Sol y Luna (SUPERCORP)

Caos

—¿Dónde está?

—Cuanta prisa. —comentó Adam entregándole su bebida a Andrea. —brinda conmigo.

—¿Por qué brindamos?

—Estoy a nada de lograr que todo lo que un día se me arrebató vuelva a mis manos. —contestó el hombre sonriendo. —solo necesito que cumplas con tu parte. —Andrea frunció el ceño. —Lena está disponible para que de una vez por todas te la lleves lejos. —explicó Adam al ver la confusión en Andrea.

—¿Qué harás con Kieran?

—Ella está bien acompañada.

—¿Estás seguro que no será un problema para nosotras? —Adam sonrió.

—El único problema por el que tienes que preocuparte es por convencer a Lena de irse.

—Bien, lo haré. —contestó Andrea dándole un trago a su bebida. —pero necesito que hagas algo por mí.

—Tú dirás.

—Quiero ver por última ves a Kieran y restregarle en la cara lo mucho que la aborrezco. —Adam sonrió.

—Me encantaría ver eso. —dijo el hombre encantado. —ven conmigo, están por aquí.

—¿Están?

—¡Oh, ya verás! —contestó Adam con entusiasmo.

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—¿Qué estas diciendo?

—Lo que oíste, Adam fue quien falsificó tu firma, ademas que la firma de Kieran también es falsa, ella no lo dejo a cargo. —Lena tomó los papeles y comprobó lo que Kara le explicaba.

—¡Ese maldito!

—¿Qué haces? —cuestionó Kara siguiendo a Lena.

—Me tiene que decir en mi cara que demonios pretende.

—Espera Le...

—¡Kieran! —interrumpió Lena. —si él falsificó su firma y ella no lo dejó a cargo. ¿Dónde está mi hermana?

—Llamaré a la policía en el camino. —Lena y Kara salieron pensando lo peor, la morena sabía que Adam era un horrible persona, pero le tranquilizaba un poco saber que él adoraba a Kieran, el no sería capaz de lastimarla.

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Adam bajo seguido de Andrea, él hombre tenía una enorme sonrisa dibujada en su rostro, se notaba cuánto disfrutaba la situación.

—Esto te encantará. —Andrea no podía creer lo que veían sus ojos.

—¿Samantha? —Kieran y Samantha tenían las mordazas en la boca, Kieran veía con esperanza a su amiga. —¿Qué hace aquí?

—Se metió donde no debía y ahora se quedará aquí con mi querida sobrina. —Andrea negó con la cabeza, todo aquello parecía sacado de una maldita película de terror. Adam se inclinó y acarició ligeramente la mejilla de Kieran. —mi adorada Kieran. —la morena aparto el rostro con rabia, Andrea no supo de donde sacó valor, ni siquiera se dio cuenta cuando tomó un jarro y lo dejó caer en la cabeza del hombre dejándolo inconsciente.

—¡Mierda, mierda! —repetía una y otra vez tomándose la cabeza. —¡Lo mate! —miro a Kieran y noto la desesperación en sus ojos. —¡Por Dios! —dijo acercándose a la morena, apartó la mordaza de su boca y después intentó desatar sus pies.

—¿Cómo supiste que estaba aquí?

—Dijiste que venías hablar con él, yo tuve que salir de emergencia y hasta hoy me enteré que supuestamente te habías ido de viaje. Tú no haces las cosas así. ¡Demonios! —exclamó al no poder deshacer el nudo. —buscaré algo para romperlas.

—No, llama a la policía, él no esta muerto. —Andrea era un puñado de nervios. —¡Ayuda a Samantha! —Andrea se acercó y apartó la mordaza.

—Necesitamos salir de aquí antes de que despierte o seremos tres las encerradas. —dijo Samantha, Andrea comenzó a buscar por el lugar y encontró unas tijeras para jardín. —mucho cuidado con eso.

—Samantha, no la pongas más nerviosa. —dijo Kieran. Andrea logró cortar con éxito las ataduras de ambas chicas. Las tres salieron del sótano.

—¡Tenemos que salir de aquí! —exclamó Samantha, las tres corrieron hacia la puerta. —¡Lena!

—¡No tan rápido! —gritó Adam apuntándoles con una arma. —vamos, adentro todas. —Lena le hizo señas a Kara para que se apartara y antes de que Kara se acercará, la morena cerró la puerta, la rubia tomó su teléfono y camino lejos de la puerta. Lena camino detrás de Samantha, Kieran intentaba cubrir lo más que podía a las demás.

—¿Qué demonios haces? —exclamó Lena.

—Me aseguró de que nadie salga de aquí.

—Te das cuenta que no podrás salirte con la tuya. —masculló Kieran. Adam no le hizo caso.

—¡Tú ven aquí! —exclamó Adam jalando a Andrea.

—¡Suéltame! —gritó Andrea intentando zafarse.

—Ni lo piensen. —dijo el hombre al ver que Kieran lo quería impedir. —¡Eres una estúpida! —gruñó dándole una bofetada a Andrea.

—¡Suéltala! —gritó Kieran.

—¿Ahora te importa? —se burló el hombre. —siempre tomaste de ella lo que necesitabas, nunca te preguntaste lo que ella sentía. Vamos, dile. —dijo Adam tomando a Andrea por el cabello.

—¿Quién eres? —dijo Kieran con rabia.

—¡El mismo que siempre te ayudo, el que te cuido! —gritó Adam apuntándole a Kieran con el arma.

—¿Cuidarme? —se burló Kieran. —¡Solo te aprovechaste de nosotras! —gritó la morena con rabia.

—La policía viene para acá. —interrumpió Lena apartando a Samantha.

—¡Tú, eres la única culpable de que todo se fuera por el caño! —exclamó Adam con coraje.

Todo pasó tan rápido, en segundos todo se volvió un caos, se escuchó un fuerte estruendo seguido de gritos. Dos estruendos más y todo fue silencio.