EXPLICACIONES

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POV MACKENNA

Abrí la puerta de servicio con sumo cuidado de no hacer ruido, me deshice de los zapatos al entrar, y aun así caminé de puntillas hasta mi habitación, sé que sonaba tonto el que hiciera esto, ya era una adulta; la verdad es que no quería despertar a mi madre, no quería oír sus preguntas estúpidas sobre si ya tuve sexo con Scott.

Mientras caminaba por el pasillo rumbo a mi habitación, pasé por la habitación de mis padres y me detuve en seco al escuchar un ruido proveniente de ella, al final solo resulto ser un ligero bufido, así que seguí caminando, aunque lo hice de manera más rápida, abrí y cerré la puerta sigilosamente y ahora fui yo quien soltó un bufido. Tiré todo en el mini sofá de la habitación y me fui directo a la ducha, mientras esperaba por el agua caliente me deshice del vestido y mi ropa interior.

Entre en la ducha, y deje que el agua y el jabón en gel hicieran los suyo.

***

El timbre del despertador hizo eco por toda la habitación, no quería salir de la cama, solo había podido dormir al menos tres o cuatro horas, y eso no era suficiente. Pese a mi cansancio, me levante de la cama y fui directo al baño, sabía que debía tener un aspecto horroroso, y el reflejo en el espejo del baño no hacía más que confirmarlo, abrí la llave del lavabo y moje mi cara con el agua helada que esta emanaba, necesitaba desperezarme, así que cambie mi pijama por ropa deportiva y decidí salir a correr un rato.

Eran las seis de la mañana, la casa aún se encontraba en silencio a excepción del que debía ser mi padre en su despacho y las demás personas del servicio trabajando en la cocina.

Salí de la casa y camine hacia la reja de esta, no quería llevar mi auto el día de hoy, correría todo el trayecto de ida y vuelta, así que solo lleve conmigo mi móvil, unos auriculares y un poco de dinero por si acaso, no estaba seguir si me conformaría con correr por el sendero o si sería capaz de llegar hasta la ciudad. Cuando llegue a la reja, el guardia en turno me dio un cordial saludo y me dejo salir, apenas estuve fuera empecé a correr.

La casa se encontraba en una de las zonas residenciales más exclusivas de la ciudad, pero aun así no estaba completamente alejada del bullicio de esta, la casa más cercana se encontraba a un par de kilómetros de donde terminaba la reja y la ciudad solo estaba a veinte minutos de esta en auto.

Solíamos tener otra mansión aún más lejana a la ciudad, Raleigh y yo solíamos usarla de vez en cuando para alguna fiesta, antes de que cada quien decidiera comprar su propio apartamento. Nos gustaba porque así tendríamos la certeza de que ningún policía nos molestaría, ya que la casa estaba en un lugar casi completamente remoto y las fiestas que dábamos por lo general eran tan ruidosas e incluso, algunas veces podrían haber llegado a rozar lo ilegal.

Corrí durante un buen rato usando el sendero que había sido creado especialmente para que pudiéramos correr en él, para cuando me detuve la reja no era más que una mancha borrosa a la distancia. decidí correr durante un rato más antes de pensar en regresar.

***

Para cuando regrese a casa ya eran las casi las nueve de la mañana, había tardado un poco más de lo habitual, y es que había hecho una parada más antes de regresar, y después decidí que la mitad del regreso la haría caminando. Crucé la reja y seguí caminando hasta la casa, cruzo la puerta principal y me dirijo a las escaleras, eso antes de ser interrumpida por una voz jodidamente pedante.

―Buen día Mackenna ―oh mierda, si antes me preocupaba el cómo me veía, ahora me importa aún más.

―Buen día señor Beckett, ¿espera a alguien? ¿ya le ofrecieron algo de beber?

UNKNOWN [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora