Capítulo 38

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Nada. No se le ocurría nada que fuera lo suficientemente bueno para encontrarse con Ivan sin que nadie se enterara. Es que sus padres eran insoportables, cualquier cosa que pensaba, era cuestionada por ella misma al ponerse posibles obstáculos, que eran muy realistas.

Rendida, encendió la televisión encontrándose con el canal de noticias. Aparentemente había sucedido un accidente automovilístico cerca de su casa. Un autobús había embestido sin piedad a un automóvil con dos pasajeros.

- Ninguna de las víctimas ha sido identificada hasta el momento. Sin embargo, se estima que cerca de once personas resultaron heridas y trasladadas al hospital con... -La chica cambió de canal, pues un accidente no era algo fuera de lo usual.   

(...)

Despertó poco a poco debido al insistente vibrar de su móvil junto a su cabeza. Logró entreabrir sus ojos con pesadez para mirar el nombre de Emilio en la pantalla. La chica frunció el ceño, pues los gemelos sabían que no podía hablar con ellos, así que no había sentido en llamar. El aparato dejó de sonar y al instante vio que tenía varias llamadas perdidas. Se incorporó en su cama y tomo el teléfono para darse cuenta de que las quince llamadas habían sido de Emilio. Lo raro, es que no había ni una de Ivan, pues normalmente cuando uno llamaba, el otro también lo hacía. Algo no andaba bien y ella lo presentía.

Miró el móvil debatiendo si llamarlo de vuelta o no, cuando una llamada entrante de su madre apareció de pronto. ¿Qué estaba pasando que de pronto la solicitaban tanto?

- ¿Hola? -Atendió.

- Hija... -Su voz sonaba preocupada- Siento tanto lo que pasó -La chica frunció el ceño sin comprender.

- ¿Lo sientes? ¿De qué hablas? -Su madre guardó silencio un momento al percatarse de que su hija aún no sabía nada y buscó las palabras para explicarle.

- ___, no sé cómo decirte esto, linda. Pero... -Tragó saliva nerviosa, pues no sabía cómo iba a reaccionar. Pero lo que más le preocupaba era que tanto ella como su marido estaban lejos y no podían apoyarla en ese momento.

- Oye me estás asustando, solo dime qué está pasando -Su madre suspiró y decidió ser directa.

- Ivan está en el hospital

A ___ le tomó un momento procesar la situación; el accidente en la TV, las llamadas de Emilio y las palabras de su madre... Todo encajaba y comenzaba a tener sentido. De pronto, el móvil resbaló de su mano y cayó a la cama mientras ella miraba atónita a la nada.

- ¿___? ¿Mi amor, estás allí? -Su madre la llamaba desde la otra línea al no obtener respuesta.

La chica reaccionó un poco y volvió a tomar su teléfono para decirle a su madre que la llamaría luego y colgar.

Inmediatamente se puso de pie y se colocó lo primero que encontró. Bajó las escaleras de su casa corriendo hacia la salida y apuró al chófer para que trajera el auto. Mientras esperaba, decidió llamar a Emilio, quién afortunadamente respondió enseguida.

- ¡Emilio!

- ___... Está mal, está muy mal -Su voz sonaba destrozada al otro lado de la línea.

- Por favor, aguanta. Estaré allí pronto -Él chico hizo un sonido con su nariz al no poder contener las lágrimas.

- Hospital Clínic -Sollozó- Ven pronto -El corazón de la chica se partió al escuchar a su amigo tan vulnerable y necesitado de ella.

- Sé fuerte. Ya llego -Colgó.

El chófer finalmente apareció con el auto y la chica le dio las indicaciones de ir al hospital lo más rápido que pudiera y él así lo hizo.

De camino al hospital, la radio del vehículo se encontraba encendida y ella logró escuchar a detalle lo que los noticieros decían. Una vez que se supo que uno de los accidentados era Ivan Martinez, la noticia se hizo tendencia mundial y hablaban de ello en todos los canales de noticias.

- Un trágico accidente sucedió esta mañana en uno de los barrios más ricos de Barcelona. Un autobús embistió terriblemente a un conductor de Uber y su pasajero. Se identificaron múltiples heridos en el incidente. Entre ellas, el futuro heredero de su empresa, Ivan Martínez. De momento, no se tienen detalles de su estado de salud, sin embargo... -La chica cerró los ojos con fuerza tratando de evitar las lágrimas.

- Apague eso, por favor -Le indicó al chófer y él así lo hizo.

El resto del viaje fue una agonía constante, pues sentía que el camino era largo y eterno. No sabía nada realmente del estado de Ivan, estaba tan preocupada, que ni siquiera recordó que tenía prohibido ver a los gemelos. Sin embargo, sus padres al enterarse de la noticia, decidieron que serían flexibles en cuanto al tema. Al fin y al cabo, sabían que su hija sería incapaz de mantenerse alejada de esta situación, amaba a los gemelos como se ama a dos hermanos.

Finalmente llegaron al hospital y la chica salió disparada del auto sin esperar a que el chófer le abriera la puerta. La entrada estaba llena de reporteros que dificultaban el paso, y fue aún peor cuando la vieron llegar. Las cámaras y los micrófonos se aglomeraron a su alrededor al igual que las preguntas insistentes. Normalmente ella siempre era amable con los periodistas, pero está vez no estaba de ánimo evidentemente, así que sin importarle nada, empujó a todo aquel que se cruzaba en su camino.

Finalmente llegó a la puerta del lugar y la seguridad de los Martinez se encargó de que nadie además de ella pudiera pasar, salvándola así de la prensa. Corrió hasta la sala de espera, donde estaban el gemelo y sus padres.

- ¡Emilio! -El chico se giró inmediatamente al reconocer su voz y corrió a ella en busca de consuelo.

Ambos se fundieron en un abrazo mientras las lágrimas de la chica comenzaban a bajar junto a las de su amigo. Había estado tan apurada que ni siquiera se había acordado que tenía ganas de llorar. Se sentía bien estar de nuevo entre los brazos de uno de ellos, pero lamentablemente tuvo que ser bajo estas circunstancias.

- ¿Cómo está? -Preguntó una vez que se separaron, aunque mantenían sus manos unidas.

- Está en cirugía -Sollozó fuertemente al decir aquellas palabras y ella se cubrió la boca con su mano- Después lo van a trasladar a cuidados intensivos. Se ha dado varios golpes en la cabeza y los doctores dijeron que tenía demasiados vidrios incrustados por todo el cuerpo -Las lágrimas de ambos bajaban incansablemente- ___... el conductor del Uber ni siquiera sobrevivió

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora