-Aryeh-
Cuando aparece una barrera inesperada frente a tus ojos, lo normal es que retrocedas, pero yo estaba preparado para romperla...
Cuando estábamos a tan solo centímetros y los ojos entre cerrados, la puerta del estudio se abrió sacándonos del trance. Era una de las trabajadoras de limpieza que no sabía que me encontraba allí, se disculpó y le dije que no importaba que no era su culpa, internamente estaba molesto, pero no podía pagarlo con alguien inocente, fue simplemente una casualidad... una maldita casualidad...
-Bien... –había inquietud en su voz-. Muy buena la letra –estaba igual de lenta que yo y se notaba en sus palabras.
-Sí... me costó un poco de trabajo.
-Podrías hacerle unos retoques –la conversación fluía nuevamente gracias a que despertó mi curiosidad.
-¿Cómo qué? –se reclinó en la silla, sostuvo su rostro con su mano derecha y miraba hacia arriba buscando opciones en su cabeza. Tomó un lápiz, una hoja en blanco y la hoja donde tenía el escrito, la leyó entera y fue anotando en la hoja vacía a medida seguía leyendo, me tenía sumamente intrigado. La trabajó un rato en completo silencio y yo no podía hacer nada más que admirarla.
-Listo –me tendió la hoja volteada y empecé a leer-. ¿Qué te parece? –preguntó cuándo puse mi mirada en ella.
-Es más dulce que la original, pero sigue manteniendo la esencia –expresé impresionado.
-Brightness In My Mind. Te encanta ponerle nombres que te involucren ¿no? –asentí porque era verdad, sentía que de esta forma me sumergía más en ella.
-Podría cambiarle el nombre... –pensé por un momento y recibí un flash creativo-. Shining like the sun –musité viéndola a los ojos y sus mejillas se coloraron mientras viraba los ojos.
-Me gusta más el nombre –admitió-. No me has dicho que te pareció...
-La estoy leyendo de nuevo. Creo que eso te da una respuesta –comenté con una sonrisa que se transmitió a su rostro-. Es muy buena. Me alegra que no tocases el coro porque hubiésemos tenido un problema –sentía su mirada fija en mí hasta antes de carcajearse por mi comentario. Puse la hoja en la mesa y la miré imitando su postura en la silla-. Entonces sí que hay algo relacionado a la música dentro de ti.
-Pues... digamos que es un pasatiempo que perdí con el pasar de los años –esto último me impresionó y me obligó a preguntarle la razón-. Las excusas de siempre: "No tengo tiempo". "No estoy inspirada". "No me apetece". "No sé si de verdad soy tan buena" –parecía repetirse a sí misma y claramente estaba molesta al hacerlo-. Estudié mucho sobre composición de letras por si te preguntas como sé acomodarlas sin que se hagan un desastre –aclaró.
-Puedes ayudarme en Demons –mi propuesta la hizo abrir sus hermosos ámbares de par en par-. Normalmente no dejo que compongan mis canciones y soy muy reacio a que las alteren, pero juntos sería diferente.
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Demons Behind My Neck
RomanceEn una vida de lujos y fama mundial. Aryeh Allard, una superestrella de la música, debe enfrentarse a la peor cara de la industria, esos problemas que él apoda como: "Demonios". La presión, los compromisos, la poca privacidad y los vicios, son un p...