MOVIENDO HILOS

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—Vamos, ¿acaso vez futuro en la empresa con ella a cargo?—Le pregunté al hombre frente a mi.

—La verdad es que esa chica es muy capaz. Logró abrirse paso en los dominios del clan Moldovan— su nombre era Norman, y ya había dejado claro que el no sería uno de mis aliados, pero también sabía que no diría nada a nadie, no si valoraba su reputación.

—Si, follándose a uno de los herederos—Dijo otro. Me enfureció escuchar eso, si bien ella era pareja de uno de los herederos, su éxito venía mucho antes de que eso sucediera.

—Como sea, Hugh no dejará que la desplacemos así como así. Es su hija—Vociferó otro más.

—Es ahí donde entro yo. Quiero le hagan saber que si ella esta al mando lo dejarán de lado—Hablé fuertemente a todos los hombres que se encontraban reunidos en esta mesa.

—¿Y como haremos eso? Es el que cuenta con el porcentaje más alto de acciones—Yo tenía una repuesta para eso.

—Es cierto, pero ustedes juntos logran superar su porcentaje, y si quisieran podrían dejarlo fuera.

—Si podemos quedarnos con la empresa, entonces ¿para que te necesitamos? ¿Por qué no lo sacamos nosotros mismos y ponemos sus acciones a la venta para que las adquieras?

Debía admitir que eran listos, pero si en sus posibilidades hubiera estado el hacer eso, ya lo habrían hecho.

—Ambos sabemos que eso no es posible, cuando ocurrió el incidente hace casi un año las acciones que quedaron libres no se pusieron a la venta, sino que fueron cedidas a su hija, y todos en esta mesa sabemos que aunque lograran dejarlo fuera, ella seguiría dentro con un porcentaje de acciones mayor al suyo.

—Tiene razón—murmuraron todos por lo bajo.

—¿Y qué se supone que digamos? ¿o que hagamos?—Habló Clermont, al parecer él y Norman eran los únicos que hablaban, claro que, el único que parecía estar de acuerdo conmigo era Clermont.

—Eso déjenmelo a mi, ustedes solo hagan lo que les pido—Miré fijamente a Clermont, quiera que supiera que yo estaba a cargo, y que si me traicionaba no dudaría en hundirlo.

—Una última pregunta chico listo. ¿Qué ganaremos nosotros con esto? ¿Cómo nos beneficia el que tu estés al mando?

—Ya lo verán. Si esto resulta, en un par de meses habrán triplicado el contenido de es bolsillos.

Eso pareció encender algo dentro de ellos, la codicia en sus ojos era tan intensa, tan brutal.

—¿Tenemos un trato?— me recargue en mi silla y espere por una respuesta.

—Lo tenemos, trato hecho.

No fue una sola voz, fueron cinco las que me respondieron.

UNKNOWN [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora