Capítulo 3

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Las tres semanas habían pasado y ambos jefes de empresa se volvieron a reunir junto a los inversionistas, está vez, los planes y negocios habían ido de maravilla como de costumbre. Una vez más, ___ estaba demasiado amigable con Boggi y así había sido durante estas tres semanas. Se sentaba junto a él en las clases que compartían juntos y le hablaba con frecuencia en la escuela. El chico comenzaba a hacerse muchas ilusiones y su mejor amigo lo notaba, pero siempre caía en picada de su nube cuando la veía con Ivan Martinez. Siempre abrazados o siendo extremadamente afectuosos, hervía de celos a la vez que la tristeza inundaba su corazón.

- ¡Cabrón! ¡Invítala a salir entonces! -Lo regañó su amigo mientras le daba un zape en la nuca.

- ¡No! Solo míralos -Los señaló con la palma abierta- Si hago eso, me dirá que no

- Pues no le digas que es una cita

- No tengo otra excusa para salir con ella

- ¡A ver, wey! Agárrate los huevos y dile "Tengamos una cita uno de estos días"

- ¡Que no!

- ¡Puta madre! ¡Entonces ámala a lo lejos y sufre toda tu vida mientras ella se casa con Ivan!

- Boggi -La chica los sorprendió por detrás.

- ¡A la madre! -Exclamó Mario dando un brinco del susto al igual que Boggi haciendo que la chica comenzara a morir de risa.

- No había escuchado esa expresión desde que mi madre regresó a México -Dijo ella sentándose entre los dos chicos mientras ambos le hacían espacio.

- ¿En serio? Bueno, cuando quieras puedes acercarte a escuchar mis majaderías -Bromeó Mario haciéndola reír nuevamente, aunque ambos seguían nerviosos de que pudiera haber escuchado algo de su conversación.

- ¿Cómo es que nunca te había visto antes? -Preguntó divertida- Creí que era la única mexicana aquí

- ¿Mexicana? Tu apellido es Prince, eso es más fresa que vivir en San Pedro

- Mi padre es español -Explicó.

- Créeme que lo sé, la escuela entera seguro conoce su biografía de memoria -Ahora hizo reír hasta a su amigo.

- ¿Cómo te llamas?

- Mario... Guzmán

- ¡El Chapo! -Exclamó emocionada mientras Mario reía y Boggi solo los miraba asombrado de que su amigo le hubiera caído mejor en tres minutos de lo que él le ha caído en cinco años... Así es, el ruso llevaba enamorado cinco años.

- De casualidad... ¿No buscabas a Bog? -Mario señaló a espaldas de la chica que había olvidado por completo la presencia del otro chico.

- ¡Cierto! -Reaccionó de pronto girando ahora en dirección a Boggi- Lo siento -Dijo mientras lo miraba de frente.

- No importa -Le sonrió.

- Mi papá olvidó darles esto ayer que nos vimos -Le entregó un sobre blanco. Boggi lo tomó y lo miró algo confundido- Es una invitación para la fiesta de cumpleaños de mi madre -Explicó al ver la confusión en su cara.

- ¿Será en México? -Preguntó al abrir el sobre y mirar de manera rápida la invitación.

- Si... Mi padre quería que fuera aquí, pero ella insistió en México, las fiestas son mejores allá

- Eso es cierto -Apoyó Mario.

- ¿Por qué no vienes también? -Propuso ella.

- ¿Yo? Pero nuestros padres nunca han hablado

- ¿Qué importa? Eres invitado mío, debes extrañar México tanto como yo -Mario sonrió ante su amabilidad.

- Gracias, ___

- Irás, ¿cierto? -Se dirigió ahora a Boggi, quien sonrió al creer que ella quería que estuviera allí.

- Claro, ___

- Bien... Los dejo -Se puso de pie y caminó en dirección a los gemelos.

- Invítala a salir -Volvió a insistir su amigo una vez que la chica estaba lo suficientemente lejos.

- No, entiende que no lo haré

- Amigo, si bien no le gustas, al menos tiene un mínimo de interés en ti

- ¿En mí? Yo soy invitado de su padre, tú eres invitado suyo -Respondió sacudiendo el sobre blanco.

- ¡Pues mejor! Le caes bien al suegro -Boggi comenzó a reír.

(...)

La fecha de la fiesta se aproximaba, pero Boggi aún no había podido dar con su padre, después de la última junta con los Prince, pues su papá había salido de viaje... Otra vez.

Boggi esperaba en el área de los aviones privados del aeropuerto, su padre llegaba hoy y debía darle la invitación lo más rápido posible antes de que ocupara ese espacio en su agenda, si es que no lo estaba ya.

Miraba el cielo con sus lentes de sol y sus brazos cruzados, cuando a lo lejos observó que otro avión se preparaba para salir. Para su sorpresa, tenía "Prince" pintado en los costados.

- Bogdan... -Una voz varonil lo llamó a sus espaldas y al darse vuelta se encontró con el señor Prince y su hermosa hija detrás de él.

- Señor Prince -Estrecharon sus manos como un saludo y después saludó a la chica con una simple sonrisa.

- ¿Tú también sales de viaje?

- No, espero el avión de mi padre

- Ya veo

- Señor Prince -Uno de los trabajadores se acercó hasta ellos- El capitán quiere hablar con usted un momento

- Enseguida voy -Respondió él y volvió a dirigir su mirada a Boggi- Saluda a tu papá de mi parte

- Claro que si -Respondió él.

- Espero verlos en la fiesta de mi esposa -Boggi solo asintió y el señor Prince comenzó a caminar en dirección a su avión privado.

- ¿A dónde van? -Le preguntó a ___ una vez que quedaron solos.

- México, papá quería llegar unos días antes de la fiesta para verificar que todo esté bien y pasar tiempo con mi madre

- Ya veo

- Señorita -Ahora una de las azafatas era quien se acercó a ellos- Siento interrumpir su conversación, pero necesitamos que aborde su avión

- Claro que sí, muchas gracias -Respondió amable y la azafata se marchó rápidamente- Te veo en unos días, supongo -Le dijo a Boggi.

- Espero que sí. Que tengan un buen viaje

- Nos vemos, Boggi -Le sonrió y comenzó a caminar hacia el avión.

Poco después del despegue de los Prince, el avión de su padre comenzaba a aterrizar. El señor Gnatovich quedó sorprendido al ver que su hijo lo esperaba en el aeropuerto, pues nunca hacía eso, pero después de explicarle lo de la fiesta, comprendió la urgencia.

Despejó su horario de manera que quedara libre por lo menos tres días y confirmó su asistencia a la fiesta de su socio y amigo.

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora