Her Love in Percentages

Capítulo 41

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- ¿Qué haces aquí? -Preguntó cansada y sin ganas de enfrentarlo.

- Vine a hablar contigo -Tomó su mano.

Una descarga recorrió su espalda al sentir el tacto de Boggi en su mano, hacía una semana o más que no lo veía, y tenerlo de frente la puso nerviosa por alguna razón. Él la miraba con dulzura y firmeza a la vez, pero su tono sonaba más melancólico que nada.

- Vine a decirte dos cosas... La primera, es que te perdono -Ella lo miró confundida.

- ¿Me perdonas?

- Sí, te perdono por haberme herido la vez que vine a buscarte -Frunció el ceño.

- Oye ruso no sé cómo se hagan las cosas en tu país, pero aquí, el que hace daño se disculpa, y te recuerdo que el que me obligó a casarme y alejarme del amor de mi vida has sido tú, no yo. Por lo tanto, el que debe pedir disculpas eres tú y la que debe decidir si perdonarte o no, soy yo

- Qué bueno que tocas el tema -Su tono de pronto era frío y soltó su mano- De hecho, si hay algo por lo que debo disculparme

- Sí, por arruinarme la vida. Ahora vete, no estoy de humor para aguantarte, ¿bien? Ivan no despierta y lo último que necesito ahora es pelear contigo

La chica pasó a un lado suyo y él apretó los puños al escuchar el nombre de Ivan. Se giró en dirección a la chica y la tomó de la cintura para quedar frente a frente. Sus labios rozaron un poco y ella no se movió al sentirse indefensa. Su corazón palpitó rápido y sintió unas ganas urgentes de besarlo. '¡¿Pero qué diablos te pasa?!' Se regañó a sí misma.

- Te irás a vivir conmigo -Sentenció sin más y ella volvió a la realidad.

- ¿Qué? -Frunció el ceño.

- Tu cuarto no está así por nada. La mudanza se ha llevado tus cosas a mi penthouse -Su gesto se relajó al quedar estupefacta- Es hora de que empecemos a estar juntos como debe de ser -Una oleada de rabia se apoderó de su cuerpo y lo empujó lejos de ella.

- ¡Estás loco!

- ¡Sí, así es! ¡No tendría que haber hecho esto si pusieras de tu parte!

- ¡Ivan está en el hospital! ¡No podía pensar en ti!

- ¡Igual nunca lo hiciste! -Hizo una pausa- Estuvimos estupendos durante las vacaciones, ___... Ni siquiera te acordaste de los gemelos hasta que no viste esa estúpida caja

- La caja -Susurró asustada y comenzó a abrirlas todas para asegurarse de que siguiera en su habitación.

Boggi soltó una risa sin gracia al saber lo que la chica hacía. Se cruzó de brazos y esperó a que terminara de abrirlas todas, igual no la encontraría.

- ¡¿Dónde está?! -Se giró hacia él molesta y lo tomó de los brazos con fuerza.

- La he quemado -Dijo sin importancia.

- ¿Tú... qué? -De pronto sus ojos se pusieron vidriosos y comenzó a soltarlo lentamente.

El ruso no tenía planeado decirle eso, pues tan solo la había escondido, pero estaba tan celoso en esos momentos que no pudo evitar lastimarla. Algo dentro suyo necesitaba que ella sintiera el mismo dolor que él había estado sintiendo durante mucho tiempo.

- Imbécil... Eres un imbécil -Susurró sin ganas, y casi sin fuerzas se tiró al piso para quedar sentada ahí.

- Qué dramática -Rodó los ojos para después ponerse a su altura- Escucha, entre más rápido lo aceptes, más rápido lo olvidarás -Ella lo miró incrédula.

- Idiota... ¡No sé si él va a despertar! ¡Esa caja era lo último que me quedaba en caso que no abra los ojos!

- En caso de que eso pase, me tienes a mi -Dijo firme.

- No te quiero a ti -Espetó con odio.

- Pues yo a ti sí, y por eso es que hago todo esto. No me importa qué o a quién deba quitar del camino... vas a estar conmigo cueste lo que cueste -Tomó su mano y depositó en ella unas llaves- La próxima vez que vengas, no habrán ni siquiera cajas, así que ve directo al penthouse

Sin esperar ninguna respuesta de su parte, se puso de pie y salió de la habitación de la chica. Caminó con pasos firmes hasta su auto y cerró tras él con un portazo. Odiaba que las cosas fueran de ese modo. ¿Por qué no podía ser él? ¿Por qué Ivan Martínez tuvo que llegar antes?

(...)

- ¡¿Él hizo qué?! -Emilio sonaba alterado al otro lado de la línea.

- Lo que oíste, está loco. Me entregó las llaves y todo -El chico suspiró.

- Siento que tengas que pasar por esto, ___

- No importa... Realmente lo que más me dolió fue que quemara la caja con sudaderas

- Descuida, Ivan despertará y estoy seguro de que te dará mil sudaderas más con su olor -La animó y una pequeña sonrisa cruzó su rostro al imaginar aquello.

- Apenas esté mejor, nos iremos de aquí

- ¿Y tus padres? ¿Y los de ese bastardo? ¿Y Bogdan mismo? No los dejaran

- Ya no me importa... Si tu hermano  tuvo las agallas para ir a buscarme después de lo que le hice pasar, también las tendré para escapar con él

Al día siguiente, ___ estaba almorzando junto a Emilio en completo silencio, pues ambos tenían la mente en otro lado. Ella iba a llevar otro bocado de su comida hacia su boca, cuando una figura se plantó frente a los dos captando su atención. Ambos subieron su mirada encontrándose con el director de la escuela.

- Chicos, sus padres han llamado -Su rostro lucía agitado- Parece que Ivan ha despertado -Los dos abrieron los ojos impactados- Deben ir la hospital ahora

Sin esperar un segundo más, tomaron su mochila y salieron corriendo de la cafetería llamando la atención de todos ahí, incluyendo la de Boggi, quién miró la escena algo confundido y bastante desconfiado.

- ¿Qué habrá pasado? -Los siguió con el ceño fruncido hasta perderlos de vista.

- No lo sé -Respondió Mario.

Emilio y ___ subieron apresurados al vehículo del chico mientras él conducía lo más rápido posible al hospital.

Cuando finalmente llegaron, uno de los doctores los detuvo argumentando que sus padres estaban con él y que debían esperar para poder verlo.

Sin más remedio, esperaron impacientes caminando de un lugar al otro durante dos horas aproximadamente, cuando finalmente uno de los doctores les dio el paso.