Capítulo 2

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Boggi iba acompañado de su padre en la parte trasera del auto mientras el chófer conducía al lugar de la junta. Realmente jamás habían tenido una relación cercana, la mayor parte de su vida, él estaba en otro país haciendo negocios y comprando acciones, ni siquiera recordaba un solo cumpleaños en el que hubiera estado presente, sin embargo, siempre le enviaba los regalos que él deseaba sin importar cuántos pidiera o qué tan costosos fueran.

- Bogdan -Lo llamó de pronto- Está junta es más importante que todas las demás a las que has asistido -Comenzó diciendo- Los planes de esta noche cambiaron repentinamente. Los inversionistas no se presentarán hoy, tan solo seremos el señor Prince, su hija y nosotros -Boggi frunció el ceño. Jamás habían tenido una junta únicamente ellos cuatro. A pesar de que ni él ni ___ tuvieran opinión aún en los negocios que se llevaban a cabo, era importante que estuvieran presentes para encargarse de ellos en un futuro- Nuestra empresa está interesada en entrar a la industria petrolera y como sabes, la señora Prince está llevando a cabo los acuerdos entre México y Venezuela

- Claro, ella es mexicana y está al mando de la empresa de allá, ¿cierto?

- Correcto, así que el objetivo de la junta de hoy es obtener la misma cantidad de acciones que el señor y la señora Prince dentro de su industria -Boggi volvió a fruncir el ceño.

- ¿La misma cantidad? ¿Cómo harás eso si él tiene el cincuenta por ciento de las acciones y su esposa el otro cincuenta?

- Es lo que hay que averiguar, tengo un par de ofertas preparadas para que acepten, será difícil pero no imposible. Hay que conseguir el cincuenta por ciento de las acciones a como dé lugar, la industria del petróleo es el fuerte de los Prince, si logramos entrar al negocio como igualitarios será un cambio revolucionario para nuestra empresa... Quién sabe, tal vez podamos sobrepasarlos como la empresa más poderosa

- Yo... Dudo mucho que eso pueda pasar, quiero decir, ellos fundaron el Instituto y la Universidad Fillbord, básicamente ellos eligen a los maestros que nos preparan para nuestro futuro. ¿Quitarle el trono a los Prince? Lo máximo a lo que alguien puede aspirar es a ser sus iguales y el único medio es a través de un matrimonio

Su hijo tenía razón, aquel que llegase a conquistar el corazón de la chica sería el afortunado de gozar del éxito de los Prince y la única persona que llevaba ventaja en ese camino era Ivan Martinez.

Unos minutos más tarde, los Gnatovich y los Prince se encontraban reunidos en una de las salas privadas del restaurante. Ambas familias eran muy cercanas fuera de los negocios, si bien este mundo se trataba de ser egoísta y conseguir lo mejor para su respectiva empresa a costa de lo que sea, como amigos se apreciaban bastante. Por desgracia para Boggi, él y ___ no tenían la relación ni de amistad que sus padres tenían.

Cenaron entre anécdotas y risas, nadie tocó el tema de los negocios por al menos dos horas. Pero al finalizar la comida, el verdadero objetivo de la noche tomó lugar en la mesa.

- De acuerdo -Comenzó el señor Prince- A lo que hemos venido

Al finalizar aquella frase, tanto Boggi como ___ enmudecieron. Lo único que hacían ambos chicos era observar atentamente como llevaban a cabo sus padres la negociación y de vez en cuando intercambiar pequeñas sonrisas entre ellos.

El tiempo pasaba y pasaba, pero no lograban llegar a ningún acuerdo que dejara satisfechos a ambos hombres. Transcurrieron cerca de cuatro horas y el señor Gnatovich se comenzaba a quedar sin ofertas, realmente ninguna de ellas convencía al señor Prince a vender su porcentaje de acciones. Dieron las dos de la mañana hasta que llegaron a la conclusión de que no vendería sus acciones, además de que los cuatro presentes ya estaban agotados. Tomaron por finalizada la junta y acordaron volver a reunirse esta vez con los inversionistas para hablar de otro tipo de negocios, al fin y al cabo, estás dos grandes empresas tenían demasiadas colaboraciones juntas.

- Vaya noche -Comentó ___ mientras caminaba junto a Boggi unos metros de distancia detrás de sus padres.

- Vaya que sí, la última media hora estaba por quedarme dormido -Ella rio.

- ¿Por eso no dejabas de beber agua? -Preguntó divertida.

- Algo tenía que hacer para mantenerme despierto -Respondió con el mismo tono que ella.

- Lo sé, al final no se llegó a nada y tu padre lucía decepcionado

- Estará bien, lo batearon más cuando perseguía a mamá -La chica estalló en carcajadas ante su comentario y Boggi solo sonrió al escucharla reír.

Los autos llegaron listos para recoger a sus respectivos jefes y los cuatro comenzaron a despedirse.

- De acuerdo, entonces nos vemos dentro de tres semanas -Comentó el padre de la chica.

- Claro que si -Respondió el señor Gnatovich estrechando su mano- ___... -Se dirigió a la chica y ella le sonrió amablemente dándole a entender que lo escuchaba atentamente- Fue un placer verte -Le devolvió la sonrisa.

- Igualmente, señor -Respondió ella.

- Bogdan -El padre de la chica estiró su mano hasta el muchacho y él la estrecho- Es bueno verte de nuevo, ___ se aburría mucho en estas juntas sin tu compañía -Comentó haciéndolo sonrojar levemente sin que nadie lo notara mientras que la chica solo soltó una pequeña risa.

- Lo veo dentro de tres semanas -Respondió él como despedida.

- Eso espero -Soltaron sus manos.

- Hasta mañana -Dijo la chica tocando uno de sus brazos para despedirse con un beso en la mejilla.

- Hasta mañana -Le sonrió él.

El padre de la chica esperó a que ella subiera primero al auto y después seguirla. Los Gnatovich entraron igualmente al suyo y tomaron camino a su casa. Boggi estaba algo nervioso por la reciente actitud de ___, antes de que se fuera a Estados Unidos jamás había mostrado tanto interés por él, siempre era amable con todo el mundo, pero está vez él la sentía diferente. Suspiró pesadamente y se aflojó la corbata al sentir el auto caluroso debido al nerviosismo de sus pensamientos, ¿será que lo había extrañado? Le parecía algo imposible de creer, pero no encontraba otra explicación a su repentino comportamiento.

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora