Capítulo 29 - Maratón ⁵✓

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- Descuida, seguro que no es nada -Dijo en un intento de calmarla, ya que había sentido que tomaba su brazo- Será por la nieve -Inquirió.

- Eso espero

- Revisaré el cuadro eléctrico si eso te deja más tranquila

- Umm... -No sonaba del todo convencida ante la idea.

- Tranquila, que no es lo más complejo -Le aseguró al creer que su preocupación era que pudiese quemar un cable o la casa entera.

Se puso de pie dejando a la chica en la sala mientras él se dirigía a la puerta que llevaba al sótano, y justo al lado se encontraba una mesa con una linterna, la cual tomó. Bajó las escaleras y comenzó a buscar en las paredes la caja dónde se ubicaban todos los cables y switches. Le costó un poco de trabajo encontrarla, pero finalmente la halló detrás de uno de los muebles viejos, aunque para su sorpresa, ya estaba abierta y salían algunas chispas de los cables; prueba de que estaban rotos. Aunque al acercarse, se dio cuenta de que no había forma de que se hubieran roto por sí solos, así que alguien tuvo que haberlos cortado... Y en ese momento fue cuando reaccionó.

- ___... -Susurró alarmado. Sin darle más importancia al asunto de las luces, se apresuró escaleras arriba para encontrarse con la chica- ¡___! -La llamó alarmado en cuanto llegó a la sala, pero no había rastros de la chica por ningún lado. Lo que sí habían, eran pisadas de nieve que llevaban escaleras arriba.

Ni siquiera se acordó de llamar a los guardias, subiendo por su cuenta las escaleras y siguiendo las pisadas hasta la habitación de ___. Pero claro, su cuarto tenía el balcón más grande, y aunque era imposible que alguien entrara por ahí, era el escape más fácil si se amarraba una cuerda a la cama y se saltaba.

Al entrar a la habitación, se encontró con la escena que recién había descrito en su mente. Atada de manos y pies con la boca cubierta por una cinta, sin embargo, no parecía aliviada de verlo, sino que hacía sonidos extraños con la boca como si tratara de advertirle algo. Afortunadamente, Boggi logró ver la figura de un hombre a través de un espejo de cuerpo completo que yacía en la pared, así que rápidamente se dio la vuelta logrando esquivar un golpe que iba directo a su cabeza. Tanto él como el atacante quedaron frente a frente en posición de defensa, pero no era una pelea justa, pues el hombre encapuchado tenía un cuchillo en la mano mientras que Boggi solo tenía una linterna.

- Esto no es necesario -Dijo Boggi con voz tranquila, pero apenas terminó la oración, el tipo se abalanzó sobre él tratando de herirlo con el cuchillo, pero logró evitar el impacto del arma.

Decidió que no diría nada más y mejor se concentraría en la pelea que se había desatado de pronto. El hombre lanzó varias puñaladas, pero ninguna logró darle. Boggi esperó a que volviera atacar con la mano del cuchillo para colocar su antebrazo contra el suyo y torcer su mano; de este modo, quedó completamente desarmado. Logró aplicar una llave que le dio la ventaja, pero solo por un segundo; el hombre sacudió su cabeza hacia atrás dejando un buen golpe contra su rostro, así que nuevamente era él quien llevaba la ventaja. Se apresuró en tomar el cuchillo logrando su objetivo, sin embargo, Boggi dejó caer su cuerpo sobre él, quedando ambos en el suelo. Con la mano en la que llevaba el arma, lanzó una puñalada que logró tocar apenas la parte baja de su hombro y ligeramente su mejilla, aunque por suerte, este movimiento ayudó a que el ruso tomara nuevamente su mano haciéndolo soltar el cuchillo por segunda vez. Aplicó la misma técnica que la primera vez, pero ahora, estrellando su cabeza contra el suelo dejándolo completamente inconsciente. El agresor fue astuto con el tema de las luces, pero no era muy bueno luchando realmente.

Algunos guardias llegaron a la habitación apuntando con sus armas, pero para cuando aparecieron, Boggi ya se había encargado de la situación e incluso había terminado de desatar a ___.

El equipo de seguridad hizo un par de llamadas tanto a la policía, como a una ambulancia y a los padres de ambos jóvenes. A ellos los dejaron en la sala mientras investigaban cómo había logrado el hombre burlar a un equipo completo de guardaespaldas bien capacitados, y resultó, que como la casa era tan inmensa, había una pequeña ventana rectangular en el sótano que daba justo a la calle. Nadie había notado aquella rendija, pues apenas medía un metro por cuarenta centímetros. Alguien con el cuerpo de Boggi seguro no habría entrado por ahí, pero Esteban era de complexión bastante delgada, así que no tuvo que hacer más que romper el vidrio y escabullirse por ese espacio.

Había movimiento por toda la casa y era un caos, incluso los vecinos que poseían las enormes propiedades de al lado se asomaban para ver el lío que se había armado. Aún no había luz evidentemente, pero habían iluminado la casa lo más que se pudo con velas y algunas linternas.

- La ambulancia ya viene en camino -Era lo que ella repetía mientras presionaba las heridas de Boggi con una toalla, aunque él solo la miraba divertido.

- Que no me voy a desangrar, si tan solo han sido dos cortes -Rio, pero ella seguía presionando como si sus palabras hubieran sido "moriré desangrando".

- No, ruso, no hay que minimizar las cosas. En una de esas te desmayas y nosotros creyendo que todo estaba bien -Volvió a reír.

- De verdad que estoy bien, me ha dolido más el cuerpo cuando me he peleado con Emilio. Este tipo no tenía ni la más mínima idea de cómo pelear

- Y ustedes sí -Respondió sarcástica refiriéndose a él y a Emilio.

- Pero claro, hemos ido juntos a la misma academia

- ¿Ahora de qué hablas?

- Pues de la academia de defensa personal, mujer -Ella lo miró confundida, pero después recordó.

Era cierto que los gemelos habían ido a una academia de defensa personal desde que eran pequeños, pues tenían mucha energía y sus padres pensaron que la mejor manera de canalizarla era en algo que también les sirviera como protección. Desde entonces, les encantó y llevaban asistiendo con regularidad desde hace algunos años.

- ¡¿Tú has entrenado con ellos?! -Debido a la sorpresa, presionó la herida más de lo necesario provocando un poco de dolor a Boggi- Lo siento, lo siento -Dijo cuándo notó su gesto de sufrimiento.

- No precisamente con ellos. Toda la vida hemos asistido en horarios diferentes, pero llevamos más o menos el mismo tiempo entrenando

- Sentimos mucho la demora, pero debido a la nevada, le ha tomado un poco más tiempo a la ambulancia llegar hasta aquí -Informó uno de los guardias.

- No hay problema -Habló Boggi mientras se ponía de pie.

Uno de los paramédicos entró a la casa para atender a las heridas de Boggi, mientras un oficial tomaba su testimonio y después el de ___, quien permaneció un poco alejada mientras observaba como el chico era atendido.

Una de las chicas que recién estaba con él y el paramédico que los atendía, llevaba de regreso a la ambulancia una bandeja con vendas manchadas de sangre, una aguja y un hilo para suturar. Sin duda alguna, objetos que no dejaron muy tranquila a ___.

- Disculpe -Detuvo a la chica cuando pasó por su lado.

- ¿Sí, señorita?

- ¿Él está bien?

- Sí, no hay de qué preocuparse -Aseguró enternecida.

- ¿Entonces todo eso...? -Apuntó a las cosas que llevaba dentro de la bandeja sin poder terminar la oración.

- Tenía una herida de diez centímetros en su brazo, así que necesitó algunas puntadas para evitar que se infectara, y su mejilla estaba levemente magullada, pero nada serio

- Ya veo, gracias -Ambas se sonrieron y la chica siguió con su camino a la ambulancia.

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¡Último capítulo del maratón! Ojalá lo hayan disfrutado. Estaré subiendo el capítulo habitual de los viernes más tarde, tipo 7:40 u 8:00 pm.

¡Gracias por el apoyo!

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora