Capitulo 5

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Ha pasado un mes del atentado, no ha salido nada en los medios, estoy segura que mi suegro ha pagado para que nadie diga nada, y no le debe haber salido muy barato porque desde ese día está cada vez más nervioso, discute con todos en la mansión, bueno a mí me ignora hasta para eso, yo trato de no cruzarme en su camino como me lo indicó Bianca. Con ella la relación es igual que cuando llegue apenas me habla, estoy aburrida, no sé que hacer.
Estoy en la biblioteca y siento gritos, miro mi reloj y es muy temprano para que haya llegado Renzo, me acerco a la puerta y abro un poco y presto atención.
-Señor se lo suplico. -Esa voz la conozco, es la de Tito. -Se me muere...
-Mis condolencias anticipadas. -Dice el burro de mi suegro, como si nada y se va lo deja desesperado.
-Tito... Tito... -Susurro por si hay alguien me puede escuchar, el aludido se gira y me mira, está desesperado, lo veo en su rostro. Le hago ademán para que se acerque y él lo hace, al llegar ante mi, le digo. -Ven entra. -Cierro la puerta de la biblioteca. -Cuentame, ¿qué te sucede?
-Mi hijo señora, necesita ser operado y no tengo el dinero para pagar la cirugía y se me muere señora... mi hijo se me muere. Y el señor no ha aprobado el préstamo que he solicitado.
-Tranquilo, ¿cuánto necesitas? -Me dijo el monto es mucho pero para el miserable de mi suegro sería un vuelto. -Vamos hacer una cosa, tu me dices a qué cuenta lo debo hacer y listo.
-Gracias señora, prometo que se lo voy a devolver con intereses.
-Primero pensemos en la salud de tu hijo, además en el día del atentado tu accionante como debías para salvarme la vida y estoy en deuda contigo. -El baja la cabeza, es tímido.
Me entregó el CBU de la cuenta de la clínica, hice la transferencia desde mi cuenta personal y luego llamé a la administración de la clínica para notificar que el dinero que recibieron se lo adjudicara para los gastos de la cirugía del paciente de la habitación 328, y una vez que hicieron la operación, Tito llamó a su esposa que está cuidando al niño para que firme los papeles de la transferencia y de la cirugía, él se fue, porque le dí el día libre, total es mi chófer después de todo.
Sigo con mi lectura, cuando suena mi celular veo que es Juliana.
-Hola, ¿cómo estás?
-No es lo mismo, tener gente de tu suegro...
-¿Gente de mi suegro? ¿De qué estás hablando?
-La dirección, es decir tu lugar es ocupado por... es una mujer insoportable.
-Renzo no me dijo nada.
-Quizás no esté enterado, porque esa mujer habla sólo con tu suegro...
-Quedate tranquila que voy a regresar y esa mujer la saco de mi lugar.
-Al fin, Giuliana no salió nada en los medios sobre lo tuyo... es extraño.
-¿Qué quieres decir?
-Que todo es raro... Te dejo que llegó la idiota.
-Saludo a Sofía y cuidate.
-Giuliana quién se tiene que cuidar eres tú. -Dice antes de cortar.
-¡DÓNDE ESTÁS PEDAZO DE MIERDA! -Grita Rogelio fuera de si.
Salgo de la biblioteca a ver qué le pasa esta vez y me lo encuentro de frente, y sin mediar palabras me suelta un bofetón que me caí, me levanta y me vuelve a pegar, me sujeta del cabello.
-¿QUÉ LE PASA? -Digo.
-De mi nadie se burla y mucho menos vive para contarlo, pero tú lo vas a sufrir. -Me lleva hasta la entrada, me tira al piso me golpeó el costado derecho.
-¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?! -Grita Renzo.
-¡ESTA PERRA ES LA REINA, LA HIJA DE PUTA QUE ME ENGAÑÓ CON EL CUADRO Y ME DEJÓ EN RIDÍCULO! -Renzo se quedó mirándome, sin poder creerlo.
-¿Papá estás seguro? Yo la investigué...
-Por Dios Renzo, es una hacker, no te olvides que trabajó para mí. -Es ahí cuando caigo que he vivido todo este tiempo con el señor de la oscuridad, que mala suerte la mía. Yo sigo en el piso rodeado de sus custodios.
-¿Papá cómo puedes estar tan seguro?
-Alguien habló y me entregó una fotografía. Mírala. -Le entrega una foto y me mira con decepción.
-Renzo lo puedo...
-¡QUE TE CALLES! -Me patea el viejo y luego le pide a los custodios que me golpeen,  no dejaban de patearme.
-Papá...
-¿Vas estar en mi contra? -Renzo dió un paso atrás y vio como me golpeaban sin parar. No hay parte de mi cuerpo que no haya sido pateado. Tengo mucho dolor físico pero cuando ví que Renzo no me defendería sentí que algo dentro de mi se rompió, y la verdad que no se cuál de los dos golpes duele más si el físico o el de su traición.
-Llevenselan...
-¿Qué harás con ella? -Preguntó Renzo.
-Por lo pronto vivirá, la humillación que pasé por su culpa será castigada, y ya sé dónde está su punto débil y es ahí donde atacaré antes de matarla. Saquelan de mi vista, Renzo pide que vengan a limpiar. -Encima a ensuciado la alfombra. -Dice el viejo.
Me llevaron fuera de la casa a rastras hasta una casa pequeña, está alejada de la mansión, la he visto pero nunca me pregunté que había ahí y mucho menos que desde hoy viviría aquí.
Abrieron la puerta y me largaron al piso, y antes de encerrarme dice uno de los matones.
-Si que tienes agallas para traicionar al señor de la oscuridad.
Cerró la puerta dejandome en la oscuridad, no hay ventanas, solo esa maldita puerta, el olor es nauseabundo, me quedo acostada en el piso no deja de dolerme todo el cuerpo si hasta me cuesta respirar, cada vez que lo hago me duele, no creo que tenga costillas fracturadas pero si me duele mucho.
Como cambió mi vida de un minuto a otro, recuerdo lo tranquila con la que estaba leyendo cuando todo se vino a bajo, sabía que era cruel el viejo de mierda pero no tanto. Con lo linda que era mi vida antes que se cruzan lo De Angeli, y mi intuición me advirtió pero claro la tonta no le hizo caso, me dejé llevar por lo que es visible a los ojos y no le hice caso, y ahora estoy pagando el error tonto que cometí. Tanto esfuerzo para escapar y solita me entregué en bandeja de oro.
En eso se me vino una idea a la cabeza y se activó la alarma ¿a qué se refería cuando dijo que ya sabe mi punto débil? ¿habrá encontrado a mi familia? No, no, que no sea lo que estoy pensando. Mis padres no se merecen sufrir la decepción de saber lo que soy.

La Reina del EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora