Capitulo 9

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Al llegar al salón, todos los invitados saludan a Lorenzo y a su abuela, Vitto y yo nos quedamos detrás, lo veo tenso, serio algo raro en él. No pregunto porque a penas si hablo con él. Luego se acercan algunas personas hablar con Vitto y yo me alejó a buscar a Lucrezia, ella se sienta en un sillón y desde ahí puede observar todo y yo que estoy a su lado igual.
En eso comienza los invitados a murmurar Lucrezia mira hacia donde todos miran, es decir en dirección a la entrada principal y yo la imito veo que entra una mujer elegante y muy hermosa del brazo de su abuelo, ello se acercan hasta nosotras.
-Señora... -Saludan el señor.
-Sigue tu camino que ya hago un gran esfuerzo por no echarte como te mereces. -Responde Lucrezia.
-Que la mujer buscaba un hombre que la complaciera y lo encontró.
-¿Seguro? Mira que por complacer a esta mujer te conviertas en pitufo gruñón. -Casi me ahogo con la bebida.
-Vieja amargada.
-Viejo ridículo. -Ambas nos miramos y soltamos la carcajada.
-Pitufo gruñón, soy su fans.
-De mi familia nadie se burla.
La mujer está como si nada habla con las personas, coquetea con algunos hombres y veo a uno que no le saca la vista de encima pero este no la mira con deseo sino con odio.
-Lucrezia, ese hombre que está cerca de la puerta que da para el jardín, que está acompañado con una mujer. ¿Quién es?
-El hijo de pitufo gruñón, nunca estuvo de acuerdo con lo que hizo su padre, es mas vino a pedir disculpas.
-Un hombre de honor.
-Como pocos.
En eso Alessia se acerca a su hermana y algo le dice al oído, tanto Lucrezia como yo observamos la situación, Alessandra se le borra la sonrisa y van juntas, algo sucede. Lucrezia mira hacia todos lados y frunce el ceño.
-Ve detrás de ellas y como sea deten un seguro escándalo.
-No la entiendo.
-Que la vivora de Judith debe estar con mi nieto y ellas no les importa armar escándalos si de defender a la familia se trata. Siguelas. -Rápido las seguí están en el jardín, ya han elevado la voz parecen dos fieras y esa mujer, Judith, es muy linda y muy provocativa al vestirse, para no decir algo peor, está disfrutando ver como enfada a las hermanas, debe ser fría y caradura para venir a la casa del hombre que dejó por otro. Una vez analizado el objetivo. Decidido acercarme.
-¡No tienes vergüenza! -Levanta la voz Alessia.
-Alessia, ¿puedes comportarte? -Dice Vitto.
-Buenas noches. -Digo al llegar ante ellos.
-No hablo con la servidumbre si no es por trabajo.
-Ella no es... -Freno a Alessandra.
-Voy a sugerir por las buenas que te alejes de los hermanos Martinelli y siga disfrutando de la fiesta.
-¡¿TU QUÉ TE CREES?!
-Soy la asistente de Lucrezia y el primer llamado es mi advertencia y el segundo se encarga ella. -Se le borra la sonrisa. -Judith...
-No me trates de tú que no estamos en el mismo estatus.
-Tiene razón, señora Judith, usted escogió el poder por sobre el amor, y ahora se arrepiente porque el poder tiene fecha de vencimiento y cuando su poder muera el sucesor de su poder le dará una patada en el culo y la dejará sin nada. ¿Cuál es su plan? No me lo digas, seducir por mientras a ese hombre que la ama, pero que humilló, para tenerlo comiendo de su mano hasta que el poder se muera. -Todos se quedan sorprendido y Vitto la mira, en sus ojos veo dolor. -Le pegué en el clavo, ¿verdad? -La mujer está desencanjada, no es ni la sombra de la mujer que se burlaba de las hermanas. Intenta recomponerse atacando.
-No me digas que te has enamorado y defiende el amor que te prometió.
-Nunca me prometió nada que no sea protegerme, y yo, a diferencia de usted, si conozco mi lugar. Soy la asistente de la señora Lucrezia y usted una mujer que sin vergüenza, decencia y dignidad que se vende al mejor postor. Vaya con su poder que de seguro la está buscando. -Comienza a caminar y la detengo sujetando el brazo. Y dejando de lado la formalidad le digo. -Judith que esto te sirva de enseñanza que todas las decisiones que tomamos tienen sus consecuencias y dependiendo de lo que hayamos decidido es si disfrutaremos o padeceremos las consecuencias. -La suelto y sigue su camino.
-¡Cuidado no vayas a trompesar con la vergüenza!
-¡Alessia! -La reprende Alessandra. -No te olvides que también se puede trompesar con la decencia.
-No se olviden de la dignidad. -Digo y las tres soltamos la carcajada. Al ver a Vitto muy serio, dejo de reir y le digo. -Me disculpo por todo lo que le dije pero es lo que pienso y además tú abuela me mandó a frenara un posible escándalo. Seguro que no fue la forma pero es lo que fluyó. Me voy a tranquilizar a Lucrezia. Y como dicen en mi país ni te gastes que ni a Gema engañarás. -Me giré y me alejé de los hermanos.
La fiesta sigue sin mayor sobresalto, todos saludan a Lucrezia, es increíble como admiran y respetan a esta mujer, reconozco que en el poco tiempo que la conozco también la admiro y respeto.
Se acerca Lorenzo con su esposa, Alexandra con Renzo, y Vitto y Alessia.
-Abuela venimos a ayudarte a criticar. -Dice Alessia abrazando a la mujer.
-Alessia no ofendas a la abuela que ella solita puede con todos los invitados. -Dice divertido Lorenzo.
-Y también puedo darte unos tirones de orejas por irrespetuoso. -Dice Lucrezia.
-De eso no lo dudamos abuela. -Dice riendo Vitto.
-Espero no interrumpir. -Todos se giran, vemos al hijo del viejo que le quitó la mujer la mujer a Vitto.
-Ven hijo, ¿cómo estás?
-Muy feliz, dentro de poco seremos padres. -Abraza a su mujer.
-Felicidades!!! -Se abrazan y saludan.
-Gracias.
-Me acerqué a saludar a Lucrezia que siempre es un placer verte, y también quiero conocer a la mujer que puso en su lugar a la mujercita de mi padre.
-Ella es Giuliana Grimaldi él es Valentino Rossi.
-¿Eres la dueña de Agencia G &G eventos? -Preguntó la esposa de Valentino.
-Permiteme que te corrija, lo era.
-¿Entonces es verdad que sediste los derechos de la agencia y del departamento?
-Si.
-¿Por qué hiciste algo así.
-No leí lo que firmaba, pensé que eran los papeles del divorcio pero en realidad firmé ceder todo.
Vitto cambio la conversación y se habló de todo, hasta que Valentino preguntó.
-¿Vitto cuándo te vas a casar? Tengo que reconocer que tú prometida es hermosa aunque demasiado joven, tendrás que lidiar con sus berrinches de adolescentes.
-No hablemos del tema, que está por verse si se da ese matrimonio. -Dijo mirándome.
Me dolió confirmar algo que sabía que sucedería tarde o temprano.

La Reina del EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora