POV MACKENNA
Ya casi era hora.
Hice lo que Grayson dijo, y elegí un vestido bastante lindo, era un hermoso vestido de satín en color rose gold con unas sandalias de tacón color dorado. Enmarcaba perfectamente mi figura. Además, me maquille de tal modo que mis ojos se vieran más afilados, como los de un felino; y mis labios, estos eran de un muy llamativo color carmesí que hacía mucho contraste con el azul de mis ojos.
Solo faltaba el antifaz.
Me quité la sortija y la metí dentro en un joyero, que a su vez meta dentro de un cajón.
Salí de la casa sin hacer mucho revuelo, y me dirigí a millenium park, aunque antes debería pasar a una tienda de disfraces o algo parecido para poder conseguir el antifaz.
***
Aparque frente a una tienda de disfraces, pero no era cualquier tienda, era la tienda. la dueña estaba cambiando el cartel de abierto a cerrado.
― ¡Espere!, necesito comprar algo ―Grité en un tono medio fuerte acercándome rápidamente a la tienda.
―Lo siento, ya cerramos ―Contestó la mujer al otro lado de la puerta.
―Le daré cien dólares si abre esa puerta. Por favor ― Bastó oír esa cifra para que quitara el pestillo a la puerta y me permitiera pasar.
―De acuerdo, entre. ¿Qué es lo que necesita?
―Quiero un antifaz.
―Por aquí ―me indicó comenzando a caminar.
Me guío hasta una gran vitrina donde tenía unos hermosos antifaces perfectamente confeccionados. Sé que debería elegir uno de color blanco u otro de color negro, pero hubo uno que me atrapo al instante, era un hermoso antifaz color gris, con un efecto satinado. Es perfecto.
Lo señale con mi dedo, la vendedora lo envolvió y me lo entregó. Pagué por él, más los cien dólares adicionales y me dirigí a la salida, hasta que algo en el fondo de la habitación llamó mi atención; era una peluca de color rubio platinado, pensé en pasarla por alto, pero una parte de mi decía que el antifaz no sería suficiente, que alguien podría reconocerme y todo lo demás se iría a la mierda. Debo admitir que me encantaría que eso sucediera, pero no podía fallarle a mi padre, después de la muerte de Raleigh yo era su única alternativa, sin nadie del linaje Whittmore liderándolo todo, el consejo comenzaría a hablar y optarían por hacernos a un lado, y eso no podía suceder, todo por lo que nuestra familia ha trabajado durante generaciones quedaría en el olvido.
―Deme esa peluca, la del fondo ―La vendedora fue hasta donde le indiqué y me tajó lo que pedí
― ¿podría ayudarme a ponérmela?
―Señorita yo no... ―La interrumpí en cuanto empezó a negarse.
―Le daré otros cien dólares si me ayuda ―Eso fue suficiente para que la vendedora me invitara a tomar asiento y empezara a acomodar mi cabello para poder colocar la peluca correctamente.
***
Llegué a millenium park, aparqué en una esquina y saqué mi teléfono del bolso para preguntarle a Grayson donde se encontraba.
Grayson: Estoy en el estacionamiento de tu antiguo departamento.
***
Entré al estacionamiento subterráneo y aparqué mi auto en el sitio que me había sido asignado cuando compré mi departamento. Grayson se encuentra esperándome en uno de los dos sitios adicionales por los que pagué.
―Wow, creí el antifaz sería suficiente ―dijo cuándo me vio acercándome a él.
―No puedo arriesgarme a que alguien me reconozca. Además, siempre quise ver como luciría si fuera rubia. ―Contesté tocándome las ondas de la peluca acercándome aún más.
Nos recibimos con un beso. Di gracias a dios a que el estacionamiento estuviera mal iluminado y que las cámaras siguieran siendo igual de obsoletas que cuando me había mudado hace tantos años, de otro modo podrían haber captado mi cara.
Después de unos segundos nos separamos, nos subimos a su auto y nos dirigimos hacia donde nos llevara la noche.
💎💎💎💎💎
POV SCOTT
Miradas, al llegar al club pude percibir muchas miradas, a pesar de llevar puesto un antifaz todos me miraban, los hombres deseaban tener mi auto, y las mujeres, las mujeres me deseaban a mí.
Una vez en el interior, escogí una mesa en el fondo de la estancia, quería un lugar que me permitiera una buena panorámica del lugar, inmediatamente llego un mesero a tomar mi orden, pedí mi trago habitual. Mientras esperaba, miraba a las bailarinas del club que se encontraban moviendo candentemente sus cuerpos en cinco diversos balcones con forma de jaula. Todas ellas llevaban antifaces color negro, y en sus escasas ropas había detalles de plumas, como si en verdad fueran aves enjauladas.
Aparte la vista cuando mi orden llego, tome un sorbo del trago y seguí inspeccionando el lugar con la mirada, no tarde mucho en distinguir una serie de puertas en la parte superior junto a la escalinata por la que había bajado, al parecer ninguna tenía más que el logo del club.
Llame de nuevo al mesero.
―Disculpe, ¿esas puertas a dónde conducen?
―Son las salas privadas señor, cada una de las tres alas del club cuenta con una serie de estas.
― ¿Cada ala?
―Sí, hay tres áreas diferentes, esta es la común, las otras dos se encuentran arriba, una solo para damas y otra solo para caballeros. ¿Desea alquilar una sala señor?
―Quizá, te llamare si lo requiero. Puedes retirarte ―el mesero asintió con un gesto de cabeza y se fue.
Bien, ahora solo necesitaba encontrar a la acompañante perfecta.
No sabría decir con seguridad si fue el cielo o el infierno quien me escuchó, solo sé que de un momento a otro ella apareció robándose toda mi atención.
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UNKNOWN [Editando]
Romance¿Qué es el matrimonio?, a menudo pensamos y definimos como una meta en la vida llegar al matrimonio, a casarnos con esa persona que nos eriza la piel y que no podemos dejar de mirar. Yo pensaba que eso era parte del matrimonio, pero he llegado a una...