Capítulo 37 - True Colors

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-Aryeh-

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-Aryeh-

Mostremos nuestros colores reales y no nos separemos nunca.

Toqué la puerta, no iba a esperarla allá abajo para hablar en el auto, quería entrar a su sitio más íntimo y convertirlo en nuestro, así como ella había dejado su firma eterna en mi palacio, yo quería hacer lo mismo en el suyo.

Abrió la puerta y estaba tan natural como acostumbraba estar, ropa holgada de casa, el cabello castaño un poco alborotado, reposando en su hombro izquierdo, sus mejillas ligeramente enrojecidas con ese par de preciosos ámbares que denotaban el desconcierto en su rostro.

-Pensé que me ibas a avisar cuando estuvieses abajo...

-No pude esperar. El cuerpo me pedía verte –ella se apartó sonrojada para dejarme pasar, en cuanto pasé a su lado y me ubiqué en su morada, en esa propiedad tan perfectamente ordenada y sencilla como lo era ella, sentía que mis pulmones se llenaban de un aire reconfortante hasta el punto que la calidez recorría mi cuerpo.

-No es tan grande como...

-Es precioso... –interrumpí y luego negué con la cabeza baja para voltear y verla a los ojos-. Es perfecto –corregí con una sonrisa.

-Aryeh... ¿Qué está pasando? –llené de aire mis pulmones y me paré firme frente a ella.

-Acabo de volver de un viaje con Natasha.

-Lo sé, vi las noticias –la molestia la obligó a ver a otro lado. Quería tomar su barbilla y forzarla a alimentarme de sus ojos, pero no pude. Tuve que aceptar su molestia.

-Viste todo el show que monté imagino... –asintió de brazos cruzados sin verme-. Emma... –desenvolví uno de sus brazos para entrelazar su mano con la mía-. Mírame.

-Aryeh... –por fin me observó directo, pero había molestia en ella-. Si viniste aquí a pedirme disculpas por eso... no tienes que hacerlo. Deberías estar con tu pareja y no conmigo, no quiero que te metas en problemas.

-Sabes que no quieres que esté con ella –respondí con firmeza.

-¿Cómo sabes qué es lo que quiero?

-Porque te conozco mejor a ti que a mí mismo. He memorizado tus gestos, tus tonos de voz, tus miradas e incluso puedo adelantarme a tus pensamientos. Le he dado tantas vueltas en las noches a cada una de tus facciones que podría dibujarte con los ojos cerrados.

-Aryeh... –su voz se mostraba temblorosa. Puse mi índice entre sus labios, no quería escucharla así.

-Vine porque quiero afrontar mis errores y las consecuencias que sean necesarias. He usado a Natasha desde que nos separamos para tratar de sacarte de mi cabeza y no he podido. Sí, eso me hace un egoísta, un imbécil y un miserable por jugar con los sentimientos de alguien para poder huir de los míos en vez de afrontar la realidad y decidir el cambio rotundo que debería haber hecho desde hace años. No vengo a justificarme ni a pedirte que me perdones por lo que te he podido hacer sufrir en todos esos encuentros, en todas esas ocasiones en las que me viste descontrolado, desmedido, superado por mis demonios en vez de batallar contra ellos como tanto deseabas verme... –me puse la mano en el pecho, sentía como me ardía el revoltijo de emociones que tenía dentro-. Solo quiero sacar todo lo que tengo dentro –su mirada era expectante a la vez que triste.

Demons Behind My NeckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora