VIEJAS AMISTADES, VIEJOS CONSEJEROS

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Salió de manera obediente, se dio media vuelta para decirme una última cosa, pero no le di la oportunidad de hacerlo, porque tan pronto como empezó a girarse le serré la puerta en la cara.
De nuevo quería llorar, pero no me lo permití, en lugar de eso llame a Jane y le pregunte si podíamos vernos, a lo que ella respondió afirmativamente.

***


Y aquí me encontraba yo, aparcando mi coche cerca de una afamada cafetería. Bajé del auto y comencé a caminar, en verdad necesitaba un respiro de toda la mierda que me esperaba en casa.  Cuando entré a la cafetería pude vislumbrar a Jane en una de las mesas al fondo. Camine hasta donde se encontraba mientras ella me hacia una señal con a mano.

―Hola ― Dije mientras tomaba asiento.

―Hola, me sorprendió tu llamada, confieso que me hiciste esperar demasiado ―Murmuro haciendo un falso ademan de ofensa.

―No seas ridícula, nos vimos la semana pasada, además estos últimos días han sido una locura ― Traté de excusarme.

―Lo sé, Grayson me lo contó ―La verdad es que no me sorprende que lo haya hecho, la pregunta es hasta qué punto le habrá contado, ¿le habrá mencionado nuestro beso?

― ¿Qué fue lo que te dijo? ― pregunté con un poco de curiosidad, aunque ya tenía una vaga idea de lo que me diría.

―Me habló sobre tu boda, y sobre quien es el hombre que será tu esposo y sigo sin poder creerlo ― Dijo antes de tomar un sorbo de su café.

―Lo sé, es una locura. Ni si quiera estoy segura de poder hacerlo ― admití.

― ¿El qué? ¿el tener sexo con un extraño? No puede ser tan malo, yo lo hago algunas veces ―Y ahí estaba ella, tratando de hacerme reír aun cuando la situación era una mierda.

―Casarme idiota ― dije sin poder contener la risa. Ambas reímos, por eso adoraba hablar con ella, hacía que los problemas parecieran un chiste y que con solo hacer un comentario gracioso sobre ellos se solucionarían.

―Perdón, es cierto que esto es algo grande, Grayson parece devastado, él te quiere y creo que nunca perdió la esperanza de que tu llegaras a hacerlo también ―Dijo en tono serio. Lo que decía era cierto y yo lo sabía, pero por mucho que lo quisiera no estaba segura de que lo nuestro pudiera ser posible.

―Lo sé, pero yo no elegí esto― Fue lo primero que dije para dar paso a mi jodido relato sobre mi próxima vida como la señora Beckett.


Jane en ningún momento me interrumpió, escucho atentamente todo lo que le dije y puso cara de absoluta concentración cada vez que hablaba y otra cara de asimilación cuando hacia una ligera pausa para beber mi café.


―En serio que estas jodida, espero que Grayson logre encontrar algo que te ayude a librarte de esto. Pero, también deberías empezar a pensar en la posibilidad de que quizá no haya nada que le haga cambiar de parecer, por lo que me contaste el no es un hombre de los que suelen ceder con facilidad, tendrías que tener una razón de peso para que lo hiciera y sinceramente no creo que lo haga ―Dijo tomando mi mano y ofreciéndome una mirada de compasión acompañada de una sonrisa.

― Jane ― susurré.

― ¿Si?

― Gracias por escucharme.


Y así fue como concluyo el tema y dimos paso a un desayuno lleno de trivialidades. Disfruta este momento de tranquilidad porque no creo que venga otro en un largo tiempo.

UNKNOWN [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora