Phoenix estaba siendo destruido a manos de un tirano desde hace siglos atrás, sin embargo, una luna brillante de color azul les había dado un ápice de esperanza, dándoles un nuevo aviso.
La vieja profecía estaba por cumplirse.
"¡Alégrate, Phoenix! C...
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Tres días más habían transcurrido desde que el celo de BonHwa había iniciado. La chica se hallaba totalmente bien, a excepción de que tenía algunos rasguños en su piel. No se había atrevido a salir de la choza desde esa noche que el aroma de Jimin le disgustó, más que solamente para bañarse en el lago y en un horario en que todos, a excepción de Jungkook o SeokJin, iban a conseguir algunos víveres. Su mente aún se hallaba en total desorden, sabía que debía averigüar muchas cosas y que mucha gente dependía de sus acciones y decisiones. ChungHa observó desde ese día que llegó que algo pasaba con BonHwa, específicamente en su interior, como si estuviese en un debate constante con su omega interior, caminó hasta dónde ella se hallaba se sentó a un lado de ella y suspiró.
—¿Pasa algo, Bon? – la chica parpadeó para dedicarle atención a la pelinegra – ¿Es Jimin?
—Son muchas cosas – suspiró – mis primos junto a Hoseok son prisioneros de JiHwan, el pueblo se está hundiendo en la miseria y yo me siento tan cobarde por aún no hacer nada.
—Hey, has tenido días difíciles, no debes presionarte tanto.
—A raíz de que Jimin se fue a Timoría, todo giró de manera negativa en mi vida – posó su mirada en sus manos – deseaba que nuestro amor fuese tan duradero como solía platicarmelo mi madre. Tal vez suene infantil, pero me visualizaba llegando con Jimin a Phoenix para combatir con quién se atravesara en nuestro camino.
Jimin se acercó a la choza para intentar hablar con BonHwa, pero pudo escuchar la voz de ChungHa dentro de la misma conversar con la de su Omega. Acercó su oído a la puerta para poder escuchar con más claridad.
—Desde un principio sabías que ésto sería difícil, ¿No es así?
—Jamás creí que tanto – BonHwa cerró sus ojos – le juré un amor que el no fue capaz de corresponderme, así como el me hizo promesas que no pudo cumplir.
—Bon, si tus padres reaparecieran por esa puerta y te dijeran que regreses con ellos a Hilgrand, ¿Lo harías?
—Quizás, pero no diría un rotundo sí desde un principio – BonHwa frunció su ceño – ¿Estás del lado de Jimin?
—Estoy del lado de la verdad – ChungHa se cruzó de brazos – ¿Te has puesto a pensar que quizás el rey Yeon manipuló a Jimin para que se fueran? No sé, lo amenazó con matarte, con hacerle daño a Taehyung o yo que sé. Ustedes dos son su debilidad, y si él quiso mantenerte a salvo, hizo lo que creyó correcto. Justo como Taehyung hizo con Jimin hace algún tiempo.
—Sé que no lo hizo porque RyuJin me lo dijo – suspiró nuevamente – sus guardias se encargaron de transcribir sus conversaciones en pergaminos y él solamente obedeció a su padre porque no quería que estuviera más en peligro él. Además, lo escuché conversar con Taehyung y Namjoon sobre eso.
—Bon...– la chica negó.
—Prefirió ir con su pueblo y olvidar la misión que teníamos que cumplir – se levantó – me dejó sola. Si no hubiese estado sola con JiHwan, ni siquiera hubiese tenido el valor de tocarme. Llegó hasta el final, cuando estaba rota y sucia, ¿Ya para qué?
