La Reina del Engaño

Capítulo Especial II

Las horas no pasan con la rapidez que quisieran, las 72 horas son cruciales para la recuperación de Giuliana.
Mercedes habló con su marido por teléfono no quiere separarse ni un segundo de su sobrina, le explicó lo difícil que es la situación, las probabilidades de que se salve son mínimas y las próximas horas son decisivas.
Adalia bajó al sótano, exigió a los tres hombres que suban al comedor para que coman algo, al principio se negaron pero como ella no está acostumbrada a que le digan no, sacó su personalidad.
-¡No estoy consultando ni nada parecido, simplemente les estoy avisando que los estamos esperando para cenar! -Le hicieron caso como tres niños bien educado.
No comieron mucho, la angustia les ha quitado el apetito, volvieron al pasillo del sótano.
Es de madrugada, nadie puede dormir, solo se respira tristeza, y culpa.
Hay muchos integrantes de esa casa que sienten que le fallaron a Giuliana y que es sus responsabilidades que este luchando por su vida, uno de ellos es Frank, no deja de investigar, pero todas las pistas lo llevan a un callejón sin salida, pide ayuda a Adalia.

La situación de Giuliana empeora, Enrique con mucha cautela le dice a Mercedes.
-Debes hablar con los niños... deben estar al tanto.
-No puedo...
-Sabes que lo debes hacer.
Ella más que nadie sabe que tiene razón, tomó la fuerza suficiente para enfrentarse a los niños, Lucas se abrazó a su mamá llorando, pero Carlota se fue a la cocina y desde ahí se fue por el pasadizo que une al sótano.
-¿Qué haces aquí?
-Está claro que no estoy aquí para verte a ti. -Se acerco a la cama le tomó la mano a Giuliana. -Tita debes despertar y patearle el trasero a quien te hizo esto, no los debes a todos por lo que nos está doliendo, vivir el miedo de perderte.
Enrique no puede más con la emoción, luego que logra convencerla la lleva hasta la puerta de salida, Vitto se sorprende al verla ahí.
-Vitto prométeme que mi tita estará bien.
-Que más quisiera cariño.
Ambos se abrazaron llorando, y eso hizo que todos los presentes se quiebren y lloren.
Una vez que Lucas se calmó y que Carlota regrese dormida en los brazos de Vitto, Mercedes regresó al quirófano.

Ha pasado una semana y el estado de Giuliana es reservado, ambos están desayunando, que lo trajo Enrique cuando subió a descansar unas horas.
-¿Qué sucede? -Pregunta Mercedes conoce muy bien a su hermano.
-Cuando estuve en mi habitación, subió Adalia...
-¿Hasta cuándo van a seguir su relación en secreto?
-La idea de este viaje era dar la noticia de nuestro próximo compromiso, pero sucedió esto.
-¿Qué te preocupa?
-Frank ha estado investigando pero sin éxito, le pidió ayuda a Adalia para poder hackear el teléfono de Giuliana y estaba vacío.
-¿A qué te refieres?
-Que borraron todo, pero lo que más me preocupa es que ha desaparecido el móvil.
-¿De quién sospechas?
-Todo ha sido muy extraño, justo el día que no estábamos algo sucede que obliga a Giuliana a ir hasta ese lugar sola.
-Dilo de una puta vez.
-Tengo miedo que haya sigo engañado por Dulce María y que sea la traidora. -Mercedes toma su celular y marca el número de Giuliana, al tercer tono una mujer contesta, su voz es conocida. Corta la llamada, vuelve a marcar otro número cuando contestó del otro lado, ella dió la orden.
-Interroguen a la nueva.
-¿Por qué?
-Porque tiene el móvil de Giuliana. -Se cortó la llamada.

En el escondite donde se oculta Rogelio, no ha dejado de festejar, porque sabe que es cuestión de tiempo para que se le cumpla su mayor anhelo desde que todas esas personas no dejaban de reírse en la subastas. Él, últimamente, estaba de buen humor los reportes que le llegaban de primera mano eran buenas noticias, el estado de salud de su mayor enigma dependía de un milagro.

Frank al oír la orden de Mercedes fue hasta las habitaciones, ya que los empleados siguen haciendo su trabajo como si nada estuviera pasando, al llegar a la habitación de Enrique se encuentra a Dulce María, limpiando como todas las mañanas, entra y cierra la puerta con llave.
-¿Qué haces...? -Pregunta al ver que el hombre se encierra con ella, no tuvo tiempo de reaccionar, Frank la toma del cuello con las dos manos y comienza apretar.
-Dime ¿quién eres? ¿para quién trabajas? Por tu bien dime todo lo que sabes del atentado que sufrió Giuliana.
-Yo no sé nada, simplemente que cuando tome el celular del señor Bautista para buscar el número del señor Alfredo, por error entré al chat de Giuliana, y como arte de magia se borró un mapa, era una ubicación y un mensaje escrito por ella.
-¿Por qué tienes tu el móvil de Giuliana?
-No lo tengo...
-¡La verdad!
-Estaba limpiando cuando sentí un celular sonar, pensé que era importante atendí pero nadie respondió y luego cortó.
-Entregamelo.
-No lo tengo.
-No juegues conmigo, mi paciencia está en su límite.
-Lo dejé en el lugar que lo encontré.
-Ve y tráelo.
La suelta y la mujer corre hasta la primera habitación que limpió, tomó el celular y regresó, Frank lo toma y sin esperar sale corriendo en busca de la única persona que lo puede ayudar, Adalia.
No sé equivocó, en media hora recuperó los mensajes que había enviado Giuliana. Debian confirmar la versión de Dulce María y la única forma es pedirle ayuda a la única persona que confiaba Frank
-Fabrizio puedes sacarle el celular a Vitto y a Bautista sin que nadie se de cuenta ni siquiera ellos. -Le solicitó Adalia.
-Dame unos minutos.
Y tardó más que unos minutos, pero al final lo consigo, ella una vez que tuvo los celulares en su poder los conectó con el cable USB a su computadora, al cabo de un rato confirmó que alguien había borrado los mensajes, hackeo el celular dónde se hizo la operación y gran sorpresa se llevaron al saber la identidad del traidor, para confirmar lo que habían descubierto, llamaron a Dulce María.
-¿Dónde encontraste el celular de Giuliana? -Preguntó Frank.
-En el dormitorio del señor Tony.
Eso fue un golpe muy grande, Adalia sin poder creer todas esas pruebas circunstancial, hackeo el número de su cuñado y guardó en su computadora todos los audios enviados, los mensajes donde envía el parte todos los días.
-¿Qué vamos hacer? -Preguntó Frank.
-Tenemos que decirlo, este traidor debe ser descubierto, no ahora, lo importante es Giuliana, pero por lo pronto lo vamos a vigilar sin levantar sospechas, ya decidiremos cuál es el mejor momento para revelar todo esto. -Sugirió Adalia.
-Señorita... ¿ puede hacer que le llegue todo los mensajes, que reciba el señor Tony?
-Si, pero... ¿por qué lo sugiere?
-Si es un traidor como las pruebas lo acusan, cuando mejore Giuliana... Estemos prevenidos por si recibe órdenes de ese hombre para atentar contra su vida otra vez.
-Bien pensado. -Admitió Frank a la mujer, Adalia vinculó su celular con el de Tony, Dulce María se llevó el celular y lo dejó en el lugar que lo encontró para no levantar sospechas.
-Si me permiten... -Ambos asintieron. -Digale a la señora Mercedes o al señor Enrique que no digan ninguna información por más alentadora que sea, además que no deje entrar a nadie por más que sea familia.
-Una excelente idea. -Opina Frank.
Adalia habla con Enrique y a pesar de que él le exige una explicación, ella fiel al plan no dice nada.