Había sido difícil controlar el llanto de BonHwa, su ser estaba totalmente destrozado y temeroso de lo que pudiera pasar, su celo le había cambiado sus emociones en un abrir y cerrar de ojos y de no ser por YeJi quien estaba con ella desde que llegaron, todo sería un caos total. Todos los alfas se hallaban afuera de la cabaña pues decidieron unánimemente que le dejarían su espacio a la Omega para que pasara su celo en tranquilidad y así también vigilarían los alrededores en caso de que alguien los hubiese seguido. Jimin estaba fuera de sí, su mente se hallaba totalmente perdida en la imagen de BonHwa sufriendo y JiHwan tocándole en el suelo, cerró sus ojos conteniendo las lágrimas y apretó sus dientes para no caer en más provocaciones por parte de su alfa interior, quien le pedía ir a tomar a su omega cuando su parte racional sabía que no estaban en condiciones óptimas para eso.
Se alejó de los demás y se percató que cerca de ahí había un pequeño lago, se sentó a la orilla de éste y miró hacia el cielo. Ya estaba anocheciendo y tenía que estar más alerta que antes, una mano se posó sobre su hombro y al reconocer el aroma sabía quién estaba ahí.
—¿Qué piensas hacer? – Taehyung tomó asiento a lado de Jimin.
—No lo sé, no tengo cabeza para pensar ahora – suspiró cerrando sus ojos – no puedo sacarme esa imagen de la mente. No me imagino que hubiese ocurrido si no hubiéramos llegado.
—Ya estás aquí, ahora debes enfrentarlo – Taehyung y Jimin se miraron fijamente – como futuro rey estás expuesto a éste tipo de situaciones y necesitas encontrarle soluciones.
—Pero es diferente, ella es mi Omega y...– Taehyung se levantó molesto.
—¿Tu Omega? – el alfa se cruzó de brazos – antepusiste a tu padre por encima del bienestar de ella, fuiste egoísta e inmaduro, ella se volvió fría e insensible consigo misma gracias a ti y no la culpo, es la reacción más normal que pudo tener después de que un idiota le rompiera el corazón.
—Yo no quería hacerlo...– Jimin intentó refutar pero Taehyung lo calló.
—Pero lo hiciste y eso no tiene justificación – Taehyung suspiró – simplemente vengo a decirte que no la dejes sola e intenta arreglar las cosas con ella, se merece lo más hermoso del mundo desde que decidió abrirnos las puertas de su reino aún cuando estaba en crisis y nosotros éramos prófugos de la aparente justicia de tu madre.
La luna brillaba de manera especial y después de tranquilizarse, tomar algunos supresores y dormir un poco, BonHwa decidió salir a tomar un poco de aire. Tenía miedo de cerrar sus ojos, pues las imágenes de aquel momento seguían en su mente y aparecían cada vez que tenía la oportunidad. Sollozaba mientras se abrazaba a sí misma, era tan doloroso como cuando sus padres murieron, pues algo había muerto dentro de BonHwa después de tener las ásperas manos del alfa en su cuerpo tocándole a su antojo como si fuera un objeto cualquiera. Escuchó algunas pisadas detrás de ella y con su magia creó un campo de protección, pensando que era alguno de los hombre de JiHwan, sin embargo, ese aroma caló no solo a sus fosas nasales sino también a su corazón. Apretó sus ojos y limpió las lágrimas restantes en su rostro, el alfa caminaba con lentitud hacia la Omega, intentó tocar su espalda pero ella avanzó un paso más.
—BonHwa...– ella negó.
—No me toques, Jimin...– susurró con la voz rota – estoy sucia.
—Por favor, mírame.
—Estoy destruida y manchada por las manos sucias de JiHwan – sollozó – no merezco ser tocada. Debí ser fuerte y quitarlo de encima o huir cuando tuve la oportunidad.
—Eres fuerte, Bon – Jimin se acercó en silencio hasta ella para rodear su cintura con sus brazos – la chica más fuerte que conozco.
—Ésto jamás hubiera pasado si tú hubieras estado ahí, conmigo – se soltó bruscamente del agarre que Jimin había formado y volteó a verlo, sus ojos se habían vuelto rojos de tanto llorar y quebraron el corazón de Jimin en cuanto hicieron conexión con los suyos – tuve que mentir y fingir ser algo y alguien que no soy, tuve que pasar por las miradas extrañas de todos, ¡Tuve que ser tocada por JiHwan porque no tuve un alfa que me cuidara y me respaldara! ¡Yo no merecía ésto, Jimin, yo no merecía ésto!
La Omega cayó de rodillas al suelo sollozando, Jimin estaba totalmente desorientado y no sabía cómo responderle.
—Lo lamento, BonHwa, lo lamento...– se aproximó a ella pero lo rechazó.
—¡No me toques, no te acerques a mí! – gritó – ¡Eres patético, inútil e insignificante en mi vida ahora! ¡Te odio, Park Jimin! ¡Te odio por abandonarme cuando más te necesitaba! ¡Te odio por hacerme sentir amada cuando en verdad nunca me amaste! ¡Sólo me utilizaste para librarte de tu madre y regresar a tu tonto reino!
—E-Eso no es verdad – habló con la voz temblorosa – desde siempre te amé y lo sigo haciendo, tenía miedo de perder a mi padre y no pensé en tí, sin embargo, ya no me importa nada que no seas tú. Estaré a tu lado el tiempo que tú necesites, puedo estar una eternidad entera contigo que la aceptaré gustoso.
—Si de verdad me hubieras amado, no pondrías primero a tus obligaciones como príncipe que a tu Omega – habló con la mirada llena de rabia – escúchame bien, Jimin. La vieja BonHwa, esa que conociste llena de inocencia e ingenuidad murió en el momento que te subiste a tu caballo y te largaste a Timoría con tu padre, la BonHwa que podía perdonarte y que todos se encargaron de reconstruir también ha muerto gracias a que JiHwan colocó su perverso ser en ella y no tuvo un alfa que impidiera que le tocara un sólo cabello.
—BonHwa, por favor...– ella negó.
—Mi alma está totalmente muerta gracias a tí – se levantó y lo encaró – y éso es algo que nunca podrás cambiar.
No les podía dejar con la intriga después de los mensajitos tan bonitos que me dejaron. ❤️
¿Qué creen que proceda? :')
Lo único que les diré es que nos acercamos al final, así que diciendo ésto, me retiro mientras veo el mundo arder.
ESTÁS LEYENDO
Kingdom » PJM
Historical FictionPhoenix estaba siendo destruido a manos de un tirano desde hace siglos atrás, sin embargo, una luna brillante de color azul les había dado un ápice de esperanza, dándoles un nuevo aviso. La vieja profecía estaba por cumplirse. "¡Alégrate, Phoenix! C...