Capítulo 26

53 8 0
                                    

Cuando llegué a Estados Unidos, lo primero que hice fue buscar un edificio seguro, que tuviera cámaras, además la entrada es restringida, y varias salidas de emergencias, por las escaleras y por el garage, el departamento que alquilé está en el tercer piso, es hermoso y amueblado, tiene una habitación amplia, cocina y un comedor muy grande. Una vez que me instalé, fui a comprar un celular y les llamé a mis tíos luego fuí a conocer la ciudad, las dos primeras semanas la dediqué a conocer, en la tercera comencé a buscar trabajo eso sí estuvo difícil pero conseguí, trabajo en una empresa muy grande, estoy en el área de limpieza, es tranquilo y es limpiar sobre limpio, así que no es mucho el trabajo
Mis compañeros de trabajo son muy amables y siempre estuvieron con la mejor predisposición para responder cualquier duda.
Han pasado dos meses y sigo una rutina que no cambia, de lunes a viernes trabajo todo el día, al llegar al departamento me baño luego me preparo un sándwich y a la cama a leer hasta quedarme dormida, es la forma que encontré para no pensar ni sentir. El sábado aprovecho para limpiar y hacer las compras y el domingo es un martirio, en fin voy sobreviviendo. Vitto me mató en vida, aún no supero y me duele estar lejos de él pero algo tengo presente que voy hacer hasta lo posible para olvidarlo.
Cuando recién llegué me sentía insegura y trataba de no salir, con el paso de los meses ya estoy más tranquila y hasta tomo clases de yoga y me inscribí en un gimnasio, voy después del trabajo.
Ya son cuatro meses lejos de la vida de Giuliana Grimaldi a pesar del paso del tiempo no me identifico con mi nueva identidad pero supongo que será cuestión de tiempo.
Ya la rutina ha cambiado salgo más y me reúno con mis compañeros los sábados en la noche en la casa de alguno o en un bar.
Mis tíos me visitan dos o tres veces al meses, dicen que tienen negocios que atender con un tal Taylor pero yo sé que lo ponen de excusas, pero no me importa porque soy feliz cada vez que me visitan.

Cómo todos los lunes me voy a trabajar, toca limpieza más profunda, son muchas oficina además debemos servir el desayuno a las autoridades y hoy tienen muchas reuniones así que tendremos que estar al pendiente a lo que soliciten los directivos de la empresa.

Ha sido un día de locos hemos trabajado mucho, al punto que cuando termina mi jornada me fui a mi departamento directamente, me bañé y me puse el pijama para acostarme sin cenar. Enchufo el cargador del celular en el dormitorio, luego voy a pagar las luces cuando siento una explosión de inmediato se estremece todo el edificio, seguido a ese otras explosiones y siento gritos abro la puerta y veo todo en llama, los pasillos y la salida de emergencia está bloqueadas por el fuego y el humo, vuelvo a mi departamento, saco el cubrecama y lo mojo mucho para poder salir, no sé si dará resultado pero de pronto siento que se rompe los vidrios de las ventanas del comedor voy a ver qué sucede y me encuentro con mucho humo y de pronto no puedo respirar comienzo a toser sin parar y voy perdiendo la fuerza de las piernas, con mucho esfuerzo voy al baño y busco el cubrecama mojado y me cubro con él, abro la puerta del departamento pero ya no puedo respirar y me caigo de rodillas, estoy atrapada ante mi el fuego y en mi departamento hay un gas que me está haciendo perder la razón, lo sé porque voy sintiendo cada vez más lejos los gritos, los llantos, trato de salir pero no tengo fuerza, me arrastro un poco pero ya no puedo intento no dormirme pero ya no puedo más cierro los ojos y ya no sentí más nada.

Siento voces a lo lejos, no logro descifrar qué dicen, intento moverme pero no logro hacerlo alguien me sujeta posteriormente siento un pinchazo en el brazo izquierdo y me vuelvo a dormir, esto se ha repetido dos veces que yo recuerde, así que decido no dar indicios que me estoy despertando para poder abrir los ojos y ver dónde estoy, me cuesta respirar a pesar de tener una mascarilla de oxígeno, trato de abrir los ojos pero me resulta imposible, las voces cada vez las escucho mejor, pero no del todo. Y a pesar de todo me duermo sola.
Cuando me despierto no siento ningún paso, ni nadie que habla, intento abrir los ojos y esta vez puedo hacerlo y lo primero que veo es a un hombre, me desespero e intento gritar y desconectar todos los cables y el oxígeno pero de inmediato comenzó a faltarme el aire, y el hombre de inmediato reaccionó y volvió a colocarme la máscarilla de oxígeno.
-Tranquila, estás a salvo. -Cuando oí decir eso recordé todo.
-Gracias... ¿quién... eres?
-Un hombre que tiene la misión de protegerte, te pido disculpas por ponerte en riesgo, pero no pensamos que actuaría tan pronto.
-No... entiendo... ¿qui...en? -Se me dificulta hablar por la falta de aire.
-Hace casi dos semanas que recibimos la llamada de un hombre de De Angeli avisándonos que te había encontrado.
-¿Ti... Ti...to?
-El mismo, te vigilamos más pero nunca pensamos lo que tenía pensado.
-¿Y... mis... tíos...? -Me dió una ataque de tos, el hombre rápidamente me alcanzó un vaso con agua, él me ayudó a levantarme un poco, retiré la mascarilla y bebí un poco y luego me acomodé la mascarilla y el hombre lentamente me volvió a acostar.
-No hables, yo te voy a contar todo, pero voy a comenzar por el final para que entiendas porque no puedes hablar mucho, resulta que el gas y el humo que inhalaste ha afectado tus pulmones. -Mi miedo debe estar reflejado en mi rostro porque dijo rápidamente. -Aunque es prematuro asegurarlo, los médicos dicen que es cuestión de tiempo y debes seguir un tratamiento riguroso. -Escuchar eso me tranquilizó.
-Cuen...ta...me.
-Como te decía hace casi dos semanas recibimos la llamada nos dijo a groso modo cuál sería el plan, pero que no lo conocía a profundidad, decidíamos adelantarnos y planear varias posibilidades para salvarte, pero la única posibilidad que tuvimos fue, ingresar por la ventana de tu dormitorio.
-¿Có...mo?
-Nos mezclamos con los bomberos y así ingresamos y te pudimos sacar de ese lugar.
-¿Mis... tíos?
-Ellos deben creer como todos que has muerto en ese incendio.
-¿Qué?
-Tranquila, es para que De Angeli crea que has muerto y así ganamos algo de tiempo para encontrar a esa rata. Ahora que te has despertado es un gran avance, cuando te recuperes y lo autorice el médico te llevaremos a España.
-¿Có...mo cree...rán qu...e est...oy mu...erta si lo des...men...ti...ra el... ADN?
-Porque te sacamos la cadenita y se lo colocamos a un cadáver que había en el pasillo y lo ingresamos a tu departamento, y con respecto al ADN movimos algunos contactos y aunque estuvo muy vigilada la autopista logramos nuestro propósito, tu eras ese cadáver.

La Reina del EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora