UNKNOWN [Editando]

SOLO ABRÁZAME

Grayson aún se encuentra en mi habitación, reposando en mi cama.

― Aun sigues aquí ― solo hasta escuchar mi voz es consciente de mi presencia.

―Te dije que esperaría aquí, por ti ―murmura levantándose de mi cama.

―Lo hiciste ― no puedo evitar sonreír.

De un momento a otro me encuentro rodeada por sus brazos. Envuelta en su aroma y los repetidos besos que ha comenzado a dejar por mi cuello.

―Espera ― susurro.

― ¿Qué pasa? ¿estas comenzando a arrepentirte? ―No pasa desapercibido su tono de mitad decepción mitad reproche.

―No, no es eso. Es solo que esta ha sido una noche larga y lo único que deseo es que termine. ― Musito apartándome de el pero no demasiado.

― ¿entonces me voy?

― No. Solo ven aquí, recuéstate conmigo y abrázame, solo abrázame. ¿de acuerdo? ― Tomo su mano y lo arrastro a mi cama.

―De acuerdo. Si eso es lo que quieres, eso haremos.

Y sin más nos recostamos en mi cama, el con sus brazos envueltos en mí y yo con cabeza sobre su pecho, ambos con nuestras piernas entrelazadas. Reinaba el silencio absoluto y así fue durante varios minutos, hasta que el por fin lo rompió

― Debí actuar antes. ― Su voz suena ausente, es como si lo que está diciendo fuera para alguien más, alguien que solo se encuentra en su cabeza.

― ¿De qué hablas? ― Digo alzando mi vista hacia el

― Si hubiera sido lo suficientemente valiente para decirte lo que sentía aquel día que regresaste, nada de esto estaría pasando, serias mía, y no de él. ― Ni si quiera se atreve a mirarme.

―Quizá sí, quizá no. Por favor no pienses en eso ahora ― susurro. Estoy a punto de pasar una mano por su rostro cuando me doy cuenta de un pequeño gran detalle. La mano con la que pensaba acariciarlo es en la que llevo puesta la sortija, así que me abstengo de hacerlo.

― No puedo evitar pensar en ello. Es todo un hecho, mañana todo el país sabrá que le perteneces a él, y a nadie más. ― Por fin fija sus ojos en mí, puedo ver su mirada cargada de tristeza, de rendición, de dolor.

― ¿sabes qué? Esta noche no seré Mackenna Ferreira, solo seré Mackenna, sin apellidos, sin compromisos ni preocupaciones. Y espero que tú seas solo Grayson. ― Me alejo lo suficiente para poder poner la sortija dentro un cajón en mi cómoda.

― Me parece perfecto. ― Sonríe atrayéndome hacia él.

***

Siento pequeñas criaturillas caminar por mi espalda, siento como me provocan unas muy leves cosquillas. Es hasta que escucho su voz que me doy cuenta que esas criaturillas son los dedos de Grayson recorriendo el escote en mi espalda.

No quiero despertar, me gusta sentirme así, con él. Aún sigo con la cabeza sobre su pecho. Su respiración es acompasada, su corazón late tranquilo, es como una canción de cuna.

― Mackenna, despierta. ― Dice besando mi cabello en repetidas ocasiones.

―Si lo hago, el encanto se romperá, y te irás. Y no quiero que eso pase― murmuro contra su pecho.

― Yo tampoco quiero dejarte, pero debo hacerlo y tú lo sabes ― dice soltando un largo suspiro.

―Lo sé, pero no quiero que lo hagas― los besos se detuvieron de repente. Escucho como trata de reprimir una risa. ― ¿Qué sucede?

―Nada, es algo tonto

―No importa, dímelo — pego mi cara a su pecho, quiero absorber todo lo que pueda de él, quiero quedar impregnada de él.

―Pensaba que deberíamos fugarnos, ya sabes irnos lejos, y no lo sé, quedarnos juntos. Suena tonto lo sé ―apenas termino de oír su propuesta, alzo mi cabeza para poder mirar su rostro.

―No es tonto, solo es un tanto descabellado. No sé si podremos fugarnos lejos, pero te prometo que mañana pasare todo el día contigo. ― Susurro besando sus labios. En un instante me encuentro contra el colchón con el encima mío, profundizando este beso cada vez más, puedo sentir como sus manos viajan desde mis caderas hasta mis muslos; no puedo evitar soltar un jadeo.

Paso mis manos por su espalda y después por su trasero, necesito sentirlo, lo necesito ahora.