Her Love in Percentages

Capítulo 13

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Durante las semanas siguientes, las inseguridades de Boggi volvían a aparecer debido a que el señor Prince aún no había llamado para reunirse a darle la noticia a ___, lo cual hacía creer a Boggi que tal vez se había retractado, y no ayudaba para nada el hecho de que Ivan estuviera pegado a ella todo el día.

El ruso comenzaba a enloquecer, cuando finalmente un día después de la escuela, su padre le dio la buena noticia de que el señor Prince había llamado para reunirse, así que ahora que era el día, esperaba con ansias que llegara la noche.

Al menos, por ahora, la escuela había terminado y se encontraba en su casillero guardando un sinfín de cosas cuando de pronto una pequeña mano se colocó sobre su hombro llamando su atención.

- Te veo luego -Dijo ella con una sonrisa en sus labios que Boggi correspondió al instante.

- Hasta en la noche -Aunque el encanto terminó pronto, pues Ivan apareció de pronto junto a ella rodeando sus hombros con su brazo. Miró al ruso por un segundo y le sonrió como despedida para después caminar junto a ___ hasta la salida de la escuela.

- Entonces... -Fue Mario quién se acercó a Boggi ahora- Hoy es el día -Su tono de voz no sonaba para nada emocionado.

- Así es -Mario suspiró.

- Bog, por favor piénsalo una vez más

- No hay nada que pensar, Mario -Lo miró con unos ojos intensos- Mi padre y su padre están de acuerdo, también nuestras madres. Aunque yo quisiera echarme para atrás, cosa que no quiero -Aclaró- La decisión está tomada -Su amigo lo miró decepcionado- Nos vemos mañana

Sin decir nada más, Boggi se alejó de su él, no quería escuchar más de sus regaños. Por otro lado, Mario no podía hacer nada realmente, ___ estaba condenada y él también lo estaría si trataba de oponerse.

(...)

Ella no comprendía por qué le habían pedido elegir el restaurante donde se reunirían aquella noche, pero tampoco hizo preguntas al respecto. Mientras que el ruso sentía como sus manos sudaban por el nerviosismo, las restregaba incansablemente en sus pantalones para secarlas, algo que su padre notó al instante.

- Si sigues fregando así tus manos se pondrán rojas de las palmas

- No puedo evitarlo

- Eso veo -Después de un momento de silencio, volvió a hablar- Bogdan, ¿por qué... jamás mencionaste que te gustaba ___? -Él se encogió de hombros.

- No lo sé -Se limitó a decir.

- ¿Desde hace cuánto que te gusta?

- Cinco años, más o menos

- Eso es mucho tiempo

- Créeme que lo sé -Dijo con tono irónico- He sufrido todos y cada uno de esos días

- ¿Y jamás... hiciste un esfuerzo por invitarla a salir?

- No, Ivan Martinez era el impedimento

- ¿Era? Ellos aún están enamorados. ¿Qué te ha dado el valor para hacer esto?

Boggi recordó lo que había sentido esa noche en México cuando los vio besarse y después caminar juntos a la habitación de un hotel, fueron dos golpes demasiado bajos en una misma noche y jamás había experimentado el dolor de algo similar. Esa noche fue el detonante de su locura, el momento en que decidió que nunca podría tolerar verla con otro hombre.

- El tiempo -Respondió simplemente a la pregunta de su padre, pues no tenía por qué saber los detalles.

El chófer aparcó en el estacionamiento del restaurante y Boggi notó que el auto de los Prince estaba a tan solo un par de lugares, así que su corazón comenzó a palpitar de modo que creyó que saldría de su pecho en cualquier momento.

Cuando entraron al lugar, divisaron a lo lejos al señor Prince y a ___ conversando. Ni su madre ni la de ___ habían llegado aún, ambas habían salido de compras juntas cuando la señora Prince llegó a España.

La chica estaba curiosa por saber el motivo de la cena, debía ser importante si su madre había viajado desde México hasta Barcelona.

Los cuatro se saludaron entre ellos y alrededor de una media hora más, llegaron las dos mujeres que aún faltaban. Les llevó alrededor de tres horas terminar la cena, pues como la madre de ___ no había estado en España por un largo tiempo, había mucho qué preguntar y decir. Aunque el único que no hablaba para nada era Boggi, aún le sudaban las manos y le era difícil concentrarse en la conversación. A veces llamaban su nombre, pero tardaba en reaccionar.

Ya casi no había gente en el lugar, tan solo ellos y una pareja más que se encontraba bastante apartada de la mesa. El ruso sentía que en cualquier momento se desmayaría de la ansiedad, cuando finalmente tocaron el tema.

- Bueno, hija -Comenzó el señor Prince- Es hora de que te digamos el motivo de por qué nos hemos reunido esta noche

Ella miró a su padre frunciendo el ceño, no sabía por qué se dirigía solo a ella, así que se puso nerviosa al sentir que todo el mundo sabía qué estaba pasando a excepción suya.

- Sabes que nosotros te amamos, querida -Su madre acarició su cabello mientras la miraba tiernamente y ella le sonrió en respuesta- Así que siempre trataremos de hacer lo mejor para ti -La chica miró hacia los lados percatándose de que todos a excepción de Boggi tenían una sonrisa en el rostro. Él más bien no mostraba ninguna emoción.

- ¿Y este ataque de nostalgia? -Dijo ella después del extraño silencio que se había formado.

- Nuestras familias han sido bastante cercanas desde hace mucho tiempo, somos socios en varios asuntos e industrias. Ambas empresas, Prince y Gnatovich son las mejores a nivel mundial, casi inderrocables -Ella volvió a asentir sin entender el motivo del discurso- Así que es muy importante la pareja con la que se van a unir en un futuro para una alianza más fuerte y totalmente indestructible -Hizo una pausa- Es por eso, que el señor Gnatovich se acercó conmigo unas semanas atrás para proponerme una oferta, la más grande que le hayan hecho jamás a la empresa... Y he decidido aceptarla -Boggi tragó saliva al escuchar esas palabras- Hemos acordado que lo mejor para todos, es que tú y Bogdan se unan en matrimonio

En ese momento el corazón de la chica se paralizó y el de Boggi latía cada vez más apresuradamente. Creyó haber escuchado mal o que tal vez era una broma, pero nadie más decía nada al respecto y la pobre estaba en shock completamente. ¿Casarse con Boggi? Él no era el chico que amaba, su corazón ya estaba ocupado por Ivan Martinez, no deseaba a ningún otro hombre en el mundo.

- Todos ustedes se han vuelto locos