La Reina del Engaño

Capitulo 16

Estamos desayunando toda la familia, desde que soy la novia de Vitto desayuno con ellos al igual que Fabrizio y Josefa, al principio los tres estábamos incómodos pero la familia nos hizo sentir parte de ella.
-Tenemos una noticia. -Suelta Alessia. -Dentro de un mes nos casamos. -Todos los felicitamos.
-¿Tan pronto? -Pregunta su madre.
-Anoche me propuso matrimonio.

-¿Ya lo sabe Lorenzo? -Pregunta Vitto.
-No, ustedes son los primeros en saberlo.
-¿Te gustaría darle la noticia en persona.
-Me estás invitando a...
-Pero solo por una semana, no te ilumines.
-¿Cuándo nos iríamos?
-Hoy en la tarde. -Está muy feliz. En eso viene.
-Le voy a decir a Alessandra por si quiere acompañarnos. -Se levanta y sale corriendo como si fuera una niña.
-Ay hermano, todavía estás a tiempo.
-No, Vitto hace años que estoy atrapado por esa loca linda.
-Me alegro oírte hablar así hijo. -Dice Lucrezia. Y así como se fue regresó.
-Dice que en dos horas viene, pero como Renzo no puede venir enviaran sus custodios.
-Bien.
En la tarde estamos llegando a Alemania, Alessia, su hermana y yo no hemos dejado de conversar, sobre los preparativos, Vitto y Fabrizio están atrás conversan con los custodios, resulta que uno de ellos es Tito, pero ni siquiera me saludó, me sorprende su actitud.
Al llegar fuimos directamente a la mansión de Lorenzo, Emilia ya se le nota el embarazo. Todos se fueron a descansar y yo con la adrenalina de lo que vengo hacer no puedo estar en la cama, me levanto dejando a Vitto profundamente dormido y salgo al jardín.
-Señora. -Me giro y me encuentro a Tito.
-Ya lo dejé de ser hace tiempo, dime Giuliana.
-Le debo la vida de mi hijo, es una deuda eterna.
-No me debes nada, ¿cómo está tu hijo?
-Muy bien, gracias a usted. Señora quiero advertirle algo.
-¿Qué será?
-El señor Rogelio aprovecha la ausencia de la señora Alessandra y el señor Renzo para recibir una visita.
-¿Quien es?
-No sé, no permite que ningún personal a excepción de Bianca esté en la mansión cuando se celebra la reunión ha sido en varias oportunidades.
-¿Y eso qué tiene que ver conmigo?
-Esa mujer le confirmo que usted es la Reina.
-¡¿QUÉ?!
-Es mas Bianca me pidió, cuando se enteró que yo vendría y podía hablar con usted, que le advirtiera que alguien de la familia Martinelli la está traicionando.
-No puede ser.
-Ella escuchó perfectamente cuando esa mujer dijo que usted es la Reina y que lo sabía de buena fuente de un Martinelli. Cuidese mucho y no olvide que tiene dos aliados en Bianca y en mí.
-Muchas gracias.
Y se fue dejandome pensando, ¿quién puede estar traicionando? Y ¿por qué?
Debo aprovechar e ir a buscar esa dirrección tomé mi bolso y me fui, les dije que iría a conocer el lugar, anoté la dirección cuando llegué a una esquina y luego fuí hasta encontrar un taxi como no entiendo alemán, le mostré la tarjeta y el asintió.
Al llegar le hice seña que me esperara y el volvió asentir.
Voy hasta un hombre y le hablo en inglés.
-Buenos días, necesito hablar con el señor.
-¿Tiene cita?
-No, pero vengo de parte de Fabiola De Angeli y traigo la tarjeta.
-El habló en alemán a través de su intercomunicador. Le respondieron en el mismo idioma.
-Pase. -Me giro hacia el taxista, le indico que me espere.
Entro a la mansión y me guían hasta un despacho muy grande y muy iluminado, está un hombre y una mujer de unos 60 o tal vez un poco menos.
-Buenos días.
-Eres bienvenida. ¿A qué debemos tu visita? -Sigo de pie frente a ellos.
-Hace unos días la madre de Fabiola De Angeli me entregó una carta, en ella pide que comience a buscar la verdad y en el sobre estaba esta tarjeta. -Le muestro.
-Conocimos a Fabiola era una gran mujer. Ella nos dió la oportunidad de conocer la verdad de porque Rogelio De Angeli se casó con mi hermana, y nos permitió conocer a Renzo, aunque supongo que él no lo recuerda.
-Señor...
-Ferdinand Becker.