Capitulo 21

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Yo me despedí de todos y me fui a dormir estoy muy cansada, los nervios de que me atraparán en la mansión De Angeli o descubriera que no estaba en la fiesta me pasó factura, me bañé, al salir busqué unas sábanas y saqué una de las almohadas de mi cama y me acosté en el sofá dejándole la cama a Vitto.
Me estoy durmiendo cuando siento que se abre la puerta, abro los ojos ya que no encendió la luz y las persianas están cerrandas es poca la luz que ilumina la habitación.
Se desviste, se queda en ropa interior y se acuesta, comienza a dar vueltas, a la cuarta vuelta dice mientras se levanta de la cama.
-¡Que mierda! No puedo dormir sin ti. -Se acerca me toma en sus brazos y me acuesta en la cama y él a mi lado abrazándome. -Se que estás despierta, así que gracias por dejarme que te abracé. Y espero que pronto me permitas explicarte lo sucedido.
Me giro y quedo frente a él, le acaricio el pecho y luego su mejilla.
-Dime lo que tanto quieres contarme.
-Ella intentó seducirme y como no lo consiguió me dijo que tú no sabía el monstruo que soy, que tú no te habías enamorado del verdadero Vitto ese que mata, tortura, trafica, y me entró el pánico de pensar que podría tener razón que podría perderte por eso le dije que tú si me amas de verdad que no eres ella que eres la Reina y que sabes muy bien como se maneja este mundo. Y cuando ví su sonrisa me dí cuenta que caí en su trampa una vez más. Te juro mi amor que no lo hice con la intención de delatarte y mucho menos a Rogelio, cuando mi informante me dijo que Judith lo había visitado días antes y el mismo día de nuestro encuentro, casi me volví loco. Yo mismo te había entregado. -Está angustiado, lo noto en su voz, me abraza con más fuerza.
-¿Vitto... realmente has olvidado a esa mujer? Por favor sé honesto.
-No te voy a negar que la quise, y que sufrí mucho con su traición, cuando te ví por primera vez dormida en la cama indefensa algo provocaste en mí que decidí protegerte, antes de saber quien eras, y sentí celos cuando te ví con la camiseta de Fabrizio, no lo quise ver pero todo cambió en la fiesta de cumpleaños de Lorenzo, que revelaste lo que pretendía hacer, me di cuenta que siempre será así. Y comencé a verte y te fuí conociendo y me he enamorando de ti de una forma que nunca lo hice. Lo juro. -Lo beso.
-Tengo tanto miedo que la quieras a ella.
-Y yo que nunca me perdones. -Lo besé y lo abracé. -Te amo, nunca lo olvides.
Nos besamos, nos acariciamos y llegó el momento que hasta el pijama voló, esta vez fue diferente fue una reconciliación especial, de amor genuino y de una promesa implícita.

Nos reunimos con la familia en la cena, los invitados se han ido, solo están los Martinelli. Al vernos llegar Lorenzo dice.
-Ya ven si no corría la sangre de Vitto, era porque se habían reconciliado.
-Gracias por la confianza. -Dice Vitto golpeando en la cabeza a Lorenzo.
-Hermano llevo viviendo muchos años con la mujer que amo y si algo he aprendido es que siempre salen ganando. -Le da un beso en la mejilla y Emilia ríe.
-Eres un buen alumno, espero que Vitto también lo seas. -Dice Emilia mientras le da unas frutas en la boca a su marido.
-Seguiré el ejemplo de mi hermano.
-Mirenlo... yo criando a dos hombres Martinelli y ahora resulta que lo tienen agarrado de las... narices. -Dice Reinaldo.
-¿Hay algo de malo? -Le replica Ornella a su marido.
-No cariño. -Todos reímos, el amor con el que se mira es increíble.

En la tarde estamos todos en el living conversando sobre la boda cuando suena mi celular. Atiendo.
-Hola...
-Erick me acaba de llamar dice que Rogelio ha dejado varios hombres haciendo guardia escondidos, hija no salgas para nada. Por favor, son muy pocos mis hombres para defenderte.

 Por favor, son muy pocos mis hombres para defenderte

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La Reina del EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora