Capitulo 12

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Al medio día subimos al avión privado de los Martinelli rumbo a Brasil. Luego de hablar vinieron las hermanas de Vitto y ellas me ayudaron a preparar una pequeña valija. Todos nos sentamos en pareja de esa forma Alessia y Fabrizio tuvieron que ir sentados juntos.
Al llegar al hotel nos registramos, bueno se encargó Vitto y Lorenzo en hacerlo, los demás estamos conversando qué haríamos una ves que nos asignen las habitaciones. Se acerca los hermanos y entregan una llave a Renzo y otra a Fabrizio.
-¿Y yo dónde dormiré? -Pregunta Alessia.
-En la misma cama que Fabrizio. -Suelta así como si nada Vitto.
-No me digan que creían que no nos habíamos dado cuenta. -Dice Lorenzo, Emilia y yo nos tapamos la boca para evitar que nos vieran que estamos tentadas de risa.
-Vitto... Yo... No... Es que... -No le salía ni una palabra al pobre chico.
-Lo que quiere decir es que... -No pudo continuar Alessia.
-Vamos a ver así como yo, Alessia está en todo su derecho de hacer, elegir, decir y enamorarse. Así que Fabrizio bienvenido a la familia Martinelli. -Dice Alessandra, abraza a su hermana y luego a su cuñado.
Pero Lorenzo y Vitto están serios, miran y asienten. El primero dice.
-Fabrizio como le hagas daño a mi hermana, no me importará que seas el hombre de confianza de Vitto te mataré.
-Pero antes te tragaras tus propios testículos. -Lo amenaza Vitto.
-No te preocupes esa es su forma de dar la bienvenida a la familia, son tan dulce los hermanitos Martinelli. -Dice Renzo.
-Tu no hables que la advertencia sigue vigente. -Le advierte Lorenzo. -Ambos hermanos abrazaron a la pareja.
Pasamos dos semanas hermosa, y como lo prometió no pisamos ningún centro comercial. Al contrario realizamos visitas guiadas por diferentes lugares de Brasil, es un país hermoso rico en culturas, sus comidas son deliciosas y sus paisajes bellísimos.

Solo nos reuníamos los ocho para cenar y nos acostamos tarde conversando. La verdad que fueron unos días hermosos.
Subimos al avión, la verdad que me hubiera gustado estar unos días más pero todo debemos volver a la realidad.
Esta vez nos sentamos las mujeres juntas, Alessia no cabe de alegría, disfrutar de su amor sin tener que esconderse, Emilia está feliz porque está embarazada y quiere armar toda una sorpresa para darle la noticia a Lorenzo. Nosotras aportamos ideas y algunas tan descabelladas que nos reímos a carcajadas. Alessandra es una mujer especial y después de verlos a ella y a Renzo me di cuenta que lo nuestro nunca fue lo nuestro, él realmente está enamorado de ella y yo lo que sentía por él no se asemeja al amor que siento por Vitto.
Llevamos a destino después de unas horas de viaje cuando el piloto pide que nos abrochemos el cinturón de seguridad. Las chicas se van y se sienta a mi lado Vitto.
-¿Adónde hemos llegado? Hemos viajado pocas horas...
-A Argentina. -Me quedé mirándolo, se me llenó los ojos de lágrimas, me lo prometió y lo está cumpliendo, voy a ver a mi mamá y a mí papá, después de mucho tiempo voy a poder abrazarlos.
-Lo cumpliste. -Digo mientras se me caen algunas lágrimas.
-Siempre. Cariño... hay algo que... necesito que sepas... antes de bajar del avión...
-Sin rodeo.
-Tu tío...
-¡Vitto habla por favor!
-Tu tío está en la cárcel. -Y me quedo mirándolo, no puede ser, ¿será por mi culpa? -En eso vino Lorenzo y dijo.
-Vitto nosotros los esperamos aquí en el avión.
Vitto me tomó de la mano y bajamos del avión y nos subimos a una de las tres camionetas que nos llevó a la cárcel.
Medía hora después de estar esperando vino mi tío, Vitto no dejó en ningún momento su teléfono está muy concentrado. Al ver que se acerca me abrazo a mi tío y luego nos sentamos.
-Mi Reina hermosa, ¿cómo estás?
-Bien tío, bueno... ¿qué pasó?
-Cuando el Alacrán descubrió a quien habías robado, hablo del Dragón, me llamó y me dijo lo que habían hecho.
-¿Para qué?
-Para que desapareciera cualquier rastro tuyo, foto y esas cosas. Y así lo hice. Quemé todas tu fotos que tus padres tenían y cualquier rastro que hubiera quedado en el taller.
-¿Por venganza te metieron aquí?
-No hija, fue tu padre quien me denunció.
-¡¿QUÉ?!
-No sé cómo tuvo contacto con mi ex mujer y le sugirió que se alejara de mi, sobretodo por ti, entonces comenzó a intentar comunicarse contigo, no sé de qué forma pero se enteró a qué te dedicabas y se volvió loco comenzó a destrozar el taller hasta que encontró la puerta y allí mismo, llamó a la policía y mirándome a los ojos me denunció.
-¡DIOS MIO! Voy hablar con él...
-No hija, no lo hagas porque te denunciaría. -Me mira se le caen varias lágrimas, le duele tener que decir lo que me va decir, lo sé, lo veo en su mirada.
-Sus últimas palabras fueron que tú y yo estamos muertos para él.
-No,no,no,no,no. -Digo llorando desconsoladamente.
-Lo siento hija, debí decirte que no en su momento.
-Tío fue mi decisión. -Digo llorando.
-Eras una niña, no sabías cuáles serían las consecuencias.
-Tío has dicho que encontró a tu ex, o sea que...
-Si, encontré a mis hijos son hombres de bien, profesionales y según un contacto mi hermano viven en la misma ciudad, se han cambiado los apellidos por si caíamos que no los relacionen con ellos.
-Me duele tío. -Digo tomándole las manos.
-Lo sé mi amor, a mi también.
-¿Pero tío por qué hiciste lo de la tumba?
-Porque cuando el Alacrán me llamó, días antes de la llamada se había muerto una chica que sus padres no tenían dinero para los gastos del funeral así que ofrecí pagar todo a cambio que le colocarán tu nombre. Así proteger a tus padres, a mis hijos y a tí.
-Gracias tío.
-Ahora quiero que te vayas y borra Argentina del mapa... de tu mapa. Y nunca olvides, primero, nunca confíes en nadie, segundo, nunca des información sobre ti, y tercero siempre hazle caso a tu intuición.
-No tío, no los olvidaré nunca, lo prometo.
-Vete hija y cuídate mucho. -Me abraza y se va, se acerca Vitto y me dice.
-Nos tenemos que ir. -Asentí y comencé a caminar.
En el camino no digo nada, solo miro el paisaje, Vitto habla por teléfono, no se con quién ni de qué.
Al llegar al aeropuerto bajo de la camioneta sin esperar a que alguien me abra la puerta, mientras subo al avión siento risas, sin mirar a nadie me senté en el último asiento del lado de la ventanilla, todos me respetan, lo que antes era risas y diversión ahora es un silencio total.

La Reina del EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora