Capítulo 19

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Al llegar a la casa, la mesa estaba servida y la comida caliente. Cada quién tomó asiento y ella rio burlonamente al notar que era su comida favorita.

- Ustedes sí que son patéticos -Murmuró audiblemente tanto para sus padres como para el personal que ya se había enterado de la situación debido a los chismes que corrían dentro de la casa- Están conscientes de que esto no compensa lo que hicieron, ¿cierto?

- ___, estás en todo tu derecho de estar molesta -Comenzó su padre- Pero eso no va a cambiar las cosas... Hija, estamos seguros de que esto será lo mejor para ti a la larga

- Bogdan es un buen chico y además es atractivo -Opinó su madre- Más que Ivan, si me lo preguntas -Fue un grave error agregar aquel comentario, y lo notaron en el momento en que ella los miró como si estuviera a punto de asesinarlos.

- ¿Mejor que Ivan? -Soltó una pequeña risa sarcástica y rodó sus ojos- Ustedes no tienen ni la menor idea de lo que hablan. No les importa lo que yo quiera o lo que sienta por Ivan. Todo lo que quieren es que su asquerosa empresa prospere a costa de lo que sea, ¿y saben una cosa? No me importa si me desheredan o me desconocen cómo su hija, no quiero ser parte de esto y no lo seré. No me casaré con Bogdan... Ivan renunció a sus estudios y decidió que gestionaría la empresa de sus padres -La voz se le comenzó a quebrar un poco y los ojos se le empezaban a ver vidriosos- ¿Saben por qué? -Sus padres la miraban con pena, al final del día, ella era su hija y odiaban verla triste- Quería que nos casáramos cuando los dos estuviéramos titulados -Una lágrima cayó por su mejilla y ella la limpió rápidamente.

- Mi amor... -Su madre trató de tomar su mano, pero ella la apartó.

- No... -Incluso el personal sintió pena por ella y ahora sí que odiaban a sus jefes- Pero eso no importa, ¿cierto? Mi felicidad no importa si esta estúpida empresa va a mejorar todavía más

- De hecho... -Su padre habló- Queríamos decirte que dejaras de ver a los gemelos por un tiempo -Las lágrimas salieron a la vez que ella reía, algo que espantó tanto a sus padres como al personal. Por un momento creyeron que se había vuelto loca y en parte era cierto, todo este asunto sí que la desquiciaba.

- Lo que faltaba -Dijo sarcásticamente- No solo me separan de quién sería el hombre de mi vida, sino que ahora tampoco debo verlos -Se levantó abruptamente- Pues no lo haré -Sentenció- No dejaré de ver a los gemelos y TAMPOCO -Hizo énfasis en la palabra- Me casaré con Bogdan, incluso si me ponen en una iglesia frente a televisión nacional a punto de dar el "Sí, acepto", diré que no -Dio media vuelta y comenzó a alejarse de la mesa cuando la voz de su padre la detuvo.

- No creo que eso sea conveniente para la empresa de los Martinez -Y en ese momento, ella detuvo su paso e incluso más lágrimas cayeron cuando ella supo lo que le iba a decir- Lo siento, ___. No queríamos tener que llegar a esto, pero si te opones, verás en las noticias y en todos los diarios que la empresa Martinez se ha hundido -Ella cubrió su boca con su mano para evitar que un grito de impotencia saliera- Así que, a partir de mañana, no quiero que estés cerca de Ivan o Emilio. Y recuerda... Yo me entero de todo, ten por hecho que sabré si te reúnes con ellos

- Será solo por un tiempo -Agregó su madre al ver que su hija estaba a punto de desmoronarse- Cuando aceptes que está será tu vida de ahora en más, los gemelos podrán regresar a ti sin riesgo de perder su empresa... Tu padre y yo te lo prometemos

- Así es -Apoyó su padre.

- ¡DE VERDAD LOS ODIO!

La chica subió corriendo las escaleras hasta su habitación, cerró la puerta con seguro y se echó a llorar como nunca. Se sentía tan impotente, en esos momentos, los gemelos eran lo único que tenía y ahora también se los habían arrebatado. Se sentía tan sola y miserable, que lloró al punto de quedarse dormida.

(...)

La semana siguiente, no asistió a la escuela y sus padres tampoco la forzaron a ello, pues de cierto modo entendían que su hija debía asimilar las cosas a su tiempo. Los gemelos la habían ido a visitar, pero nunca les dejaron verla, con la excusa de que estaba realmente enferma y no quería ver a nadie. También la llamaron y le enviaron mensajes hasta que su móvil quedó saturado, pero tampoco les atendía. Cada vez que ellos iban a su casa, los miraba llegar y alejarse por la ventana. Moría por saltar de ahí y abrazarlos hasta que nadie fuera capaz de separarla de ellos. Los extrañaba tanto y no había día que no llorara por eso.

Como de costumbre, la bandeja con comida que los empleados dejaban fuera de su habitación estaba completa, no tenía hambre y era evidente que había perdido peso, incluso se desmayó en una ocasión, pero sin importar qué, sus padres no daban marcha atrás con el compromiso.

- ___... -Su madre llamó a la puerta tres veces y después entró al no obtener respuesta. Habían quitado el seguro de su habitación después de que se desmayara, pues en caso de que volviera a suceder, no querían que la puerta tuviera seguro- Te han venido a ver -Ella se levantó apenas de su cama cuando pensó que tal vez sus padres habían accedido a dejarla ver a los gemelos. Pero sus esperanzas decayeron cuando su madre se hizo a un lado y Boggi cruzó la puerta.

- Hola, ___ -Dijo una vez que entró a su habitación.

- Yo estaré abajo -Su madre salió del cuarto cerrando la puerta tras ella. Qué ironía, cuando Ivan venía, tenía prohibido cerrar la puerta.

- Tus padres me han dicho que... -De pronto, la chica le lanzó una almohada que logró esquivar con velocidad- ¡___! -Pero ella no se detuvo ahí. Comenzó a arrojarle todo lo que veía.

- ¡Te odio! ¡Eres una basura, Bogdan! -Ella le gritaba sin cesar un montón de cosas al igual que le tiraba objetos que gracias a sus reflejos no lograban darle al menos en la cabeza.

- ¡Oye vas a ...! -Se detuvo horrorizado cuando la vio tomar la lámpara que estaba sobre su mesa de noche. A la chica realmente no le importaba matarlo de un golpe en esos momentos.

Rápidamente la tomó por la cintura alejándola de la lámpara y la tiró a la cama sujetándola por las muñecas quedando él sobre ella sin juntar sus cuerpos, evitando así, su escape.

- ¡Suéltame, maldito idiota! -Ella forcejeaba para soltarse de su agarre, pero era imposible, pues Boggi era más fuerte que ella- ¡Que me sueltes! -Boggi notó que ella planeaba patear su entrepierna y él colocó su rodilla sobre el pants que sobraba de la pierna de la chica, evitando que pudiera golpearlo- ¡Eres de lo peor! ¡Eres...! -La interrumpió.

- ¡Si, así es! ¡Soy un idiota! ¡Soy un imbécil! ¡Llámame como te plazca! -La miró a los ojos dejándola atónita. No lo había visto después de la pelea con Emilio, y su rostro lucía realmente dañado, tenía algunos hematomas y algunas postillas, incluso tenía dos puntadas en la ceja izquierda. Era cierto cuando Emilio dijo que él había quedado peor- Pero hagas lo que hagas y digas lo que digas, no me retractaré de la decisión que he tomado -De pronto dejó de resistirse a su agarre. Aunque seguía molesta, sabía que no se libraría de él por más que lo intentara- Siento que tenga que ser de este modo, ___ -Su tono se fue suavizando y soltando una de sus muñecas, quitó los mechones de cabello de su rostro que habían quedado ahí por el forcejeo- Pero te prometo dar mi mejor esfuerzo por ser el esposo que mereces y hacerte más feliz de lo que cualquier otro hombre te haría -Volvió a sujetar su muñeca en caso que decidiera volver a forcejear- Será más fácil cuando estés dispuesta a dejarme enamorarte

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora