Capítulo 17 - La Voz de la Experiencia

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-Emma-

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-Emma-

Muchas veces las respuestas están en nuestro interior, pero en ocasiones hace falta una voz de peso en nuestra vida que nos las recuerde.

Procuraba mantenerme ocupada para no verme afectada por lo que veía en todos lados y de lo que todos a mi alrededor hablaban, esa chica junto a Aryeh. La desconfianza empezaba a subir al igual que mi temperatura al pensar por tan siquiera una milésima de segundo que él podría estar teniendo algo con esa chica. Me hacía hervir la sangre no por ella, ni por él, sino por mí misma, pero mis sentimientos no me dejaban confirmar algo así y comenzaba a preguntarme si sería mi voto de confianza el que me llevaría al suelo con el corazón hecho pedazos como nunca antes...

-¿Lista para un pequeño viaje de seis horas? –me preguntó Erica luego de montarme en su auto y poner rumbo a San Francisco.

-Por supuesto.

-Hoy te noto algo animada. ¿Cómo te has estado sintiendo?

-Un poco mejor desde que hablamos –arrancó y en el viaje continuamos la conversación.

-Viste las fotos imagino –asentí con la cabeza ya que no quería recordar eso, sentía que hervía por dentro a causa de los celos al imaginármelo con esa modelo.

-Me dijo que era solo una amiga –Erica viró los ojos y luego me vio de reojo.

-Es lo que dicen todos y lo sabes –señaló con molestia.

-Pero no tiene por qué haber malicia detrás de ello, recuerda que es una foto sin contexto. Ella es una modelo –justifiqué.

-Una de las más importantes en la actualidad déjame decirte. Natasha Isaeva.

-¿Ves? Están en el mismo estatus y sus medios son relativamente cercanos –agregué haciéndola enojar aún más.

-Odio que lo estés justificando, me causa demasiada rabia.

-No es justificar, es confiar en lo que me dijo. Sé que ya me he llevado fiascos por hacerlo, pero esta vez no siento inseguridad con hacerlo, con confiar... además no somos nada y no puedo amarrarlo a nada. ¿Me molesté de que no fue a verme en la noche luego de pasar el día con ella? Mucho, no te imaginas cuanto, pero como te dije antes, no somos nada. Por mí –destaqué con mi tono de voz esto último-. como para reclamarle eso.

-Pero van encaminados a serlo –sus palabras crearon un apretado nudo en mi garganta-. O existe la posibilidad al menos. No sé, yo la verdad no estaría así de tranquila, pero si lo estás, no me queda otra cosa que apoyarte –sonreí ligeramente al escuchar esto último. Era imposible negar que tenía muchas dudas, inquietudes y desconfianza de cierta manera, pero no podía vivir con esos sentimientos para siempre. Debía pensar de otra manera.

Habíamos salido muy temprano de casa, por lo que a mitad del camino tuvimos que parar a desayunar en un restaurante que, según Erica, servían unos desayunos de sabor único y pude confirmarlo de primera mano...

Demons Behind My NeckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora