—Toma, te aliviará... tal vez un poco —comenta esperanzador, a la vez que me pasa una bolsa con hielo y chasquea su lengua—. Nah, mentira, quizás mañana se te quite; porque por lo que veo eso está como para hacerte una cirugía. ¿De qué hablo? Ya ni siquiera necesitas bótox. Estás perfecta así, cariño.
—¿Crees que a los demonios se les puede desmembrar? —interrogo maliciosa, entornando los ojos. Me coloco la bolsa en mi pómulo inflamado, no sin antes quejarme como si estuviese bebiendo sopa caliente.
—No lo sé, pero tengo unos amigos que tal vez te puedan contestar eso. —Me guiña el ojo y termina por cerrar el baúl—. Sube al auto.
—Esa cruz invertida... ¿Crees que todos la vieron? —cuestiono ansiosa, mientras abrocho mi cinturón dentro del Aston Martin Rapide.
—Te aseguro que la mayoría no, pero, hay personas que sí pueden ver a través de la niebla...
—¿Cómo en Percy Jackson?
—¡¿Cómo en qué?! —pregunta en un hilillo de voz, plegando su entrecejo e inclinando su cabeza, clavando sus ojos grises sobre mí.
«Maldito inculto».
—En Percy Jackson, la niebla es como un tipo de velo mágico que provoca una idea o visión alternativa a la realidad —explico—. Por ejemplo, cuando Ares pelea con Percy en la playa y ambos usan sus armas, los espectadores creían que era pistolas, o cuando las empusas le dan la bienvenida a Percy, él al principio pensaba que eran bellas animadoras; sin embargo, esto le sucedió por ser un semidiós. La niebla también le puede afectar por ser mitad mortal.
—Mitología griega, ¿no? —apunta confuso, mientras enciende el auto, verifica el combustible, cierra todas las ventanas y enciende la calefacción (cosa necesaria, ya que seguimos en invierno).
No puedo evitar apretar la orilla derecha del asiento y tragar profundo. El dulce ronroneo del motor en vez de tranquilizarme me pone más nerviosa. ¿Por qué Daniel y Ana me contactaron con tanta urgencia?, ¿sería esto una trampa o no?
—Sí. Aunque solo alrededor de una o dos ocasiones se mencionó la mitología romana en toda la serie, claro, fundamentada en mayor parte por la griega —aclaro, rodando los ojos—. Pero, ¿a qué tipo de niebla te refieres?, ¿es similar?
—Podría decirse que son casi idénticas —carraspea y traga con incomodidad, hecho que no paso por alto—. En nuestro caso la niebla es un velo que mantiene a raya nuestra visión espiritual, de hecho, la de cualquier humano...
—¿Por qué?
—Por lo que nos brindó el fruto del conocimiento del bien y del mal. En otras palabras, el corazón del hombre se fue haciendo más perverso entre más inteligencia adquiría; sin embargo, no todo fue culpa del ser humano —gruñe por lo bajo y mi corazón vuelca enloquecido—. La necedad de muchos se tradujo a una rebelión: deseo versus Dios. Es por esta razón que el velo existe. Muchos eruditos piensan que la ruptura del velo del templo de Jerusalén durante el terremoto sucedido a la hora novena, posterior al retiro del cuerpo de Cristo de la cruz del Calvario, significa un antes y después con respecto a la relación de Dios con los humanos. Opinan que su ruptura puede ser también la apertura y bienvenida del evangelio hacia todas las criaturas, cosa que se oficializó con la llegada del Espíritu Santo.
—Pero concretamente el velo es...
—Un manto espiritual que vuelve al ser humano imparcial, y más bien, le hace decidir. —Frunzo el ceño confusa y él bufa, intentando crear una mejor explicación—. Sucede lo siguiente, nena. Cuando estás en una sala oscura, ¿qué es lo primero que haces para movilizarte?
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Herencia silenciosa©
FantasyVictoria fue marcada gravemente en el pasado y no lo recuerda. Ahora es perseguida por ángeles y demonios. Unos más despiadados que el otro, ¿o tal vez iguales? Sus mezquinas naturalezas le demostrarán que no hay malos ni buenos. La confusión le ob...