Te amo

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—Kara...

—Shhh. —interrumpió Kara colocando un dedo sobre los labios de Lena, tanto ella como Kara tenían la respiración acelerada, aquel beso había sido todo lo que ambas habían deseado por mucho tiempo, lo que su corazón y cuerpo anhelaban. —no te detengas más, por favor. —susurró la rubia tomando el rostro de Lena entre sus manos, sus labios volvieron a unirse en una danza llena de emociones.

Lena dejó atrás todo lo que la detenía, no pensó en nada más que en Kara, en lo mucho que la amaba, en aquel momento mientras acariciaba sus labios como si nunca lo hubiera hecho. Kara camino con Lena hasta su habitación, en el camino hubo risas cómplices por los choques con los muebles que se les atravesaban.

—¿Estás segura? —susurró Lena al pie de la cama, ella sabía la respuesta, la mirada de Kara, llena de deseo ya le había dado la respuesta.

—Segura. —susurró Kara uniendo sus labios nuevamente. Lena quería que aquel momento fuera inolvidable. Con suma delicadeza aparto cada prenda del cuerpo de la rubia y permitió que Kara hiciera lo mismo con ella, las caricias no se hicieron esperar. Recostadas en la cama, viéndose fijamente a los ojos, con sus cuerpos entrelazados, disfrutaban del placer que les causaba cada caricia y cada beso.

Lena se detuvo un instante para admirar a Kara, acarició su rostro, sus labios, causando un sin fin de sensaciones en la rubia, quien con los ojos cerrados disfrutaba de las tiernas y suaves manos de Lena.

—Eres tan hermosa. —susurró Lena logrando que Kara abriera los ojos y sonriera. —tus ojos me hacen sentir tanto.

—Eso quiero, que sientas en cada poro de tu piel cuánto te amo. —susurró Kara dejando caricias en el rostro de Lena, la morena sonrió dejando un tierno beso en los labios de la rubia, se aparto y con dulzura le sonrió, su mano descendió por el cuello de Kara, bajo por el centro de sus senos y llegó hasta su abdomen, Lena disfrutaba tanto ver los gestos de la rubia, se inclinó y acompañó sus caricias con besos.

—Mmm. —susurro dejando pequeños mordiscos en el cuello de la rubia, Lena se permitió explotar hasta el espacio más pequeño del cuerpo de la rubia, viajó con besos y dejó caricias esperando que Kara se grabara cada una de ellas. Dos cuerpos fundidos en uno, ambas entregándose por completo.

—¡Dios! —susurró Kara en cuanto sintió la húmeda lengua de Lena acariciando en medio de sus piernas, la rubia abrió las piernas dándole paso a más. Lena sonrió y con sus manos sujetó las caderas de Kara. —Le... —gimió Kara,  la morena no necesito más palabras, dejo que su lengua entrara aquella parte de la rubia que tanto la hacía vibrar, porque el placer no solo era para Kara, también Lena estaba sintiendo un éxtasis enorme. Aquellos pequeños gemidos ahogados de Kara comenzaban a hacerse más audibles, más entregados y Lena disfrutaba de sobre manera ser ella la que los recibía.

—Aún no. —susurró Lena al sentir la tensión en el cuerpo de Kara, se aparto y sonrió al ver la frustración en el rostro de la rubia.

—Eres muy cruel. —susurró Kara en cuanto Lena llegó hasta su boca, pudo sentir en aquel beso su propia esencia y aquello hizo que su cuerpo ardiera aún más en deseo.

—¿Puedo? —susurró Lena con su mano en la intimidad de Kara, aquel gesto le pareció sumamente tierno a la rubia.

—Por favor. —contesto Kara mordiendo ligeramente el labio inferior de Lena, la morena atrapó los labios de Kara en un apasionado beso. Mientras que con su mano acaricio y jugo con la entrada de Kara logrando que la rubia se sujetara a Lena como si en cualquier momento fuera a caer.

Y no era la única, Lena se sentía exactamente igual, como si estuviera flotando y en cualquier momento fuera aterrizar. Sentir el calor de Kara, la hizo soltar un pequeño gemido. El cual encendió más el calor de ambas.

Sol y Luna (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora