Todos nos acostamos, Mercedes designó una habitación para Lorenzo, otra para Fabrizio y otra para Renzo. Vitto y yo dormimos en el mismo dormitorio, una vez solos, nos acostamos y nos abrazamos.
-Tuve mucho miedo. -Digo sin si quiera pensarlo.
-Yo también, voy a tener más cuidado para elegir a los hombres que estén cerca de la familia.Me levanté temprano y fuí hasta el living, no encontré a nadie fuí a la cocina y el comedor, encontré a Mercedes en este último.
-Buenos días, ¿mi tío...?
-Duerme.
-Le sigue costando levantarse temprano.
-Y hoy mis padres nos visitan y odian tener que esperarlo.
-¿A qué hora vendrán?
-Ya deben estar por venir.
-Te prometo que estará aquí cuando tú padre venga, no te prometo en qué condiciones vendrá. -Salgo rápido del comedor y voy a la cocina pido un balde a las chicas que están preparando el desayuno, lo lleno hasta la mitad de agua y busco todos los hielo que encontré, esperé unos minutos y cuando corroboré que el agua está muy fría, voy al comedor. -¿Cuál es su habitación?
-Sabes que te matará... -Dice Mercedes.
-Esto estará divertido. -Dice mi tío. -Tercera puerta a la derecha. -Al pasar le doy un beso en la mejilla.
-Son los tres iguales. -Dice sonriendo Mercedes.
Voy abro la puerta indicada lentamente y la dejo abierta, me acerco a la cama.
-Tío levántate.
-No.
-Que vienen tus suegros.
-No me importa.
-Tío quiero desayunar contigo.
-Piedra preciosa almorzaremos juntos.
-Tío...
-No eres una niña... -Le vacíe el balde en la espalda, se levanta a los gritos y yo salgo corriendo.
-¡GEMAAAAAAAAA! VEN AQUÍ. -Dice corriendo, me persigue. Llego al comedor y me coloco en una punta de la mesa están todos sentados. -VEN QUE TE VOY A MATAAAAAR.
-¿Qué has hecho? -Pregunta Vitto.
-Nada.
-¿Nada? Tu tío está con una mirada asesina y tú no has hecho nada.
-Solo lo desperté.
-¿QUIÉN TE AYUDÓ? ¿FUISTE TU? -Acusa a Mercedes.
-¡No fue ella! -Dijimos unisono mi tío y yo.
-TU FUISTE, COMO SIEMPRE.
-YA BASTA, ¿Qué espectáculo es este? -Dice un hombre mayor desde la puerta del comedor. Me acerco a la esposa de mi tío y le digo.
-Te prometí que estaría despierto para cuando llegaran tus padres y ahí lo tienes. -Ambas reímos.
Mi tío se fue a cambiar y su esposa nos presentó a sus padres, es un hombre algo cascarrabias pero adora a mi tío y eso lo valoro.
Cuando llegó mi tío comenzamos a desayunar, él no me mira sé que está pensando su revancha, tengo que estar atenta.
-¿Hasta cuándo te quedas? -El padre de Mercedes me pregunta. Miro a Vitto, es él quién responde.
-Hoy nos tenemos que ir.
-¿No te quedarás? -Pregunta mi tío Bautista.
-No puedo tengo... mi lugar está con Vitto.
-Aqui siempre tendrás un lugar. -Me acerco y lo abrazo.
-Te quiero aunque seas más gruñón de lo que recordara.
-Yo a ti... -En eso comienzo a sentir que algo cae en mi cabeza me toco y tengo jalea de durazno que está cubriendo lentamente todo mi cabello.
-¡BAUTISTA! PERO ¿QUÉ HACÉS? -Le grito.
-La venganza es dulce y placentera. -Cuando voy a responder dice una mujer.
-Señor Bautista, tiene una llamada. -El muy cobarde huye corriendo mientras ríe.
-Juro que lo mato. -Digo saliendo del comedor.
-Se lo dejaste servida, has perdido práctica. -Me giro y miro a mi tío. Él simula que cierra su boca con cierre y una llave.
Voy a mi habitación y me baño, menos mal que no se llegó a ensuciar mi ropa. Una vez lista voy hacia el comedor cuando una chica me dice.
-Señorita, el señor Bautista la espera en su despacho.
-Muy bien, ¿puedes indicarme dónde está?
-La acompaño.
-Gracias. -Sigo a la chica y una vez adentro, mi tío pidió que cerrara la puerta. -¿Qué sucede?
-¿Que trato tienes con los Becker? Y no me digas que no lo conoces, porque cuando se enteró que yo te había secuestrado me llamó y me ofreció una fortuna que hasta De Angeli lo hubiera pensado. Habla.
-No puedo revelar nada de ese asunto hasta no llegado el momento.
-¿Ese es el motivo por el cual no te puedes quedar?
-Entre otras cosas.
-Toma tienes una llamada, me entrega el teléfono fijo. -Desconsertada e intrigada e acerca y tomo el teléfono.
-Hola...
-Me alegro que te encuentres bien...
-¿Señor Becker?
-El mismo hija, te llamo porque debes tener mucho cuidado, alguien a colocado cámaras en tu habitación. Pueden verte y oírte perfectamente.
-Para llegar a mi habitación debe ser alguien de confianza. -Lo razono en voz alta.
-Exacto.
-O sea que no solo Judith ha estado informando sobre mí al viejo de mierda ese.
-Eso debe haber sido una mentira, o parte de una gran distracción.
-Muchas gracias. Al llegar las quito.
-No saques la cámara, no sabemos si sospecha de Bianca. Porque ha sido una situación extraña.
-¿Por qué lo dice?
-De Angeli dejó la computadora encendida, y en eso ingresó Lucrezia y una de las ayudantes, una vez que retiró la bandeja la han estado siguiendo, así que me envió un mensaje en clave.
-No se haga problema que nadie sabrá que conozco la existencia de la cámara.
-Tienes que tener mucho cuidado, el traidor está bajo ese mismo techo.
Luego de acordar algunas cosas que haríamos hasta que yo pueda leer lo que Fabiola dejó detrás de su cuadro y así despistar las sospechas del viejo, corté la llamada.
-Debes decirme en qué estás metida. -Me exige mi tío visiblemente preocupado.
-Todavía no sé, pero es algo muy grande. Es tan importante que si todo sale bien, terminaría con el señor de la oscuridad.
-¡¿Pero qué dices?! -Lejos de calmar su angustia lo he preocupado más si se puede.
-Tu no te preocupes que sé lo que hago.
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La Reina del Engaño
AksiUna mujer es intensamente buscada nada más ni nada menos que por dos jefes de la mafia, los más temidos y odiados. Ellos no buscan cualquier mujer la buscan a ella, quién despertó la ira de los dos, buscan a la Reina del Engaño. ¿Qué habrá hecho p...