Las tres chicas se encontraban sentadas en
una zona apartada del castillo. Era un nuevo día y BonHwa estaba más que nerviosa, pues sería el segundo día que tendría de entrenamiento con Hoseok.—Vamos, sé que eres buena con tu magia – RyuJin palmeó su espalda – tu amigo ha sabido taparme la boca y bien.
—¿Por lo de la profecía? – RyuJin asintió – oh vamos, ni yo estoy segura de eso.
—Jimin es un ser muy poderoso, BonHwa – por primera vez en el rato, SoRa habló – tienes suerte de tenerlo como predestinado.
—Lo sé, quizás todo lo que vivió en su reino le hizo así – la omega alzó sus hombros – ambos hemos tratado de mantenernos fuertes a lo largo de los años y ocultar nuestras verdaderas emociones, que ahora somos un refugio el uno para el otro.
SoRa sonrió ante la ingenuidad de la chica y por un momento le recordó a ella misma en sus años de juventud. Recordó cuando ella era feliz con el padre de BonHwa, cuando ella se sentía así en los brazos de SeoHo, no obstante, también regresó a su mente aquel momento tan doloroso y que incluso marcó su vida para la eternidad.
—Tengo que cumplir con nuestra naturaleza, SoRa – el alfa suspiró – mi Omega me espera en Hilgrand y tu Omega te espera en Timoría.
—Huyamos, SeoHo – habló desesperada la joven tomando las manos del contrario – formemos nuestra propia manada y nuestro propio reino. Nuestros hijos serán poderosos, serían alfas de sangre pura, por favor, no tires por la borda una relación de tantos años.
SeoHo se soltó con suavidad de las manos de la alfa.
—Mi deber es reinar Hilgrand junto a HaNa – él suspiró por segunda vez – lo siento mucho, SoRa.
—¡SeoHo, te amo! – SoRa comenzó a llorar de rodillas en el piso – ¡No me dejes en ésta agonía! ¡No soportaría verte en los brazos de otra mujer!
El alfa se fue del lugar dejando a la chica hecha un mar de lágrimas y sufrimiento. Lloró por innumerables horas bajo aquel árbol de cerezo que estaba a punto de marchitarse. Se levantó y limpió las lágrimas de su rostro con fiereza.
—Lo pagarás caro, Bae SeoHo. Tu maldita familia y tú, tendrán que lidiar con lo que venga – apretó sus puños hasta lograr enterrar sus propias uñas en las palmas de las mismas y hacerlas sangrar – así como yo me encargaré de deshacerme de Park Yeon, por intervenir en mi felicidad.
—Chungie, ¿Estás bien? – BonHwa movió una de sus manos frente al rostro de la pelinegra. Parpadeó y sonrió como si nada hubiese pasado por su mente.
—Todo está perfecto.
—¿Estarás en el entrenamiento? – cuestionó BonHwa.
—Las alcanzaré más tarde, debo acomodar algunas cosas de mi maleta.
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Kingdom » PJM
Historical FictionPhoenix estaba siendo destruido a manos de un tirano desde hace siglos atrás, sin embargo, una luna brillante de color azul les había dado un ápice de esperanza, dándoles un nuevo aviso. La vieja profecía estaba por cumplirse. "¡Alégrate, Phoenix! C...