¿Quien sabe cual es la decisión correcta? La vida esta llena de errores y Kara tendrá que cometer algunos para encontrar nuevamente su camino. Ella deberá descubrir que es amor y que es pasión, deberá tomar una decisión o puede perder al amor...
—Disculpe señorita, su hermana salió desde muy temprano. —comentó la chica de servicio.
—Demasiado temprano, diría yo. —dijo Lena viendo su reloj. —gracias Jenny.
—Por nada señorita. ¿Desayunara en el comedor o en el jardín?
—No, tengo que irme. —Lena tomó su bolso, se despidió y salió. —Max, a casa de Sam, por favor. —el hombre asintió y arranco el auto.
Después de aquella noche en la que Kieran había tenido pesadillas, ella y Lena no cruzaron palabra, pues Kieran se cerró y se alejó, la evadía todo lo que podía y si la encontraba dirigía las preguntas hacia otro lado. Lena decidió darle espacio, ella conocía a su hermana y nunca se abriría forzándola. Además tenía como prioridad encontrar a Samantha y ya que estaba mejor, haría todo cuanto estuviera en sus manos para lograrlo. Kara por su parte visitó a Lena cada día, decidió dejar aquella plática que prometió hasta que Lena estuviera totalmente repuesta.
—Hola guapa. —Kara sonrió, la rubia se mantenía tan sumergida en sus pensamientos que no había notado que Lena la observaba.
—Hola. ¿Cómo estás?
—Lista para volver. —contestó Lena sonriendo.
—¿Estás segura?
—Sí, necesito encontrar a Sam.
—Alex sigue buscando.
—No pudo desaparecer así como así.
—Estoy segura que Alex la encontrara.
—Contrate a un investigador privado. —comentó Lena. —en cuanto tenga alguna noticia me lo hará saber. —Kara asintió, Lena entrelazo su mano a la de la rubia. —¿Qué pasa? —cuestionó la morena al ver la incomodidad de Kara.
—Necesito hablar contigo.
—Claro, dime. —Lena frunció el ceño en cuanto Kara soltó su mano y camino dándole la espalda. —¿Kara?
—Creo que me precipite. —Lena camino hasta la rubia y la sujetó por los hombros.
—¿A qué te refieres?
—Tú y yo. —contestó Kara abrazándose así misma. —no puedo seguir con esto. —las palabras de Kara hicieron que un escalofrío recorriera por completo el cuerpo de Lena.
—Tú... mírame. —Lena giró a la rubia. —explícame qué está pasando.
—Necesito tiempo. —la morena sonrió negando con la cabeza. —me precipité, fue muy pronto pedirte ser...
—Dime la verdad. —interrumpió Lena buscando la mirada de Kara.
—Es la verdad, necesito tiempo. —contestó la rubia intentado dar la vuelta, pero Lena la sujeto.
—¿Por qué no puedes mirarme a los ojos y decirme que no puedes estar conmigo? —Kara levantó el rostro viendo por primera vez los ojos cristalinos de Lena.
—Lena yo...
—Nunca dejaste de amarla. ¿Cierto? —Kara cerró los ojos con fuerza.
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