Capítulo 40

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Al llegar la noche, los padres de Ivan hicieron relevo con su hijo y la chica. Su madre salió destrozada de la habitación al ver a Ivan en ese estado, algo que infundió el miedo en ___.

- Venga -Animó Emilio al verla incapaz de girar la perilla de la puerta- Yo también estoy aterrado, pero seamos fuertes por él, ¿sí? -La chica sonrió y asintió.

Con el poco valor que tenía, abrió la puerta decidida en ver al amor de su vida, y al estar del otro lado de la habitación, el alma de ambos casi se cae a pedazos al verlo de ese modo. De nuevo, los ojos de los dos se pusieron vidriosos y era imposible evitar llorar. La chica se cubrió la boca con su mano en un intento de ahogar un grito, mientras Emilio caminaba lentamente hacia su gemelo. Ivan se encontraba recostado e inconsciente, conectado a miles de aparatos, con vendas y puntadas por todo su cuerpo.

- Ivan -Emilio tomó suavemente su mano- Estamos aquí, hermano -Sollozó- Ambos estamos aquí -Sin soltar su mano ni apartar su mirada triste de él, extendió su brazo hacia la chica para que se acercara a ellos- Despierta, por favor... ___ está aquí -Mencionó como si eso fuera a hacerlo reaccionar- Vamos, ¿no querías verla? -Ambos sonrieron melancólicamente- Está aquí, solo debes abrir tus ojos

La chica estaba temblorosa y casi se sentía incapaz de hablar. Emilio al ver que ella no podía hacer un solo movimiento, soltó la mano de su hermano y tomó la de ___ para guiarla hasta hacerla tocar la piel de su gemelo.

- Oye -Hizo un ruido extraño con la nariz- Vaya forma de llamar mi atención, ¿no crees? -Bromeó en un intento de aligerar el ambiente- Tienes que despertar, Ivan. De otro modo no podremos escapar de aquí  -Una lágrima resbaló por su mejilla hasta caer en el brazo del chico.

Estuvieron un rato hablándole sin saber si los escuchaba o no, pero poco a poco comenzaban a sentirse cansados. Emilio fue el primero en quedarse dormido con su cabeza y sus brazos apoyados sobre la cama de su hermano mientras seguía sentado en la incómoda silla. Sin embargo, ___ permaneció despierta, pues hacía mucho que no lo veía, y aunque no pudiera hablar con él, el simple hecho de mirarlo le bastaba.

Poco a poco, el miedo a tocarlo se esfumaba y lo acariciaba cada vez más, pero siempre con mucho cuidado. Le parecía imposible que incluso con todo ese vendaje encima se siguiera viendo atractivo. Se levantó de su asiento y decidió acercarse un poco más a su rostro. Sonrió ligeramente al ver sus labios levemente entreabiertos... moría por besarlo de nuevo, sentir todo su amor a través de un beso y que le sonriera tan enamorado como siempre lo hacía. Recorrió su rostro lentamente con su mirada hasta dar con sus ojos cerrados.

- Quiero que me mires con esos ojos tuyos tan bonitos -Susurró.

Con su dedo índice, acarició suavemente su mejilla. Si antes no se atrevía a ponerle un dedo encima, ahora no podía dejar de tocarlo. Anhelaba su tacto, sostener su mano y envolverse mutuamente en abrazos. Hacía tan solo un par de meses que no se tocaban, pero ahora que podía hacerlo, se sentía como si hubiese pasado una eternidad.

- Por favor, despierta, mi amor -Depositó un pequeño beso en su mejilla.

(...)

Los padres de la chica se habían apiadado de su hija y la dejaban estar con Emilio todo el tiempo, desde la escuela hasta el hospital y de regreso.

Los días pasaban y él aún no respondía. Tanto ___ como Emilio habían vuelto a la escuela, pero se quedaban con Ivan toda la tarde y noche. 

Boggi, por otro lado, la miraba siempre de lejos y un poco malhumorado por su acompañante. Trataba de ser comprensivo por la situación, pero desde el día en que ella le dijo que jamás lo amaría como a Ivan, necesitaba tenerla cerca más que nunca, pues sus inseguridades habían aumentado a un grado que ya era tóxico.

En medio de su desesperación, el ruso habló con el padre de ___, planteándole la idea de que sería bueno que su hija comenzara a vivir con él lo antes posible. Al señor Prince no le disgustaba del todo la propuesta, pues él y su esposa estaban siempre fuera, dejándola sola por mucho tiempo. También, él se había independizado con demasiada facilidad, que dejaba bastante tranquilos a sus futuros suegros, y tal vez de ese modo, ___ se acostumbraría aún más a su presencia. Por lo único por lo que no les terminaba de convencer, era porque su hija estaba sufriendo en esos momentos por el accidente de Ivan y temían que una noticia así la pusiera en peor estado. Sin embargo, les parecía mejor que la chica tuviera la compañía de Boggi cada vez que ella volviera del hospital.

La misma tarde que él habló con sus futuros suegros, el personal de los Prince ya se encontraba empacando las cosas de la chica para que el camión de mudanzas se las llevara al penthouse del ruso.

___ aún estaba en el hospital con Emilio esperando a que Ivan finalmente despertara, pero como todos los días anteriores, seguía sumido en el coma. Parecía estar todo bien con sus signos vitales según las enfermeras, pero no comprendían porqué no lograba despertar.

Dieron cerca de las tres de la mañana cuando Emilio dejó a ___ en su casa para que comiera algo y se duchara. Quedó en que pasaría por ella para ir al colegio juntos como era costumbre esos días y se despidieron. Sin embargo, la pobre no sabía que se llevaría una horrible sorpresa.

Entró a su casa con las luces apagadas y subió rápidamente a su habitación. Pero al encender las luces de su pieza, se encontró con todo vacío; su armario sin ropa, su tocador también y había algunas cajas selladas por todo el cuarto.

- ¿Pero qué...? -Miró confundida la escena cuando una voz familiar habló detrás de ella.

- Volviste - 'Boggi' adivinó al escucharlo.

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora