-Aryeh-
La incertidumbre es mucho más dolorosa que cualquier respuesta negativa...
Dormí poco a pesar de mi estado. Mi cabeza solo podía evocarla a ella, a su sonrisa, sus temas de conversación, su complejidad, su elegancia, su todo en conjunto, para luego mostrarme esa gran puerta reforzada con un imponente candado en medio que parecía no poder abrirse por nada en este mundo.
Temprano por la mañana revisé mi teléfono y pude ver cómo había leído mi mensaje, pero no había contestado. Me dejé caer explayado como una estrella sobre la sabana en la cual su olor estaba impregnado y quería que así fuese para siempre. Sonó mi celular y lo tomé con apuro, no era ella, era Alexander lo cual me decepcionó obviamente.
-¿Estás preparado para esta noche?
-¿De qué hablas? –pregunté aturdido por el desgaste del día anterior.
-¿Tienes problemas de memoria o es que no te has despertado bien? Hoy tenemos una invitación a un desfile de modas, de esa marca elegante que tanto te gusta –me froté la frente pues lo había olvidado totalmente y no tenía ánimos de salir de casa.
-No tengo ganas sinceramente.
-¿Pasó algo con Emma? –ya se había dado cuenta que estaba raro, pero quería entrar en detalles de lo que había pasado, así que me negué-. ¿Entonces qué? Nada te detiene de ir a esos desfiles. Si te sientes mal y no quieres decirme no hay problema, pero al menos podríamos ir y así te distraes, recuerda que necesitamos la mayor exposición posible –ese último punto me alteró la vena de la obligación.
-Está bien... pero no quiero manejar, me pasas buscando.
-¿Te vestirás de Angel Wings? –no pude evitar suspirar ante esa pregunta.
-Sí, tenemos contrato de exposición ¿recuerdas?
-Sí, claro, pero pensé que pagarías tus problemas con Emma directamente con la marca.
-No seas imbécil, eso no tiene nada que ver.
-Oh, acabas de admitir que el problema es con ella –me había descubierto, no podía pensar con claridad a esas horas. Suspiré intentando pensar en qué decir.
-No... eso no tiene... ¿sabes qué? Vete al diablo. ¿A qué hora estarás aquí?
-Una hora antes de que empiece el evento –respondió entre risas-. Mr. Corazón roto.
-Vete a la mierda mejor –tranqué y tiré el teléfono a mi lado en la cama. Estiré la mano y destapé una pequeña caja donde guardaba mis cigarros, me había hartado de los puros. Lo encendí dándole una profunda calada.
El humo salió de mi sistema como si fuese la bruma que habitaba mi mente en ese momento, comencé a toser luego de la tercera calada, pues todavía estaba un poco afectado por "el suceso". Tomé una manzana verde y me senté en el sofá a producir mientras fumaba y me comía mi desayuno casi almuerzo. Una muy rara combinación la nicotina, una manzana y la producción, pero me sirvió para afrontar lo que quedaba de día hasta que me dio hambre de verdad y ordené comida china.
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Demons Behind My Neck
RomanceEn una vida de lujos y fama mundial. Aryeh Allard, una superestrella de la música, debe enfrentarse a la peor cara de la industria, esos problemas que él apoda como: "Demonios". La presión, los compromisos, la poca privacidad y los vicios, son un p...