Capítulo 01 - Las consecuencias del descontrol

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-Aryeh-

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-Aryeh-


A veces, los pasillos de mi mente y mis sentimientos son tan raros y están tan afectados, que me da miedo transitarlos... por eso prefiero huir de los mismos.

Cayendo en un pozo sin fondo, intentando perseguir una luz que a medida pasa el tiempo, se hace más y más diminuta, hasta que se cierra por completo y solo veo oscuridad...

La alarma me sacó de ese sueño, el cual se repetía por varios días, como si hasta mi propio subconsciente me estuviese advirtiendo que las cosas estaban yendo mal, pero poco me importaba realmente. Me levantaba con el desayuno preparado por mi chef privado y me encendía un cigarro para según yo "matar las malas vibras con una nube toxica", la excusa más estúpida para no asimilar que solo quería alimentar a mis demonios. Tomé mi teléfono para consultar mi agenda y no había mucho que hacer. Ir al estudio, grabar, una reunión con Giovanni y nada más, tendría la noche para "pasarlo bien".

Me preparé y me dirigí al lujoso garaje que tanto me gustaba admirar como niño pequeño. Me monté en mi Mercedes y me fui a la disquera. Ya en el estudio me esperaba Alexander. Con un proyecto preparado.

-Me sorprende que estés aquí, pensé que hoy también ibas a descansar.

-Hablas como si fuera un vago -respondí viendo la estúpida sonrisa en su rostro. Hicimos nuestro saludo y me senté en mi silla de cuero negro a su lado-. ¿Qué tienes preparado? -pregunté dándole play a la pista.

-Pensaba en un poco de pop -mi negativa se hizo notar-. ¿Demasiado happy dirás? -asentí sonriendo, lo cual sabía lo haría enojar-. Eres un imbécil encapsulado.

-No soy un encapsulado. Es lo que la gente quiere. Escucharme hablar de sexo, drogas, alcohol, fiestas... es lo que vende y en parte es lo que me identifica.

-No me digas -respondió con ironía-. ¿Pero es lo que tú quieres? -podía sentir la doble intención de su pregunta por lo que hubo dudas en mi respuesta antes de soltarla.

-Por ahora sí.

-Bien, espero que pronto salgas de tu capsula. ¿Cuántos llevas? -me preguntó viendo como encendía el segundo cigarro del día.

-Dos.

-Hermano, no es ni hora del almuerzo. Estás en otro puto nivel, te lo juro.

-No me sermonees que quiero trabajar tranquilo -dije dándole una calada-. Reduzcamos los BPM en diez, un poco más de reverb a la melodía y una octava menos al piano -narré los pasos mientras los hacía-. Quito un par de notas, agrego otro par por acá, meto un efecto de este sintetizador y... -di play y la atmosfera de la canción obviamente era más oscura-. Podrías quedarte sin trabajo si me sigues dejando manejar las pistas.

-Llevas diciendo lo mismo desde hace siete años, maldito idiota -expresó entre risas las cuales se me contagiaron.

-¿Damos una vuelta por la noche?

Demons Behind My NeckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora