D I E Z

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—A ver si estoy comprendiendo bien – SeokJin se acomodó en su asiento – tu pareja predestinada, ¿Es el príncipe de Timoría?

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—A ver si estoy comprendiendo bien – SeokJin se acomodó en su asiento – tu pareja predestinada, ¿Es el príncipe de Timoría?

BonHwa asintió.

—Mi cabeza está hecha un completo caos, sin duda alguna – suspiró – pero primero, necesito darles sepultura a todos los cuerpos que siguen allá afuera. Hablé con el comandante KiYang para tomar uno de los terrenos del sur.

—¿Sabes que hacer eso te está lastimando?

—Me importa un bledo si me hace daño o no, es mi obligación darle sepultura a aquellos que arriesgaron su vida por la nación.

SeokJin cerró sus ojos y frotó sus sienes con sus dedos.

—¿Qué procederá después de ésto?

—Emprenderé caminó hacia Phoenix – habló firme la omega – uniré a ambas naciones, a mis naciones y las haré una sola, si no pude proteger de Hilgrand como mis padres lo hicieron, me encargaré de formar una nueva era, sin esclavitud, llena de felicidad y bonanza.

—¿Lo harás sola? – el beta le miró con preocupación – ¡Es descabellado, BonHwa!

—¡Si no quieres acompañarme, no lo hagas y punto! – la omega se levantó de su asiento furiosa – planearé todo con cautela y cuidado y cuando esté lista, me iré de aquí, con o sin tu ayuda.

—¡Si no quieres acompañarme, no lo hagas y punto! – la omega se levantó de su asiento furiosa – planearé todo con cautela y cuidado y cuando esté lista, me iré de aquí, con o sin tu ayuda

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BonHwa necesitaba un respiro del ambiente tan abrumador que había en el castillo, así que decidió ir nuevamente al jardín. Por suerte, ésta vez no había nadie y podría pensar con claridad. No sabía cómo procesar tanta información en tan poco tiempo, primero que nada, su verdadero origen le traía de cabeza. Recordaba con rabia la manera tan cruel en la que se habían desecho de sus abuelos y de sus padres, sólo por poder. El saber que tenía sometida a muchísima gente, le calaba hasta los huesos, quería llegar tan salvaje y matar a mordidas a JiHwan.

Se sentía de cierta manera inferior ante los demás por ser omega, aunque su padre se había encargado de entrenarla como a un alfa, toda ésta situación le hacía sentir vulnerable. Chocó sus puños contra la banca frustrada, notando como de sus manos salían destellos de color azul cielo. Movió sus dedos con suavidad y de ellos salieron los mismos destellos que antes.

Kingdom » PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora