Capítulo 10

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- Bien, Bogdan... ¿Qué es eso tan urgente de lo que quieres hablarme? -Preguntó su padre mientras cerraba las puertas de su despacho y se sentaban en lados opuestos del escritorio.

- Yo... Tengo una idea que tal vez te ayude a entrar como accionista a la industria petrolera de los Prince -Su padre arqueó una ceja y se apoyó sobre el escritorio con interés por las palabras de su hijo.

- Te escucho

Al inicio su padre no estaba de acuerdo con lo que su hijo proponía, pero tras atar cada cabo suelto que su padre le ponía como posible obstáculo, finalmente su idea comenzaba a sonar razonable. Aunque había una persona a la que no le agradaría en lo absoluto... ___ Prince.

Boggi salió del despacho con una extraña sensación en su interior, su primera fase del plan estaba completada, con la ayuda de su padre sería más fácil llegar hasta la meta.

Ahora mismo, el señor Gnatovich se encontraba llamando a Prince para reunirse en otra junta y que escuchara la magnífica idea que su hijo había pensado, a lo que él accedió fácilmente, pues como se había mencionado, estás dos familias eran muy unidas fuera de los negocios.

(...)

Ya habían pasado los días en que ___ y Mario se quedarían en México. Si Boggi no recordaba mal los horarios que su amigo le había dicho, debían estar por abordar el avión de regreso a España.

- ¿Entonces qué fue lo que averiguaste? -Preguntó Boggi un tanto alterado.

- ¡Nada! Te digo que en ningún momento me dio una sola respuesta

- ¿Cómo es eso posible?

- No lo sé, wey. Tal vez sea porque de verdad no tiene un tipo

- ¿Cómo diablos no? Todo el mundo tiene un tipo

- Te juro que ella no, incluso le volví a preguntar después cuatro rondas de caballitos tequileros

- ¿Cuatro rondas de qué?

- Nada, cosa de mexicanos. El punto es que de verdad no tiene un tipo perfecto

- ¿Y eso qué significa?

- No lo sé, tú dime... No conozco tu plan

- Aún no puedo contarte. El día de hoy se define si tendré éxito o no

- ¿Éxito en qué? ¿Boggi, de qué diablos hablas?

- Bogdan, ¿estás listo? -Preguntó su padre desde la planta baja.

- Un segundo -Respondió él y después volvió al teléfono- Me encontraré con el padre de ___ en una hora más, si todo sale de acuerdo a lo planeado, entonces... -Fue interrumpido.

- ¡Bogdan, apresúrate! -Insistió su padre.

- Debo irme -Fue lo último que pronunció antes de colgar.

Durante el camino, Boggi comenzaba a sentirse culpable y nervioso, pues sabía que, si al señor Prince le gustaba la oferta, ___ sería la única persona que saldría de cierto modo afectada, aunque él estaba dispuesto a hacer hasta lo imposible porque ese mal momento que estaba a punto de causarle pasara lo más pronto posible.

- Sí que nos vemos seguido -Estrecharon sus manos una vez que se tuvieron frente a frente.

- Ya lo creo -Respondió el señor Gnatovich.

Hicieron la misma rutina que siempre hacían cuando se reunían; cenar, conversar sobre asuntos externos al trabajo y alardear un poco de los logros recientes. Para ese momento, Boggi se sentía un poco más relajado, aunque lamentablemente la paz le duró poco.

- Bien, escucho -El señor Prince entrelazó sus dedos y se apoyó sobre la mesa.

Cómo era costumbre, Boggi no emitió un solo sonido mientras su padre brindaba la oferta, tan solo observaba atentamente las reacciones que Prince mostraba de vez en cuando. Debía admitir que esperaba una reacción más de sorpresa, pero más bien lucía como si ya hubiera escuchado algo similar en el pasado.

- ¿Qué opinas, amigo? -Preguntó Gnatovich.

- Pues... -Prince relajó sus hombros y dio un leve suspiro tras recargar su espalda completamente en la silla- Debo admitir que es algo que ya se me ha propuesto antes

- ¿Pero...? -Prince dirigió su mirada hacia Boggi en cuanto escuchó a su amigo emitir aquella pregunta.

- Quisiera saber por qué no te opones, Bogdan. Mi hija seguro ya habría hecho un escándalo -Ahora la atención estaba sobre el más joven de la mesa, tanto el señor Prince como su padre esperaban una buena explicación.

- Señor Prince, sonará desesperado por mi parte... Pero con todo respeto, yo no estoy interesado en su industria petrolera. Lo que más me interesa en esta vida es su hija

- Mi hija junto con mi esposa, son lo más valioso que tengo. Todo lo que hago es para ellas y por ellas. Quiero que entiendas que no espero que le des menos de lo que yo le doy a ___, pues como ya sabes, es mi única hija

- Y me comprometo a darle lo mejor siempre, si usted acepta la oferta

- Eres un buen chico, Bogdan. Pero eso no bastará para conquistar el corazón de ___... Como sabes, está perdidamente enamorada de Ivan Martinez

- Lo sé

- ¿Y aun así estás dispuesto a continuar con esto?

- Sí, señor

La mesa quedó en silencio por un momento. Parecía que Prince estaba meditando todo lo que acababa de suceder. Estaba entre el sí y el no, pues jamás le habían hecho una oferta tan grande como ser accionista mayoritario de una empresa ajena a la suya, sin embargo, el precio a pagar era su adorada hija. Así que el veredicto final fue...

- De acuerdo -Boggi suspiró aliviado al escuchar aquellas palabras al igual que su padre- Hablaré con mi esposa y le daremos la noticia a mi hija la siguiente vez que nos veamos. De una vez les aviso que no será fácil, estará en total desacuerdo apenas se entere y sabrá Dios qué será capaz de hacer, parece linda y dulce, pero tiene un carácter fuerte que sale a la luz cuando hace falta -Miró nuevamente a Boggi específicamente- Pero confío en que a la larga se dé cuenta de que he tomado la mejor decisión por su bien

- Se lo agradezco mucho, señor -Boggi desbordaba agradecimiento, tanto que ambos hombres mayores les parecía gracioso.

- Agendemos la cena de la noticia en otro lugar -Propuso el señor Prince poniéndose de pie al igual que los otros dos- Entre menos relacione ___ esto con los negocios, será más fácil que lo asimile

- Que ella escoja el lugar -Dijo el señor Gnatovich y su amigo asintió con una sonrisa.

- Hasta entonces -Se despidió.

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora