Capítulo 37

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Los días que restaban de vacaciones, Boggi no buscó a ___ ni una vez. La chica había estado ocupada ideando un plan para poder acercarse a Ivan y aclarar las cosas, mientras que el ruso, se había dedicado completamente a terminar con la remodelación del penthouse. Estaba tan dolido, que buscaba hacer cualquier cosa que lo mantuviera distraído. Era tanta su ansiedad, que casi había terminado... Solo le faltaba el detalle más importante.

- Señor Gnatovich, necesitamos que nos diga cuál será su decisión –Hablaba la encargada a través del teléfono.

- Lo sé, lo sé –Cerraba con fuerza sus ojos mientras apretaba el puente de su nariz.

Y es que, aunque había tenido el corazón roto hace unos días, aún no estaba seguro de querer dejarla ir. Había una guerra entre el cerebro y el corazón y eso le impedía poder decidir entre comprar una cama individual y una matrimonial.

- Señor Gnatovich, siento la insistencia, pero debemos atender más llamadas. La mueblería está saturada de pedidos

- Mierda –Susurró por lo bajo odiándose por lo que estaba a punto de decir- Tráiganme la matrimonial -Sentenció finalmente.

- Entendido. Su pedido llegará dentro de un par de días

- Gracias

- Que tenga un buen día –Colgó.

- ¿Qué acabas de hacer, idiota? –Se dijo a sí mismo.

(...)

Apenas se abrieron las puertas del avión, Ivan había salido disparado siendo seguido por su hermano. Emilio creyó que se detendría a esperar su equipaje, pero le dio exactamente igual.

- ¡Oye! ¡¿Dónde vas?! ¡El equipaje! –Le gritó desde el lugar dónde sus maletas deberían salir- ¡Ivan!

Afortunadamente, las maletas no tardaron en salir, pero el que cargó con todo terminó siendo Emilio. Apenas podía seguirle el paso a su hermano, quién corría como loco por todo el aeropuerto sin saber por qué, pero esbozaba una sonrisa que hace mucho no le veía.

Ivan se detuvo en la entrada principal del aeropuerto y poco después, Emilio logró alcanzarlo con todo y las maletas de los dos.

- ¡¿Se puede saber qué es lo que te pasa?! –Golpeó su nuca, pero él ni siquiera prestó atención- Que yo también me he cansado de estar en un vuelo tan largo, pero no he salido corriendo como un toro loco. ¡Me has hecho cargar con tu equipaje!

- ¡Emilio! –Se giró a verlo entusiasta dejándolo perplejo.

- ¿Sí? –Preguntó confuso.

- Ocúpate de las maletas, ¿quieres? –Pidió con una felicidad que casi asustaba a su hermano.

- ¡Eso he hecho! –Señaló todo el equipaje detrás de él.

- Llévalo a casa por mí, por favor –El otro chico enarcó una ceja sin comprender la actitud de su hermano.

- ¿Qué tú no te vienes?

- No... Iré a buscar a ___ -A Emilio casi se le baja la presión al escuchar eso.

- ¡¿Tú te has vuelto loco?! ¡No recibimos una sola llamada suya durante las vacaciones! ¡Aún no debe ser seguro que vayamos a verla! –Sujetó sus hombros y lo sacudió en un intento de hacerlo entrar en razón.

- ¿Y qué me van a hacer? –Preguntó divertido- ¿Asesinarme? Vamos, Emilio, que son empresarios, no sicarios

- ¿Y a ella?

- Pues la traeré conmigo –La sonrisa no se la quitaba nadie.

- Ivan, por favor razona –Emilio estaba preocupado por la repentina locura de su hermano.

- Eso hago... Ya fue suficiente de estar separados, no puedo soportarlo más. Si hace falta cambiarnos el nombre y huir del continente, que así sea, pero yo ya no estoy dispuesto a estar sin ella

- Ivan... -Su hermano palmeó su rostro con afecto.

- Tranquilo, no me iré sin decirte. Pero necesito que me apoyes –Emilio lo pensó un segundo.

- Está bien –Cedió- Anda, que yo me hago cargo de las maletas –Ivan sonrió más ampliamente y abrazó a su gemelo de forma afectuosa.

Pidió un uber y dejó a su hermano con el equipaje en el aeropuerto. Él se marchaba con una felicidad increíble, pero por alguna razón, Emilio se sentía bastante inquieto. Observó el auto marcharse y marcó el número de su chófer para que pasara a recogerlo.  

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora