No te dejare

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—¿Cómo sabes dónde están?

—Tengo mis trucos. —contestó Adam sonriendo.

—Solo mantén a Lena segura. —dijo Andrea señalando al hombre.

—Tranquila, todo está bajo control.

—Dime. ¿Para qué quería hablar Kieran contigo?

—Buscaba un consejo. —la sonrisa de Adam creció. —sabes que,  aunque Lena empeoró todo al huir.

—En lo cual ayudaste tú. —comentó Andrea arqueando la ceja.

—Les di un empujón. —contestó Adam encogiendo los hombros. —bueno aún así, los abogados consiguieron que los socios se relajaran, así que Kieran es la única que puede tomar decisiones con respecto a su hermana.

—Y seguramente tú te encargaste de envenenarla contra Lena. —Adam sonrió como respuesta.

—No me puedo arriesgar a que retire la demanda así como así, le comenté que eso volvería a complicar las cosas con los socios, sobre  todo Valentine.

—Ya veo tus trucos. —contestó Andrea levantando su vaso en brindis. Adam sonrió imitándola.


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Lena había tomado la decisión de volver, ella tenía que demostrar que era inocente, y aunque en un principio Kara no estaba segura, la apoyo, ella estaría en todo momento para Lena. Antes de volver a la realidad decidieron caminar por el bosque tomadas de la mano.

—¿Estas nerviosa? —cuestionó Kara sentándose en un viejo tronco.

—Un poco, pero demostraré que yo no he hecho nada malo.

—Lo haremos. —dijo Kara presionando la mano de Lena, la morena frunció el ceño al escuchar como alguien se aclaraba la garganta, ambas chicas giraron.

—Siento interrumpir. —dijo el hombre jugando con un juego de llaves. Lena se levantó sumamente nerviosa.

—¿Qué haces aquí?

—¿Le? —susurró Kara tomando la mano de la morena.

—Es uno de los hombres que trabaja para Adam. —explicó Lena.

—Permíteme corregirte, no trabajo más para él. —Lena frunció el ceño. —ahora trabajo para tu hermana.

—¿Por qué alguien como tú trabajaría para Kieran?

—Bueno, digamos que me envió a terminar con algo que le está molestando mucho. —explicó el hombre sacando un cuchillo de su chaqueta.

—Ella  no...

—Tú no le importas en lo más mínimo, a la única que tengo que llevar sana y salva es a... ¿Cómo te llamas? —cuestionó el hombre señalado a Kara. Ni la rubia ni Lena podían creer lo que aquel tipo les decía. Kieran no podía ser capaz de tanto.

—¡No te atrevas acercarte! —gritó Kara cubriendo a Lena con su cuerpo.

—Será mejor que no te resistas. —dijo el hombre ignorando por completo a la rubia.

—¡Suéltala! —gritó Lena en cuanto el hombre tomó a Kara del brazo. La lucha no se hizo esperar, Lena intentaba apartar a Kara y la rubia intentaba hacer lo mismo con Lena, en un mal movimiento Kara cayo al suelo, el hombre tomó a Lena por el cuello y coló en este la navaja.

—Que lastima que tu hermana te quiera muerta, eres muy hermosa. —susurró el hombre cerca de los labios de Lena. Kara se puso de pie, tomó una roca que estaba cerca y la estampó contra la cabeza del hombre.

—¡Vamos Le, corre! —gritó Kara jalando a Lena.

En cuanto llegaron a la casa, la morena entró a la biblioteca, apartó un libro y automáticamente se abrió una pequeña puerta formada por libros. Lena tecleó unos números y la abrió.

—¿Cómo nos encontró?

—No lo sé, pero tenemos que irnos, voy a volver.

—¿Qué? ¡No! —exclamó Kara sumamente asustada. —¿Acaso no escuchaste lo que dijo? —Lena no contestó, tomó dinero y cerró la caja. —Lena.

—¡Si me quiere muerta, ella tendrá que matarme!

—¡Ey! Espera. —Kara detuvo los movimientos de la morena. —hablemos primero con Sam, por favor.

—Vamos, toma tus cosas. —Lena salió a toda prisa, necesitaba sacar a Kara de ahí. Ya en la carretera Lena intentaba manejar lo más tranquila posible, pero un ataque de nervios la hizo detenerse a un costado de la carretera, con el cuerpo tembloroso bajo del auto, Kara bajo tras ella, la morena se dejó caer de rodillas.

—Vamos, respira. —susurró Kara, tomo el rostro de Lena e intento tranquilizarla. —eso, así. —susurró al ver que la respiración de la morena se relajaba.

—¿Por qué? —susurró Lena entre sollozos.

—Todo debe ser mentira, es tu hermana, ella no...

—Debes regresar. —interrumpió Lena limpiando su rostro. —tú no tienes porque, tú...

—No te dejare.

—Tienes que volver.

—Lena por...

—¡Tienes que hacerlo! —gritó Lena apartándose de la rubia.

—No hagas esto por favor. —suplicó Kara intentando acercarse a Lena.

—No es a ti a quien quieren muerta. —contestó apartándose.

—¡Pues no lo haré! —exclamó Kara con firmeza. Lena cerró los ojos suspirando.

—¡Te quiero lejos de mí! —el rostro de Kara se tornó triste, tanto que Lena estuvo apunto de abrazarla y pedirle perdón. Pero tenía que mantenerse fuerte, ella no podía poner en peligro a la rubia.

—¿De verdad?

—Te dejare en la parada más cercana. —contestó Lena pasando al lado de Kara. La rubia cerró los ojos y cruzada de brazos entró a la camioneta. Lena se sentía de lo peor por tratar así a Kara, pero no tenía de otra. Al llegar a la parada Kara bajo de la camioneta y entró a la tienda que se encontraba cerca. Lena suspiró, bajo y caminó hacia unos hombres que se encontraban platicando. Pregunto cuánto tardaría el próximo autobús a la ciudad y compro el pasaje. Espero a la rubia y en cuanto la vio salir su corazón comenzó a latir con fuerza. —Toma.

Kara observó el boleto, lo tomó y ante la atenta mirada de Lena lo rompió, camino hasta la camioneta y subió.

—Kara por favor.

—Escúchame bien Lena, no te voy a dejar sola, iré a donde tú vayas así me tenga que pegar a ti. —aseguró la rubia. —ademas yo sí que cometí un delito.

—Ya te dije que no te... ¿Qué tú qué?

—Sí, escuche, no me quieres contigo, pero tendrás que soportarme.

—¿A qué te refieres con que cometiste un delito? —la rubia abrió su abrigo y mostró varias envolturas.

—¿En serio?

—Cómo dije, tendrás que soportarme, al menos hasta que Sam llegue. Después me entregaré.

—¿Hablaste con ella? —Kara asintió con la cabeza.

—En cuanto encontremos un lugar seguro le avisaré dónde estamos.

—¿De verdad te robaste todas esas frituras? —cuestionó Lena intentando reprimir la risa. Kara señaló hacia la puerta, donde un hombre salía furioso con un bate. Lena soltó una carcajada y arrancó alejándose del lugar.

Sol y Luna (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora