La Reina del Engaño

Capitulo Especial

Han pasado cuatro meses desde que Giuliana reveló la verdad. Después de ese día nada fue igual para nadie.
Cada unos de los Martinelli están enfrentando sus propios demonios. Alexandra y Renzo luego de leer todo lo que su madre les dejó, entendieron que ambos fueron criados por una mujer muy valiente e inteligente, Renzo llevó a su esposa a ese lugar que solo él y Bianca tenían la llave para ingresar. Al llegar a la mansión De Angeli no había rastro del enfrentamiento de los mafiosos que se llevó a cabo en ese lugar, Renzo ordenó que se limpiará y se eliminara cualquier rastro de su padre en la mansión.
Al entrar a la habitación Alexandra llora desconsoladamente, al ver el lugar donde su madre pasó mucho tiempo, ver los cuadros que pintó fue muy revelador pero cuando vieron uno en particular, al encontrar la pintura titulada "El grito de la libertad" Renzo se quebró y comenzó a llorar como un niño, ese cuadro refleja mucho dolor, Alexandra lo abrazó y juntos se consolaron.

Por otra parte en la mansión de los Martinelli se vivía un infierno, Fabrizio está destrozado, su madre confesó todo lo que hizo para ayudar en los planes de Rogelio, porque a pesar de los años aún lo sigue amando, la única vez que fracasó fue el plan que organizo Giuliana porque nunca se enteró de nada. Pero eso no fue lo peor sino enterarse que se había casado con su padre para infiltrarse, ella fue quien le pidió a Rogelio que lo matará o ella contaba todo, Fabrizio al oír las últimas palabras de su madre no soportó tanta decepción y tomó su arma y le disparó, fue un tiro certero, nadie esperó dicha reacción y pidió que la sepultura junto con los demás traidores y que nunca se nombrará de lo ocurrido, para él y para todos su madre murió junto con su padre. El miedo de Alexia de que se alejara fue infundado, Fabrizio se refugió en su esposa, y logró encontrar la calma para tanto dolor.

Lucrezia no ha salido de su habitación desde que la verdad fue revelada, y como predijo Giuliana, la anciana no estaba preparada para la verdad, a penas prueba bocado y eso es motivo de preocupación para su familia, solo permite que entre a su habitación sus nietos, porque a su hija y a yerno no le dirige el habla, siente que la engañaron.

Rogelio a pesar de su clandestinidad, sigue teniendo poder, en estos meses no ha dejado de buscar a la única culpable de su situación actual, muchos de los que eran sus aliados se han vuelto en su contra y son muchos los enemigos que debe enfrentar, pero eso no le importa, lo único que tiene en mente es vengarse de la reina del engaño.

Por su lado Vitto, cuando se enteró que Giuliana se fue la buscó pero los tíos de ella no le permitieron entrar si quiera a la mansión. Mientras desayuna, recuerda el día que leyó la carta de su gran amor.

Hace cuatro meses

-Solo han pasado unas horas que se ha ido y ya la extraño. -Dice Emilia.
-Era lógico que se fuera, ellos se han portado muy mal con Giuliana, ahora tendrán que aprender a ser más agradecidos.
-¿Qué haremos después de entregar las cartas? ¿nos vamos a Alemania?
-Si, eso es lo que haremos.
-¿Tan tranquilo estás?
-Por supuesto que no, mandé a un hombre para que la siga. Y otro entre la tripulación. Vamos a almorzar que debes alimentate bien. -Suena el celular. -¿Quién es? -Lorenzo saca de su bolsillo un celular.
-Mi hermano.
-¿Desde cuándo tienes otro celular?
-No es mío sino de Giuliana, ha venido el hombre de confianza del señor Becker y me lo ha traído, nuestra Reina no quiere ser encontrada y ella no sabe que yo sé muy bien dónde está.
En eso llega la familia, menos Vitto, a almorzar, nadie habla sólo comen, cuando vuelve a sonar el teléfono y la insistencia es de cada cinco minutos.
-¿Giuliana dónde ha ido? -Entra Vitto algo nervioso.
-Se ha ido. -Responde Lorenzo sin dejar de comer.
-¿A dónde? -Pregunta Lucrezia.
-Eso si que no lo sé. Pero ha dejado esta carta para ti abuela. -Todos dejaron de comer y lo miraron sorprendidos.
-¿Una carta?
-Si abuela, toma. -Lorenzo le entrega la carta y ella la abre pero no puede leerlo porque no tiene sus lentes.
-¿Hija puedes leerla por mi? -Emilia toma la carta y la comienza a leer en voz fuerte.