, en cambio yo decidí subir a mi habitación, pero mi padre me pidió que los acompañase en su conversación y no acepto un no por respuesta.

―Estuvieron excelentes, los medios se lo creerán todo. ― Dijo mi padre con una sonrisa.

―Gracias. ―Responde Scott

― ¿Qué les parece si hacemos un último brindis? Para celebrar que esta noche ha estado perfecta.

Mi padre se dirige hacia su mini bar sin siquiera esperar respuesta.

―Yo estoy bien así, no quiero más alcohol en mi sistema. ―Musito

―Ella tiene razón, además yo debo conducir de vuelta a casa y no sería muy responsable de mi parte recorrer el camino estando ebrio. ― Vaya Scott

― ¿Desde cuando tienes sentido de la responsabilidad? ― Pregunto enarcando mi ceja izquierda.

―Mackenna― me reprende mi padre

―No, déjela, me gusta su sentido del humor. Eso es atractivo en una mujer.

Mi padre, simplemente suelta una carcajada.

―Qué bueno que te resulte interesante, porque te esperan muchos comentarios como ese.

― ¿Hola? Sigo aquí, y puedo oírlos, fuerte y claro. ―Digo haciendo un exagerado ademan con mis manos.

―Lo sabemos. Pero, en fin, si ustedes no quieren brindar, lo hare yo solo.

La charla se prolonga por unos instantes más. La verdad no hay mucho que valga la pena escuchar, solo hablan del consejo y de cómo será la unión de ambos emporios y de lo beneficioso que resultara para ambos.

―Bueno, este viejo tiene que ir a descansar. Los dejo solos, deben tener mucho de qué hablar. ―Genial, simplemente genial.

Se despide de Scott con un efusivo apretón de manos.

―Al fin solos― no sé porque, pero ese tono pervertido en su voz me hace sentir un tanto expuesta.

― Si, solos, desgraciadamente solos.

Lo veo recargarse sobre el escritorio y posar sus ojos sobre mí.

―Creo que no te lo dije, pero, luces despampanante esta noche ―eso me hace embozar una media sonrisa.

―Y tú, luces... como tu

― ¿Y eso que significa? ― En serio que me sorprende el cómo podemos ser amigables por un momento y después pasar a querer arrancarnos la cabeza.

―No lo sé, ¿un poco atractivo? ― Digo encogiéndome de hombros

― ¿Solo un poco? ¿es que no me has visto atentamente?

―Ok, eres muy atractivo. ¿contento?

― Si, la verdad sí. Tú también eres muy atractiva. ―No me pasa inadvertido el cómo su mirada me recorre y el gesto que hace con sus labios.

― ¿Podrías dejar de hacer eso?

― ¿Por qué? ¿te excita? - ¿Cómo pudo haberse acercarse tanto en un pequeño instante?

―No Scott, no me excita en lo absoluto. ―Suelto en tono de exasperación

―Lo dudo. Por más que te resistas sé que un día podré poseerte.

―Claro, cuando el sol y la luna salgan a la misma hora. ― Digo en tono tajante.

―Deberías saber que tarde o temprano ocurre un eclipse. Y cuando eso pase no podrás huir de me mí, y entonces te follare tan duro que cada vez que te sientes recordaras que yo estuve dentro de ti. ―Susurra acercando sus labios al lóbulo de mi oreja, lo siento apartar un mechón de cabello para dejar expuesto mi cuello, lo siento depositar un beso húmedo sobre él. Mi respiración se entrecorta al sentir el rose de sus labios sobre mi piel. ― Adiós Mackenna.

Y eso fue todo, de un momento a otro se evaporo de la habitación, dejándome sola y tan confundida como un niño de cinco años al escuchar un problema de metafísica.

― ¡Carajo! ―Susurro pasando ambas manos por mi cabello.

UNKNOWN [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora