-Aryeh-
La pesadez de las decisiones no solo reposaba en mis hombros, también lo hacía en mi cabeza y en especial en lo más profundo de mis sentimientos...
-Voy enseguida -escuché con un hilo de su voz. Mi llegada había sido un mazazo para ella y yo no podía estar más deseoso de verla.
La puerta se abrió y al instante nuestros ojos se acoplaron, liberando esa multitud de sentimientos inexplicables que relucían cuando estábamos conectados, pero que al mismo tiempo tanto nos aterraba no corresponderlos como debíamos. Podría jurar que estuvimos casi un minuto así, detallando cada una de nuestras facciones hasta que Alexander nos sacó del trance saludándola.
-Por dios dime que hay comida porque este imbécil me hizo venir sin preparación -ella no pudo evitar reírse y luego volver a mis ojos para retomar su semblante serio.
-Creo que aún quedan algunos snacks mientras esperamos la cena -se hizo a un lado para hacernos pasar con una sonrisa sin alegría. Le indiqué a Alexander que avanzara mientras yo la esperaba que cerrara la puerta del frente.
-Emma...
-Deben estar cansados, lo mejor será que pasemos y se relajen.
-Emma... yo...
-Ahora no -interrumpió con una súplica sin poder verme a los ojos, se veía mucho más seria de lo normal y eso me aterraba-. Esperemos más tarde -zanjó pasando a mi lado hacia la puerta principal-. Sacúdanse bien los zapatos, mamá es maniática con la limpieza y odia la arena -abrió la puerta y nos presentó-. Mamá, Erica, ellos son Aryeh y Alexander. Aryeh es el cantante del que te comenté mamá... -reveló con vergüenza dejándome sorprendido-. Y Alexander es su mejor amigo y su productor.
-Aryeh Allard. Un placer -me presenté sonriente extendiendo la mano a la señora que había dado a luz a tan precioso ángel como el que tenía por hija.
-Celia Bullock. El placer es todo mío -contestó dedicándome una sonrisa mientras estrujaba mi mano. Por otro lado, Alexander fue a presentarse a Erica y parecían un poco espesos en el trato, me daba curiosidad por saber que significaba que estuvieran así si apenas se iban conociendo-. Wow, no te creí al principio, pero ahora que me lo demuestras no sabía que te codeabas con gente tan importante -su comentario tenía un tono juguetón lo cual ayudó a relajar el ambiente haciéndonos reír-. Pasen y tomen asiento, muchachos. Espero que por favor no trajeran arena en los zapatos.
-Ya su querida hija nos leyó la cartilla -reveló Alexander con burla hacia Emma. Todos parecíamos disfrutar del ambiente, menos Emma que se notaba un poco contrariada todavía.
-¿Qué los trajo por aquí? Emma no me avisó que vendrían visitas.
-Bueno... -me rascaba la nuca buscando algún motivo convincente y que no sonara a que quería ver a su hija, pero en eso Emma me interrumpió, había comprendido mi gesto y me sacó del problema.
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Demons Behind My Neck
RomanceEn una vida de lujos y fama mundial. Aryeh Allard, una superestrella de la música, debe enfrentarse a la peor cara de la industria, esos problemas que él apoda como: "Demonios". La presión, los compromisos, la poca privacidad y los vicios, son un p...