Capítulo 36

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-Ya es hora de irnos en cualquier momento llegará la policía. -Dice en voz alta Vitto.
Sin dudarlo todos nos dirigimos a las camionetas, el plan debía seguir su curso.
La siguiente parte es que una vez que los conductores encienden los vehículos comiencen a ir por diferentes rumbos para despistar a la policía.
Cuando nos alejamos lo suficiente, Frank activó, desde su celular, los explosivos y toda la cueva se derrumbó convirtiéndose en la tumba del señor de la oscuridad.
Es el mensaje que quise dajar, debemos enterrar el pasado y recordar a los seres queridos con amor y alegría sin que se atraviese el recuerdo de ese maldito hombre.

El viaje lo hicimos en silencio, al llegar a la mansión de mi tío, nos reciben desesperados por saber lo que ha sucedido.
-Vamos al living. -Dije.
-Yo necesito descansar. -Dijo Ferdinand.
Adalia y su padre se fueron al dormitorio que le asignó Mercedes al igual que Lucrezia acompañada de Vitto, Renzo está destrozado, él prefiere estar solo por eso se refugió en la biblioteca.
Los demás nos dirigimos al living.
-¿Dónde está Tito? -Preguntó Bautista.
-Muerto... era una trampa de Rogelio, nos vendió a la policía pero no contó con nuestro plan. Me duele que haya terminado así...
-Quiso jugar tu mismo juego pero a ti nadie te gana.
-Casi lo logra...
-¿Cómo terminó?
-Muerto por las manos de Lucrezia. -Dijo Fabrizio.
-¿Renzo...? -Preguntó Mercedes.
-Fue muy difícil para él, por cierto Fabrizio debes llamar a Alexandra para que venga, Renzo la necesita. -Le digo.
-Voy a llamar a Lorenzo para que sea él quién hable con ella. -Sale del living.
Mis tíos y Mercedes pidieron que les cuente todo lo sucedido, sin esperar le conté todo. Finalizo el relato diciendo.
-Fue inesperado ver lo que hizo Lucrezia, sé, por ella, de lo que es capaz de hacer pero verlo es otra cosa.
-Cuando se trata de los hijos nunca te imaginas de lo que es capaz de hacer una madre. -Dijo Mercedes, supongo que lo dice por lo de Tony.
-Fue una imagen muy triste, el cuerpo sin vida de Rogelio en el centro y todos llorando por sus muertos y nadie por él, ni siquiera Renzo.
-Se lo merecia. -Dijo Bautista.
-Siento un gran alivio...
-Reina el que haya muerto Rogelio no significa que ya no tendrás más enemigos. -Dice Alfredo.
-Lo sé pero esta vez tengo la experiencia de lo vivido.
-¿Qué harás ahora? -Pregunta Mercedes.
-No lo sé...
-Ya tienen todo listo. -Entra Fabrizio.
Pasaron las horas y nadie salió de las habitaciones, por eso Mercedes decidió enviar bandeja con la cena pero nadie cenó, las bandejas fueron devuelta de inmediato sin probar bocado.

Lorenzo se comunicó con Fabrizio para que vaya al aeropuerto a buscarlo. Antes de irse me avisó por si alguien pregunta por él, estoy esperando a los hermanos Martinelli en la cocina, deben llegar en cualquier momento.
-Si que fue un día difícil. -Dice mientras entra Enrique.
-Muy difícil. -Se sienta frente a mi con un vaso de whisky. -¿Te noto algo triste...? -Entra Frank y me dice.
-¿Giuliana le podrías avisar al señor Becker que está todo listo para su viaje?
-Así lo haré.
-Gracias. -Se retira.
-¿La dejarás ir?
-Si...
-¿Por qué?
-Porque tengo que solucionar varías cosas que tengo pendiente, luego iré a buscarla.
-Ahora entiendo.
-Si la traición de mi hermano no pudo contigo no voy a permitir que me arruine la vida.
-Me alegra oírte decir eso.
-Ya hablé con mis padres y luego iré a Alemania para hablar con el señor Becker.
-Espero que no te demores mucho...
-Giuliana, el señor Renzo pide que vaya a la biblioteca.
-Gracias Dulce María.
Me levanto y voy, al llegar está la puerta abierta, entro y la dejo como la encontré, no quiero malos entendidos.
-Tu dirás.
-¿Nunca te preguntaste por qué tuve ese romance contigo? -No me mira al hablar
-La verdad que pensé que eras como tu padre.
-Entiendo...
-Pero cuando te conocí, ya no me importó porque en mi vida estaba Vitto.
-Necesito sacarlo todo para comenzar de nuevo.
-Si eso te hace bien...
-Yo conocí a Alexandra y me enamoré, es una mujer alegre, cariñosa, transparente, incondicional con los suyos, es la mujer perfecta, pero ella no quería tener intimidad conmigo hasta que estuviéramos casados, por esa razón estuve con mucha mujeres hasta que te conocí, eras misteriosa, perfeccionista y habías deslumbrado a mi padre, además te negaste a darme tu número y eso fue lo suficiente para que un amigo y yo hiciéramos una apuesta, debía casarme, pero no podía porque me casaría en unos meses con Alexandra, así que simule todo con la idea de llegado el momento también simular el divorcio pero no eras la mujer que creí y todo se me fue de la mano, porque pensé que tú sabías quiénes éramos y que venías a destruirnos... Perdón.
-Renzo si te soy sincera nunca te amé de verdad, lo que sentí por ti no se asemeja ni un poquito a lo que siento por Vitto. Si me casé contigo fue más porque estaba cansada de estar sola y quería formar una familia, poder traer a mis padres y ser feliz, pero nunca me perdonaron lo que hice y tarde o temprano nos hubiéramos separado porque nunca nos unió un amor genuino.
-Sabes que te admiro mucho, y espero que algún día me quieras como lo haces con Fabrizio.
-Eso no lo creo, a él le debo mi vida...
-Cariño... -En la puerta están Alexandra y Vitto. Yo me puse de pie al mismo tiempo que él. Ella corrió hacia él se abrazaron, Vitto y yo nos fuimos, cerrando la puerta, necesitan privacidad.
-¿Está todo bien?
-Queria aclarar por qué me engañó, él lo necesitaba...
-Lo sé, él habló conmigo hace tiempo y me lo explicó todo.
-Es bueno que todo quede claro.

La Reina del EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora