Capítulo 42

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Los Martínez salieron de la habitación de su hijo para cederle el paso a Emilio y a ___, quiénes habían esperado con ansias para ver a su paciente.

El primero en acercarse fue Emilio, pues la chica aún estaba un poco nerviosa.

- Hey -Susurró su hermano con una sonrisa, haciendo que Ivan entreabriera los ojos. Aún estaba bastante débil- No vuelvas a asustarme así, ¿quieres? Te pierdo y juro que me voy contigo ya sea al cielo o al infierno -Dijo con lágrimas en sus ojos, pues su gemelo era la persona a la que más amaba en la vida.

Ivan, enternecido, sonrió y elevó su mano para que Emilio pudiera tomarla, darse un abrazo era algo difícil en esos momentos debido a las agujas dentro de su cuerpo.

- Descuida -Habló débilmente- Hará falta más que un leve accidente automovilístico para que te deshagas de mi -Bromeó haciéndolo soltar una pequeña risa.

- Para que veas lo mucho que te quiero, te he traído un regalo

Él frunció el ceño, aún no había notado a la chica debido a que no podía abrir bien sus ojos. Pero de pronto, su vista captó una pequeña figura que aparecía lentamente detrás de su gemelo, sin embargo, su vista no lograba enfocarla bien gracias a los golpes en la cabeza. Emilio se hizo a un lado y ella se acercó a la cama hasta que finalmente Ivan logró divisarla y por fin abrió los ojos completamente por la sorpresa.

- ¡Vaya! -Exclamó Emilio- Si hasta los ojos has abierto bien -Bromeó haciéndolos reír.

- Dime que no estoy alucinando -Pidió él, extendiendo su mano hacia ella en un intento de atraerla más.

- No lo es, aquí estoy -Dijo ella con la vista nublada por las lágrimas mientras tomaba la mano de su adorado chico- Te extrañé mucho -Confesó mientras una lágrima resbalaba por su rostro.

- Oh bonita, no más que yo -Acarició su mano y la chica juntó su frente con la de él mientras ambos cerraban sus ojos.

- Sin duda extrañaba mal terciar -Dijo Emilio para volver a hacerlos reír.

Pasaron las horas poniendo a Ivan al tanto de las cosas, omitiendo la parte de la mudanza con Boggi, pues recién comenzaba a estabilizarse y una noticia así podía llegar a alterarlo. Algunos doctores y enfermeras entraban y salían del cuarto para hacerle algunas preguntas o revisar que su salud estuviera en orden. Les habían dicho que haría falta hacerle algunos estudios, pero que de momento lo dejarían descansar.

Poco a poco, la noche fue cayendo y como de costumbre, Emilio fue el primero de los tres en quedarse dormido. Sin embargo, era algo bueno, pues podían conversar a solas un momento.

- Siento no haber llegado -Ella lo miró perpleja.

- No debes disculparte. La que lo siente soy yo por ser tan cobarde, debí irme contigo cuando tuvimos la oportunidad

- Hicimos lo mejor que pudimos, ___

- Oye, apenas te den de alta, nos iremos de aquí, ¿sí? -Ivan sonrió.

- Nada me haría más feliz

- Te amo -Los ojos de Ivan se pudieron melancólicos al escucharla decir aquello que no escuchaba en meses.

- Dilo otra vez -Ella sonrió. Si eso lo hacía feliz, lo diría mil veces.

- Te amo mucho, Ivan -Él sonrió.

- Ven aquí -Tiró un poco de su mano para que se acercara más, pero ella temía lastimarlo.

- Pero tú... -La interrumpió.

- Tan solo ven más cerca

Ella se acercó lo más que pudo y quedó de pie con su rostro escondido entre el cuello de su chico.

- Yo te amo mucho más -Susurró Ivan.

Ella volvió a sonreír mientras aspiraba el olor de su cuello. Sentía que su corazón finalmente volvía a latir. Fue en ese momento cuando entendió algo importante: no importaba si se casaba con Boggi o con Ivan o con Emilio o con quien fuera, porque sus corazones siempre iban a palpitar el uno por el otro. Incluso si se alejaban, el amor que sentían no se iría jamás, y eso la dejaba con más paz.

(...)

Pasó la noche y de nuevo era hora de ir a la escuela, pero tanto Ivan como ___ se negaban a separarse. Sin embargo, él debía hacerse unos estudios y ella ya no podía tener más faltas.

- Prométeme que volverás por la tarde -Imploró Ivan aferrándose a no soltar su mano.

- Lo prometo -Dijo ella- Créeme, lo que menos quiero es dejarte

- Bien, solo... -Acarició su mano con la mirada baja. Estaba nervioso.

- ¿Qué ocurre? -Preguntó ella al notarlo.

- Nada, es que... -No se animaba a pedírselo por alguna extraña razón, pero ella lo supo de inmediato al pillarlo mirar sus labios.

- Ven aquí -Tomó su mentón para alzarlo y juntar sus labios.

Ivan le respondió el beso algo sorprendido. No creyó que de verdad lo hiciera, aunque... ¿por qué no iba a hacerlo? Ella lo quería a él, no a Boggi, por lo tanto, querría besarlo a él, no al ruso. Sonrieron un poco entre el beso y volvieron a unir sus labios. Cómo habían extrañado besarse.

- Ahora sí debo irme -Susurró a unos centímetros de su boca mientras lo miraba a los ojos.

- De acuerdo -Respondió de la misma forma.

Se separó de él deslizando su mano hasta que se soltaron. Cruzó la puerta y Emilio estaba con la espalda recargada en la pared esperando por ella.

- Dios, creí que nunca se separarían -Bromeó.

- Solo vámonos -Respondió ella divertida. 

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Las estoy haciendo extrañar a Boggi, pero ya pronto. Espérenlo.

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora